El calor puede provocar efectos molestos en las mujeres que amamantan. Por ello, la hidratación cumple un rol fundamental para prevenir los edemas y los cuadros hipotensivos.
¿Te interesa saber más al respecto? A continuación te lo detallamos.
La relación entre el calor y la lactancia
Durante el período de lactancia materna, el cuerpo de la mujer cambia y se incrementan sus requerimientos metabólicos. Asimismo, la temperatura y el entorno son claves para poder experimentar la sensación de bienestar durante esta etapa.
El calor y la madre que amamanta
La madre que amamanta sufre un incremento de la temperatura corporal por dos razones:
- El propio calor del verano.
- El constante contacto estrecho con el lactante.
Incluso, la producción de leche materna, con su gran porcentaje de agua, provoca un aumento en la sensación de sed y las ganas de ingerir aún más líquido. Además, la transpiración aumenta, se reduce la hidratación natural y, por ende, la de la leche materna.
Por esto, puede aumentar el riesgo de sufrir alguna trombosis venosa. Incluso, el calor puede generar un aumento de la irritabilidad y el cansancio derivado de las temperaturas elevadas.
El calor y el lactante
Los recién nacidos tienen mayor riesgo de deshidratación, ya que su metabolismo es más rápido respecto al de los adultos. Por ende, para mantener el nivel correcto de hidratación, se aconseja dar el pecho a demanda y reducir el tiempo entre las tomas.
No obstante, existen síntomas y signos que demuestran que el bebé está sediento. Algunos incluyen los siguientes:
- Saca de forma frecuente la lengua y se lleva la mano hacia la boca.
- Cabecea.
- Orina en forma concentrada o la misma disminuye.
- Orina con olor fuerte.
- Tiene somnolencia o irritabilidad.
- Su sudor es frío.
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Recomendaciones para sobrellevar el calor en la lactancia
Es importante remarcar que si el lactante tiene menos de seis meses y está con lactancia a demanda, no es necesario que tome agua con el biberón. Además, apunta las recomendaciones que te brindamos a continuación.
Hidratación en la madre
El calor puede provocar cambios en el cuerpo de la mujer que alteran indirectamente la lactancia. Asimismo, la correcta hidratación, en especial en los meses de verano, es esencial para evitar la pérdida de líquido corporal por las altas temperaturas.
La ingesta aconsejada de agua es entre 2 y 3 litros diarios, aunque siempre es fundamental escuchar las señales del organismo. Además, también se pueden introducir alimentos que contengan alto contenido de agua, como la sandía, las sopas frías o los caldos.
Tomas a demanda en el lactante
Gran parte de la leche materna está compuesta por agua, lo que no hace necesario que el bebé ingiera líquido entre las tomas diarias. En consecuencia, de acuerdo con una publicación de la American Family Physician debe primar la lactancia a demanda, en especial en los meses calurosos.
El metabolismo de los bebés es más rápido que el de los adultos, por esto corren más riesgo de sufrir deshidratación con el calor. Por eso, se recomienda eliminar las tomas controladas y los horarios estrictos, pero ofrecer el pecho a demanda y de forma libre.
Lugares apropiados y frescos
Si sobrellevar el calor de los meses de verano es difícil, puede ser aún más complicado para la madre que está en la etapa de amamantamiento y para el lactante. Esto se debe a que el aumento de las temperaturas tiene consecuencias físicas directas sobre ambos.
Si bien cualquier sitio es bueno para dar el pecho, en los días de calor se recomiendan los lugares frescos y protegidos del sol. A su vez, siempre recuerda utilizar una gorrita y cubrir la cabeza del niño.
Sin embargo, si el ambiente cuenta con un aparato de aire acondicionado, no se debe exponer de forma directa al bebé frente al flujo de aire. Incluso, se recomienda que el menor y la madre lleven prendas de vestir de tejidos frescos y livianos.
Alimentación de la madre
Se recomienda que las madres en período de lactancia ingieran sus 5 comidas al día y se basen en una alimentación variada que abarque todos los tipos de alimentos.
De hecho, en los meses calurosos de verano, las frutas y las verduras de temporada son grandes aliadas debido a que aportan la nutrición e hidratación suficiente. Se deben evitar las bebidas estimulantes (té, café, colas) y los jugos o refrescos azucarados.
Consideraciones finales del calor y la lactancia
Las altas temperaturas pueden afectar el momento de la lactancia y dificultar que el bebé y la madre disfruten de la experiencia hermosa de una manera relajada y cómoda.
Para ello, sigue los simples consejos y transitarás los meses calurosos de la mejor manera.
Bibliografía
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- Westerfield KL, Koenig K, Oh R. Breastfeeding: Common Questions and Answers. Am Fam Physician. 2018 Sep 15;98(6):368-373. PMID: 30215910.