¿Los bebés pueden comer chocolate?

A partir de los 6 meses empieza una etapa de descubrimiento de alimentos por parte de los niños y, también, de muchas dudas para los padres. Hoy vamos a hablar sobre si los bebés pueden o no comer chocolate.

Sin duda alguna suele ser un producto que atrae mucho su atención y que, además, es objeto de numerosos estudios por sus posibles beneficios para el organismo.

Sin embargo, en referencia a los más pequeños, conviene tener cierta precaución. El chocolate también contiene azúcar añadido y cafeína que pueden afectar su salud. Conocemos más a continuación.

Qué es el chocolate y qué composición tiene

El chocolate es un alimento que se obtiene a partir del cacao. Su parte grasa (la manteca) y la sólida (la pasta de cacao) se mezclan con azúcar y otros ingredientes (de forma opcional) para obtener el chocolate que todos conocemos.

Según datos de la Fundación Española de Nutrición (FEN), en la composición nutricional del chocolate destacan la grasa y los azúcares, sin embargo, la proporción de estos elementos cambiará según el tipo elegido (blanco, con leche o amargo). Además, este comestible contiene algunos minerales (como hierro, potasio, fósforo y magnesio) así como otros compuestos con acción antioxidante.

Debido a la cantidad de grasa y, sobre todo, de azúcar añadido, se suele relacionar el chocolate como un alimento poco saludable. Sin embargo, por su sabor dulce y su efecto grato al paladar, suele gustarle a muchos pequeños.

Su introducción y el espacio que debe tener en la dieta puede ser motivo de dudas en muchos padres. Hacer generalizaciones al respecto es complicado, aunque sí se pueden aclarar muchos puntos al respecto. Conoce más detalles a continuación.

¿Los bebés pueden comer chocolate?

Según la guía de alimentación saludable en la primera infancia de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, durante los 6 primeros meses de vida, el único alimento de un bebé es la leche materna o, en caso de no ser posible la lactancia, la leche de sustitución.

A partir de los 6 meses, de manera aproximada, pero nunca antes, se empiezan a incorporar otros alimentos, con el fin de que los pequeños se familiaricen con nuevos sabores y texturas. Aunque las posibilidades son bastante amplias, existen algunos productos cuya inclusión conviene retrasar, ya sea porque no están preparados para digerirlos, por la presencia de sal o por el riesgo de contraer enfermedades (como pasa con la miel).

El chocolate es uno de estos alimentos con una consideración especial. En gran parte,  debido a la cantidad de azúcar que contiene.

La Asociación Española de Pediatría (AEP) expone en sus recomendaciones sobre alimentación complementaria que los alimentos superfluos, es decir, aquellos que no son saludables, se deben ofrecer cuanto más tarde mejor, nunca antes de los 12 meses y en la menor cantidad posible. Además, también indica la conveniencia de reducir a menos del 5 % del total calórico diario la cantidad de azúcares añadidos en niños de 2 a 18 años.

El azúcar y otros riesgos relacionados con los bebés y el consumo de chocolate

Por el momento sabemos que los expertos recomiendan no dar chocolate a los bebés y hacerlo con mucha moderación en los niños pequeños. El principal motivo es la presencia de azúcar en su composición, pero existen otras cuestiones a tener en cuenta. En las siguientes líneas las detallamos.

Azúcares y edulcorantes añadidos

Para los niños menores de 2 años, los médicos recomiendan fomentar la ingesta de alimentos sin azúcar añadida. De a cuerdo con la Asociación Americana de Pediatría (AAP) comerla y beberla en grandes cantidades expone a los niños al riesgo de padecer cardiopatías, hipercolesterolemia, hipertensión, diabetes de tipo 2, entre otros problemas de salud.

