Lactancia materna y tatuajes: todo lo que debes saber

Si bien los tatuajes son una moda actual, existen algunas dudas a la hora de realizarlos durante la lactancia. ¿Afectan al bebé? ¿Son seguros? Te lo contamos.
Lactancia materna y tatuajes: todo lo que debes saber
Maria del Carmen Hernandez

Revisado y aprobado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez.

Última actualización: 15 abril, 2022

La lactancia materna plantea muchos interrogantes a la hora de ingerir de ciertos medicamentos, consumir alcohol, fumar o realizarse un tatuaje. Si bien no existen muchos estudios ni avales de las asociaciones pediátricas respecto a este último punto, hoy te vamos a contar todo lo que debes saber al respecto.

La decisión de realizarse un tatuaje

Los tatuajes son una moda que siempre se mantiene en vigencia en cualquier parte del mundo. De hecho, las personas deciden realizárselos por múltiples razones:

  • Como una forma de expresión.
  • Con fines artísticos o espirituales.
  • En honor a alguien que han perdido.
  • Para santificar una relación especial.

Incluso, muchos nuevos padres se realizan tatuajes con los nombres o los rostros de sus hijos o de sus familias enteras. Y la realidad es que no existen muchas investigaciones sobre la conveniencia y a la seguridad de tatuarse durante la lactancia.

Las posturas de los expertos están divididas. Algunos aconsejan esperar hasta finalizar la lactancia y otros, no consideran que un tatuaje represente un problema de salud. No obstante, todos coinciden en la importancia de tomar las precauciones higiénicas necesarias y de consultar con el médico previamente.

Chica adolescente con un tatuaje en la espalda.
Los tatuajes son una forma de expresión, pero realizárselo conlleva ciertos riesgos. Evalúa la conveniencia o no de tatuarte durante la lactancia y convérsalo con tu médico.

La lactancia materna y la seguridad de los tatuajes

En lactancia o fuera de ella, siempre se recomienda tomar las precauciones de higiene necesarias para prevenir infecciones. Para conseguirlo, es necesario asegurarse de que el establecimiento respete todos los requisitos de asepsia. Incluso, que cuente con materiales estériles y descartables para evitar posibles contagios.

Lo ideal es priorizar las siguientes prácticas de cuidado e higiene:

  • El tatuador debe utilizar guantes de látex durante todo el proceso.
  • El lugar debe estar limpio y las zonas de perforaciones y de tatuajes deben estar separadas.
  • El establecimiento debe contar con autoclave, que es una máquina que esteriliza los equipos y el instrumental reutilizable.
  • Las agujas deben ser descartables, sus paquetes deben estar sellados individualmente y abrirse delante de cada persona antes de comenzar.
  • Los pigmentos para el tatuaje tienen que permanecer en un recipiente estéril.

Si bien la tinta de los tatuajes permanece en la superficie cutánea (no pasa al torrente sanguíneo), alguna podría contener metales pesados, como mercurio, plomo y arsénico.

Al permanecer en la superficie de la piel, la tinta no debería pasar a la sangre de la mujer ni a su leche. En caso de realizarse, tampoco se contraindica el uso de aerosoles con lidocaína (como anestesia local) ni el consumo de analgésicos orales, como el ibuprofeno o el paracetamol.



Otra consideración importante es evitar tatuarse la zona de la areola o del pezón, ya el bebé podría ingerir algunos componentes tóxicos de la tintura de forma accidental.

La eliminación de tatuajes durante la lactancia materna

En el caso de querer eliminar de manera definitiva un tatuaje con el tratamiento láser la situación es diferente. Pues el láser utiliza una tecnología que dispersa los pigmentos del tatuaje y en este caso, podrían pasar a la sangre y a la leche maternas.



¿Puede infectarse un tatuaje?

La higiene de los establecimientos de tatuajes no es un aspecto universal. De hecho, algunos de ellos no respetan los estándares mínimos de seguridad en lo que respecta a la esterilidad de los equipos y de los instrumentos.

En consecuencia, aumenta el riesgo de contraer infecciones venéreas, como la hepatitis B, el VIH y la hepatitis C, según describe la American Pregnancy Association.

Una vez realizado el tatuaje, no se requiere desinfección, sino un lavado diario de la piel con agua y con jabón. Además, se recomienda humectar la zona tatuada con cremas con alto contenido de vitamina A varias veces en el día, al menos por tres semanas.

Características de un tatuaje infectado

Contraer infecciones es muy riesgoso para las mujeres que amamantan. Por un lado, pueden transmitirles gérmenes a sus niños y por el otro, tener inconvenientes a la hora de mantener la lactancia y recibir ciertos medicamentos. De esta manera, es apropiado consultar rápidamente ante la mínima sospecha de enfermedad.

Algunos de las manifestaciones clínicas que sugieren una infección son fiebre, cansancio y escalofríos. También, secreción maloliente en la zona del tatuaje, ampollas con pus y dolor en las articulaciones.

Por esto, es importantísimo seguir las indicaciones del tatuador, ya que los gérmenes podrían colonizar la herida a medida que cicatriza. Si bien en la mayoría de los casos estas infecciones son de fácil tratamiento, existe la posibilidad de contraer cuadros más severos, como los causados por los estafilococos.

Adolescente haciéndose un atatuaje.
Si optas por hacerte un tatuaje, asegúrate de que el tatuador y el establecimiento cumplan con los requisitos de asepsia. También, que el material sea descartable y se abra únicamente en tu presencia.

La decisión de realizarse un tatuaje puede esperar

En conclusión, si no te sientes segura o cómoda de hacerte un tatuaje mientras amamantas, opta por no hacerlo. De hecho, es mejor prevenir que curar y no correr el riesgo de contraer enfermedades complejas, como la hepatitis B, C y el VIH.

No obstante, si durante la lactancia materna quieres hacerte tatuajes, asegúrate de tomar todas las medidas necesarias para prevenir estas infecciones, al igual que harías en cualquier otro momento.


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