Las madres tenemos un compromiso especial con nuestras hijas. Los padres también, pero tal vez nosotras sepamos algo más sobre ser mujer. No podemos dar por hecho que nuestra hijas crecerán en un mundo igualitario, exento de machismo o sexismo, o que ellas aprenderás por sí mismas esas lecciones que las mujeres debemos aprender sin sufrir en el camino.
La tarea de erradicar el machismo y de crear un mundo igualitario en el que las mujeres no sean juzgadas por su aspecto o en el que no tengan que demostrar habilidades o aptitudes sobreentendidas en los hombres empieza por la educación que reciban las niñas desde su hogar.
No es el momento de romper una lanza en favor de las mujeres ni de criticar el modo en que se hacen las cosas. Es el momento de asumir la realidad y de actuar, porque una cosa son los ideales y los pensamientos políticamente correctos y otra muy distinta lo que pasa en la realidad.
Qué deben aprender las niñas de sus madres
Hombres y mujeres no somos iguales, eso es más que evidente. Pero eso no significa que no tengamos todos los mismos derechos ni que tengamos que someternos a lo que tradicionalmente se ha venido instituyendo como realidad de género.
La realidad es la que es, si quieres que tu hija no sea víctima del sexismo y el machismo debes dejarle claras algunas cuestiones para que aprenda a moverse con la libertad y el derecho que tiene, sin dejarse llevar con convencionalismos ni culturas caducadas.
Enseña a tu hija a no aceptar límites por se mujer
Enseña a tu hija que ella puede soñar a lo grande. Ser mujer no es una limitación. Ha quedado muy atrás aquella época en la que las mujeres solo podían dedicarse a ser enfermeras o maestras.
Enseña a tu hija a soñar en libertad, a no dejarse influenciar por convencionalismos de género. Déjala que explore, que juegue y que se relacione con todo tipo de gente. No limites sus acciones más de lo que harías con un niño. Si se cae, que se levante y, si es posible, que lo haga sola. Esto tendrá que hacerlo muchas veces en la vida.
Enseña a tu hija a detectar y combatir mensajes machistas y sexistas
Durante mucho tiempo las mujeres nos hemos aguantado con los comentarios, imágenes e ideas machistas y sexistas que nos rodean. Es decir, nos hemos sometido, y lo hemos hecho libremente. Y aún hoy lo hacemos.
Enseña a tu hija a reconocer esos mensajes que degradan a la mujer o que la etiquetan en determinadas acciones o deberes. La publicidad, los programas de televisión e incluso la vida pública está llena de este tipo de mensajes. Enséñala a ser crítica con esto y habla con ella sobre la situación que se represente.
Enseña a tu hija que sus pensamiento son válidos y que debe expresarlos
Enseña a tu hija que sus pensamientos y opiniones cuentan, por lo que debe expresarlos en voz alta. No permitas que sea sumisa y acepte lo que le digan aunque piense otra cosa. Anímala a que lo haga en casa. Provócala si es necesario. Anímala a que se exprese en la escuela y en su grupo de iguales.
A menudo, el mensaje que recibimos de la sociedad es que las chicas buenas son tranquilas y no provocan discusiones ni polémicas. Pero lo que nos hace “buenos” o “malos” no tiene nada que ver con lo que pensamos, sino con el modo en el que lo decimos. Las ideas se pueden expresar con tranquilidad. No es necesario gritar ni ponerse violento.
Enseña a tu hija que ella es mucho más que su cuerpo o su ropa
Con frecuencia las mujeres y las niñas siguen siendo a etiquetadas y definidas por su apariencia, mucho más que los varones. Es normal preocuparse por la propia apariencia para verse bien, por supuesto. Pero que una mujer se preocupe por su aspecto externo no significa que no tenga más que ofrecer.
Enseña a tu hija a que decida por sí misma cómo quiere verse y que se cuide por ella misma y que, del mismo modo, debe cuidar su mente y su espíritu. Enséñala a que se valore plenamente, porque solo así será plenamente valorada por los demás.
Enseña a tu hija a respetarse a sí misma y a rechazar las etiquetas
Enseña a tu hija a que nadie tiene derecho a faltarle al respecto ni a hacer comentarios sobre su cuerpo, su aspecto o su condición de mujer. Tu hija debe aprender a hacerse respetar.
También debes enseñar a tu hijo a no aceptar etiquetas de ningún tipo, especialmente las relacionadas con su género. Hacerse respetar será su principal y mejor arma para evitar relacionarse con gente indeseable que solo busque aprovecharse de ella, de una u otra forma.
Habla con tu hija sobre el acoso y la violencia de género
Evitar la realidad no va a alejar el problema. Habla con tu hija sobre los problemas inherentes a la violencia de género, sobre la represión y sobre la intimidación que sufren muchas mujeres por parte de sus parejas.
Habla a tu hija sobre qué debe hacer para evitar este tipo de problemas y sobre los medios que tiene a su alcance si se encuentra con un problema de este tipo. Tu hija tiene que aprender que el amor no justifica soportar vejaciones, insultos y violencia.
Habla con tu hija sobre al corresponsabilidad
Ni las tareas del hogar ni el cuidado de los hijos son solo cosas de mujeres. Pero no se trata de que los hombres ayuden. Se trata de repartirse equitativamente y de forma solidaria las tareas, por decisión mutua.
Tu hija debe saber que todo lo que tenga que ver con la vida en pareja es cosa de dos, equitativamente. Todo lo relativo al hogar y la familia debe hablarse y decidirse en común. No dejes que tu hija asuma que por ser mujer debe saber hacer y hacer algo concreto.
Los niños también deben aprender todo esto
La tarea de educar para un mundo más igualitario y responsable se completa educando a los varones en los mismos términos, enseñándoles a respetar a las mujeres y haciéndoles reflexionar sobre las señales y problemas del machismo y el sexismo.