La alimentación del recién nacido no debería tener mayores complicaciones. Se tiene entendido que la leche materna es el alimento exclusivo durante los primeros seis meses del bebé. Sin embargo, esto no es algo que se puede hacer todo el tiempo. Muchas mujeres deciden no amamantar a sus bebés, y otras simplemente no pueden hacerlo.
Además, no todos los bebés son iguales y tampoco lo son todos los nacimientos. Por lo tanto, en ocasiones la alimentación a base de fórmula láctea, se vuelve la primera opción. Sin embargo, esto es algo que causa polémica, temor e incluso culpa.
Sabemos que la leche materna es inigualable e irremplazable, pero, ¿es tan mala la alimentación con fórmula? ¿Qué debemos saber antes de tomar esta decisión? ¿Existe alguna verdad entre tanto mitos sobre este tema?
Principales mitos y verdades sobre la fórmula
La alimentación con fórmula tiene distintos aspectos a considerar. Primero se halla la cuestión moral, que sí es un vínculo insustituible entre madre e hijo. Muchos afirman que no lo queremos porque no lo amantamos. Luego viene la preocupación por el alimento que dejamos de darle, sus propiedades, todo lo que se pierde. Más adelante, sopesamos si el chupete del biberón le hará daño o si la fórmula es riesgosa.
En fin, es un tema inundado de consideraciones de distintos aspectos. No obstante, es importante tomar en cuenta que de alguna manera u otra, el niño debe alimentarse. Aunque los pediatras no estén del todo de acuerdo, ellos siempre van a elegir que los niños coman.
Durante las primeras horas de nacido, el bebé necesita recibir la energía necesaria para no sufrir complicaciones. Por tal motivo, a veces este debe ser alimentado con fórmula cuando la madre no puede amantarlo. Sea cual fuera el caso, no podemos desechar totalmente la idea de utilizar este tipo de alimentación. Pese a los mitos, algunas verdades se destacan, por ejemplo las siguientes.
No siempre el problema es de la fórmula
Si hemos intentado darle de tomar fórmula pero él parece rechazarla, no siempre se trata de un problema con la leche. En ocasiones el inconveniente del bebé es con el biberón o el chupete de este. Prueba con distintos biberones hasta que se adapte, pues él necesita comodidad.
Aun si descubrimos que ese tipo de fórmula no le gusta, es posible cambiarla y seguir intentando. Recuerda consultar al pediatra sobre cuál es la opción más conveniente para tu bebé.
No perjudica su desarrollo intelectual
Los bebés que se alimentan con fórmula son tan inteligentes como cualquier otro. Sabemos que los beneficios de la leche materna son incontables. Sin embargo, el desarrollo intelectual del niño no debe verse afectado porque le falten estos nutrientes.
Las fórmulas lácteas para bebés son diseñadas a base de nutrientes, necesarios para favorecer el sistema inmunológico. Además, contienen probióticos y ácidos grasos que contribuyen a desarrollar el cerebro y el sistema visual.
Se puede combinar el tipo de alimentación
Creemos que la alimentación del bebé debe ser estrictamente de una modalidad. Sin embargo, no está mal que combinemos la lactancia con el biberón. Durante los primeros meses se puede comenzar con la alimentación combinada, siempre y cuando el pediatra lo haya aprobado. Algunas madres creen que esto incluso las ayudó a mejorar su producción de leche.
Podemos mantener la capacidad de producir leche
Si alternas la manera de alimentar al bebé, es decir, lo amamantas y le das fórmula, no pierdes tu capacidad de lactancia. Algunos mitos hablan acerca de la disminución de la producción de leche cuando comenzamos a darle formula al bebé. Sin embargo, este sistema se adapta a las necesidades del pequeño. Por lo tanto, si el bebé está consumiendo regularmente la leche materna, nuestro cuerpo producirá la cantidad que él necesite.
En cambio, cuando le damos menos leche materna, el cuerpo producirá esa cantidad que está consumiendo. De manera que, es un error creer que dejaremos de producir leche de un momento a otro, o perderemos nuestra capacidad.
El lazo entre madre e hijo es irrompible
Es un hecho que el vínculo que se crea entre una madre y su hijo durante la lactancia es único. Sin embargo, alimentarlo con fórmula puede ser una demostración de amor tan grande como cualquier otra. ¿Cómo sabe el bebé que lo estás alimentando con el pecho? Él puede sentirte cerca, tu abrazo, tu mirada y tu amor.
La profundidad en la relación es algo que no podemos evitar de ninguna manera. Además, estamos en el derecho de alimentarlo como elijamos. Aunque exista temor y opiniones contrarias, nadie puede negar que el lazo afectivo con nuestro hijo es irrompible.