Elementos, una película de Pixar para aprender sobre la diversidad

Elementos es la última película de Disney-Pixar. Por primera vez, el estudio apuesta por una historia de amor como centro narrativo. Pero, ¿cómo te imaginas un romance entre una chica de fuego y un joven de agua? Los conflictos son evidentes.

Sin embargo, la propuesta cinematográfica nos invita a sumergirnos en un mundo donde la diversidad influye, al fin y al cabo, de forma positiva en cada individuo. El relato explora temas como la inmigración, la carga de los legados familiares y el sentido de convivencia. Deja un mensaje claro: las diferencias nos enriquecen.

Universo narrativo de la película Elementos

El mundo de Elementos es tan heterogéneo como complejo. Toda la historia transcurre en Ciudad Elementos, una importante localidad en donde conviven sujetos de fuego, agua, aire y tierra.

Ellos son los residentes de Ciudad Elementos. Aire siempre tiene la cabeza en las nubes. Tierra puede ser algo movediza. Agua siempre se está metiendo en algo. Y fuego… reaccionamos un poco caliente. Pero todos seguimos una regla sencilla: los elementos no se mezclan. 

Aunque todo parece funcionar más o menos bien, el hecho de que coexistan personas opuestas entre sí, implica conflictos obvios. Por ejemplo, problemas físicos en la interacción, diferencias culturales y disputas de intereses.

Se trata de una auténtica comedia romántica. A través del tierno y desafiante romance entre Ember, una chica de fuego a la que le cuesta regular su enojo y Wade, un muchacho de agua sensible y divertido. Peter Sohn, creador de la película, comunica la idea de que los opuestos se complementan de una forma especial.

Ember: una joven de fuego que lucha con su mal genio

Ember es hija de padres extranjeros, quienes tuvieron que abandonar su ciudad natal luego de que una tormenta se llevara todos sus proyectos. En Ciudad Elementos, los seres en llamas son, por sus características físicas y emocionales, los más problemáticos. Representan una amenaza para el resto de los ciudadanos, ya que pueden producir incendios.

La protagonista de esta historia tiene evidentes dificultades en regular sus emociones. Se muestra fuerte, extrovertida y segura la mayor parte del tiempo. Pero por dentro está llena de miedos.

Uno de sus grandes conflictos internos se basa en la contradicción de la exigencia por cumplir con los mandatos familiares y el deseo de ampliar sus horizontes a otras culturas y experiencias.

Su destino parece estar escrito. Al comienzo todo indica que, una vez preparada para asumir la responsabilidad, Ember se hará cargo del negocio familiar que hoy maneja su padre con absoluta dedicación y compromiso. Desde pequeña, le hicieron creer que mezclarse con otros elementos estaba mal y que es algo que debía evitar.

La sensibilidad de Wade la ayuda a replantearse su vida entera. A su vez, la familia del joven la recibe con los brazos abiertos y una calidez encantadora. De forma progresiva, comienza a hacerse preguntas acerca de su identidad y sobre tomar sus propias decisiones.

Tópicos que explora

Elementos es una película colorida y divertida que nos sumerge en un mundo emocionante. La propuesta visual es excitante y cautivadora. Pero no se reduce a ser una bonita producción audiovisual. Además de esto, toca problemáticas sociales complejas y frecuentes en el mundo actual, haciendo foco en el valor de la diversidad.

Inmigración y sentido de pertenencia

Peter Sohn se inspiró en su propia historia de vida para crear la película Elementos. Él es descendiente de una familia de inmigrantes surcoreanos radicados en Estados Unidos.

En este caso, los seres de fuego se mantienen algo aislados del resto de las comunidades. La joven protagonista ha crecido con un fuerte sentido de pertenencia, transmitido por sus padres y abuelos, que se basa en sostener sólidas sus raíces de origen.

En Ciudad Elementos, la comunidad de fuego parece sentirse a menudo fuera de lugar, ajenos a la sociedad en la que están insertos. Así, la película invita a los espectadores a reflexionar sobre el sentimiento de desarraigo y sus consecuencias emocionales y sociales.

Expectativas familiares

Otro de los grandes asuntos que explora la historia es la presión por los mandatos familiares. Ember, lidia con la carga de lo que su padre espera de ella. Esto la empuja a seguir un camino preestablecido tanto a nivel laboral como personal.

La culpa por fallarle a su papá, quien muestra un deterioro físico producto de la vejez, la acompaña durante gran parte de la historia. No obstante, a medida que la trama se desenvuelve, vemos como ella se debate entre cumplir con las directrices familiares y perseguir sus propios intereses y deseos.

Diversidad e inclusión

Conceptos como diversidad, inclusión-exclusión, tolerancia y respeto son más que relevantes en este relato. Las diferencias entre los personajes no pasan desapercibidas. No se busca minimizar o negar su existencia, sino promover la aceptación y el entendimiento mutuo.

Como en cualquier cultura, hay individuos con mayor capacidad de tolerar y celebrar la heterogeneidad, y otros encuentran más dificultades al hacerlo. En este caso, mientras que la familia de Ember al comienzo se muestra reacia a las diferencias, la de Wade parece presentar una empatía genuina.

Una película que nos invita a construir puentes libres de prejuicios

Aunque Elementos ha recibido varias críticas de expertos en cine por estar llena de «clichés» y transmitir una secuencia de escenas predecibles, representa una preciosa oportunidad para conversar con los niños acerca de valores, como el respeto y la diversidad.

Además de la excelencia a nivel visual, la película presenta un rico terreno para explorar temas relevantes con los más pequeños y debatir en familia. Aprovechar este tipo de historias como disparador para tener conversaciones enriquecedoras, puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades de empatía, tolerancia y comprensión.