Por otro lado, otros datos científicos disponibles hasta el momento asocian una ingesta elevada de azúcares y edulcorantes añadidos con algunos problemas de salud. Con base en la guía elaborada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se pueden citar los siguientes:

• Peor calidad de la dieta en general.
• Menor aporte nutritivo y mayor aporte energético.
• Más riesgo de padecer aumento de peso corporal.
• Mayor incidencia de caries dental.

Asimismo, un artículo publicado en el International Journal of Environmental Research realizado en 2017 informó que la exposición temprana al dulce puede aumentar la preferencia por este tipo de alimentos a lo largo de la vida.

Cafeína

Entre los muchos ingredientes y compuestos activos del chocolate se encuentra la cafeína. No obstante, está presente en cantidades menores que algunas bebidas como el café, el té o los refrescos energéticos.

Según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), 100 gramos de chocolate negro (con un contenido de cacao entre 70 y 85 %), tienen unos 80 miligramos de cafeína.

Como expone una revisión de estudios realizada en 2020 y publicada en International Journal of Environmental Research and Public Health, los efectos negativos que puede acarrear su ingesta en niños se resumen en dos ámbitos:

• Trastornos en los ciclos del sueño.
• Alteraciones en su estado afectivo, ligados a la ansiedad y la depresión (de una forma proporcional a la cantidad ingerida).

Entre otras cosas, los especialistas del Departamento Federal de Salud de Canadá sugieren no superar una dosis diaria de 2,5 miligramos de cafeína por kilo de peso en los niños menores de 18 años.

Alergia al chocolate

Aunque no se trata de una alergia común, el consumo de chocolate no está libre de provocar algunas reacciones adversas. No obstante, según datos recopilados en el Journal of Allergy and Clinical Immunology, la mayoría de ellas se deben a una contaminación cruzada con alérgenos más habituales, como el cacahuete, las nueces o la leche.

Qué hay que tener en cuenta acerca de los bebés y el hecho de comer chocolate

Según la opinión de los expertos que hasta ahora hemos referenciado, podemos decir que lo más recomendable es no dar chocolate a los niños menores de 12 meses (mucho mejor si no se hace antes de los 2 años). Una vez introducido, se lo debe ofrecer en pequeñas cantidades y de vez en cuando.

Las primeras ocasiones es importante estar pendiente de posibles reacciones alérgicas o malestares digestivos que el chocolate pueda generar.

Hay que tener en cuenta que, cuanto más cacao contiene un chocolate, menos azúcar se añade. Por lo tanto, siempre es preferible elegir productos con un 70 % de cacao o más.

Del mismo modo, se aconseja evitar otro tipo de chocolates o productos elaborados con este:

• Variedades blanca y con leche.
• Barritas, bombones o dulces.
• Bollería industrial, galletas, entre otros, que lo contengan.
• Los productos con chocolate endulzados con edulcorantes. Estos no son las mejores opciones y pueden generar la falsa percepción de ser más sanos.

En general, es recomendable hacer un consumo puntual ya que se trata de un procesado que no es básico para su nutrición. Aunque no es perjudicial per se, puede desplazar la ingesta de otros alimentos sanos y necesarios como los yogures, fruta, frutos secos, entre otros.

Por último, hay que tener en cuenta que el chocolate en trozos o con frutos secos puede representar un riesgo de atragantamiento en niños menores de 5 años.

Los bebés pueden comer chocolate pero con moderación y de vez en cuando

Este alimento se puede introducir en la dieta de los niños, aunque conviene tomar algunas precauciones por su contenido en azúcar y cafeína.

Por esto, no se recomienda darlo antes de los dos años y hacerlo siempre en pequeñas cantidades y no como un alimento de consumo habitual. 

Asimismo, es preferible optar por el chocolate con un porcentaje elevado de cacao y evitar todo tipo de elaboraciones y bollería que lo contenga.

En caso de tener dudas acerca de cómo ofrecerlo, qué cantidad es excesiva u otros temas relacionados con la dieta; lo mejor es consultar con un nutricionista o con tu pediatra de confianza.