Uno de los deportes más divertidos y originales para practicar en familia es el esquí. Un deporte entretenido que seguro gustará a los niños y que podrán practicar en invierno. Toda la familia puede practicar este deporte los fines de semana o en los días de vacaciones.
Los primeros pasos para los niños en este deporte tienen que ser guiados por una persona experta en este deporte. También se debe practicar en una zona protegida para los principiantes, lo que se llaman pistas verdes. Tenemos que evitar que los niños se caigan o puedan estar expuestos a algún riesgo innecesario.
La mayoría de los niños comienzan a aprender a esquiar con monitores especializados que les enseñen los primeros pasos. La edad ideal para empezar a aprender a esquiar son los 5 años. Según los especialistas no se debe empezar antes porque todavía los niños no han desarrollado sus capacidades psicomotrices. Aprender antes puede suponer un riesgo para los niños. No conviene que los niños aprendan a esquiar a los 3 o 4 años porque todavía no tienen el equilibrio suficiente ni la motricidad necesaria.
Consejos para los primeros pasos del esquí para niños
Aunque los niños aprenden sorprendentemente rápido a mantener el equilibrio y a controlar los esquís, hay que tener cuidado los primeros días cuando están aprendiendo a esquiar. Tenemos que intentar que aprendan a esquiar gradualmente y sin saltarse pasos.
Lo primero es que los niños deben usar obligatoriamente el casco cuanto practiquen el esquí. Aunque no quieran ponérselo tenemos que convencerles de que es totalmente necesario para poder esquiar. También hay que proteger sus ojos cuando van a esquiar con gafas adecuadas para la nieve.
Es importante que el niño vaya bien abrigado para que no pase frío en ningún momento. Podemos vestirlo niño siempre con tres capas de ropa para que no se enfríe cuando practique el esquí. Se deben evitar los días de frío intenso cuando vamos a esquiar con niños. Tenemos que aplicarles un adecuado protector solar para evitar las quemaduras.
No olvides que deben usar una vestimenta deportiva adecuada. Tendremos que comprar o alquilar la vestimenta todos los años porque los niños pegan grandes estirones de un año a otro. Deben usar protecciones dorsales para amparar los golpes en esta zona. Es necesario también que lleven un gorro que les tape las orejas y unos buenos guantes.
Aprender a esquiar paso a paso
Los niños tienen que ir aprendiendo progresivamente a esquiar sin saltarse etapas en el aprendizaje. Los niños muy pequeños deben empezar a andar con esquís de juguete y botas apreskis. Cuando ya se empiecen a deslizar por las pistas, los niños necesitarán utilizar tablas como los mayores y botas rígidas. Es mejor alquilar las botas o que nos la preste alguien que comprarlas ya que cada año les crecerá el pie.
Para comenzar es muy bueno apuntar a los niños a un curso de iniciación con un monitor especializado para que aprendan con seguridad. El niño aprenderá sus primeros pasos en la nieve con sus compañeros que le ayudarán y de arroparán.
Cuando los niños hayan aprendido a caminar por la nieve, tendrán que aprender a colocarse los esquís. Tendrán que aprender a caminar y a caerse en la nieve. Es muy importante que aprendan a caerse bien en la nieve para evitar lesiones. Cuando ya comiencen a deslizarse por la nieve con seguridad, tendrán que aprender a remontar pendientes primero con poca velocidad.
Para que los niños aprendan a esquiar es fundamental que tanto los monitores como los padres tengan paciencia. Los niños tendrán que intentarlo todos los días hasta que lo consigan. Solo mediante la repetición lograrán que los niños aprendan a esquiar.
La práctica del esquí ayuda a mejorar la lateralidad y la orientación espacio-temporal en los niños. Gracias a este deporte los niños pueden aprender a superarse, a solucionar conflictos ellos solos y estar más activos. Además los niños se tendrán que adaptar como en todos los deportes a unas normas y unos hábitos para mejorar día a día. Si a nuestro hijo no le gustan los deportes, podemos intentar motivarle con el esquí.
La motivación para los niños para este deporte suele ser la posibilidad de competir y disfrutar de una actividad divertida y emocionante que tienen que desarrollar al aire libre. Una buena opción como deporte para los niños para los días fríos del invierno.