Mamá háblame con amor

El cariño y el afecto son aspectos fundamentales de la crianza. Hablarle con el tono adecuado a los niños nunca debe olvidarse, y en este artículo te explicamos su importancia.

Los niños llegan a este mundo como lienzos en blanco, unos lienzos listos para crear la mejor de las obras. Los niños son todo amor y por eso mismo es no solo necesario sino casi vital que se les hable con amor desde el momento cero que llegan a nuestras vidas. En el vientre materno muchas madres  hablan a sus bebés para que sepan cómo es su voz y sientan su amor.

Cuando un niño está en nuestros brazos no debe ser diferente, ni tampoco a medida que va creciendo. Para proporcionar un buen desarrollo emocional y cognitivo a los hijos, hay que hablarles con amor. Cada vez que le mires a los ojos y estés nerviosa o enfadada… recuerda que esos ojos inocentes te están diciendo algo muy importante: ‘Mamá, háblame con amor’. 

Qué es hablar con amor

Hablar con amor, todo el mundo sabe lo que es pero a medida que avanza la vida parece que se queda difuso o en el olvido. Hablar con amor es hacerlo sin gritos pero con la suficiente firmeza que transmita seguridad y equilibrio interno. Hablar con amor es transmitir que el otro es capaz, que eres consciente de su valía y que confías en todas sus posibilidades.

Hablar con amor significa sonreír mientras se habla, hablar desde el cariño y el amor y no hacerlo desde el miedo o para crear miedo. Las palabras de afecto serán necesarias para aprender a entender las emociones, para poner nombre a lo que se siente y comprender lo que los demás están sintiendo en cada momento. La empatía empieza en los niños cuando se les habla con amor.

Los niños necesitan bonitas palabras

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Hablar con amor a los hijos es algo que debemos hacer desde que están en el útero materno, ya que es a partir del tercer trimestre cuando el bebé escucha lo que ocurre a su alrededor y empieza a darse cuenta de las voces que son conocidas e importantes para él.

Aunque el bebé no entiende lo que se dice, sí entiende las emociones que se transmiten, porque las palabras dependiendo de cómo se digan pueden producir unas sensaciones u otras.

Los niños pequeños necesitan tener un buen equilibrio emocional, donde las emociones son más importantes incluso que la ropa que lleva puesta. Ellos sentirán la seguridad y la confianza de sus padres a través del lenguaje emocional, es decir, del lenguaje de amor.
Si un niño crece carente de palabras emocionales y llenas de amor, entonces sufrirá un desequilibrio en su desarrollo que estará lleno de vacíos. 

Cómo hablar con amor

Las malas palabras, las etiquetas o los juicios de valor pueden tener grandes consecuencias negativas en las emociones de los niños, tanto que incluso puede crear estrés o depresión. El lenguaje positivo lleno de amor promoverá en los niños conductas positivas, porque si se sienten bien consigo mismos, también se sentirán bien con el entorno próximo.

Si piensas que no eres el todo hábil para usar el lenguaje emocional con tus hijos, tendrás que conectar con tu corazón y además, es importante trabajar la paciencia y estar sanado emocionalmente.

De este modo podrás llevar una maternidad o una paternidad respetuosa que permita a tu hijo crecer tanto por fuera como por dentro y a ti, también te ayudará a sentir un buen control en la crianza de tus hijos.

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No hay que abusar tampoco del refuerzo positivo porque perdería su valor, los niños saben diferenciar bien cuándo se les dice las cosas de forma sincera y cuándo no es así. Para poder hablar con amor deberás conectar tu mente con tu corazón, para que tus emociones estén en tus palabras y tu cerebro en plena atención en lo que le dices a tus hijos. Para ello, el lenguaje emocional deberá ser tu mejor aliado. Algunos ejemplos:

  • Háblale a tu hijo mirándole a los ojos
  • Conecta con tus hijos olvidando las órdenes o los castigos, permíteles formar parte de las decisiones o consecuencias
  • Escucha todo lo que tus hijos tienen que decirte
  • Háblale con amor y dile cada día todo lo que le quieres, pero además de decirlo… también es importante que lo demuestres
  • Respétalo y acéptalo tal y cómo es.
Bibliografía

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