¿Qué son los calambres de implantación?

Las primeras semanas de embarazo suelen acompañarse de algunos síntomas un tanto extraños, como los calambres de implantación. Estas molestias abdominales se perciben como leves puntadas en el bajo vientre, que se asemejan a los dolores menstruales. Pero que en caso de coincidir con un atraso, pueden sugerir una gestación en curso.

Si bien estos calambres son comunes, no todas las mujeres los experimentan. Por eso, vamos a contarte qué esperar y cómo identificarlos si estás en la búsqueda de un bebé. ¡No dejes de leer!

¿Qué son los calambres de implantación?

Los calambres de implantación, también llamados cólicos de implantación del embrión, son unos dolores punzantes de intensidad leve a moderada que aparecen en la parte baja del abdomen. Estos ocurren como consecuencia de la adherencia del óvulo fecundado al endometrio, la capa más superficial de la cavidad uterina, unos días luego de la concepción.

Una vez en el espesor del endometrio, el embrión es provisto de oxígeno y de nutrientes presentes en la sangre materna y esto favorece a su desarrollo y supervivencia.

Durante el proceso de implantación, la futura mamá puede sentir algunas molestias producto de la rotura de vasos sanguíneos y de la formación de otros nuevos. De esta forma, los calambres de implantación suelen acompañarse de una ligera pérdida hemática, llamada sangrado de implantación, que dura entre 2 y 5 días. Esta se diferencia de la menstruación por ser escasa y de color rojo oscuro o café.

¿Cuándo aparecen los calambres de implantación?

El momento en el que aparecen los calambres de implantación varía entre una mujer y otra, pues depende de la regularidad del ciclo menstrual.

En líneas generales, si una mujer tiene un ciclo menstrual regular de 28 días, el óvulo puede tardar en implantarse de 6 a 10 días luego de la fecundación. Es decir, entre 10 a 14 días posteriores a la ovulación.

El período de presentación habitual de los calambres suele coincidir con la fecha esperada para la menstruación, por lo que es común que ambos fenómenos se confundan. De hecho, muchas mujeres no se dan cuenta de que están embarazadas y asumen que han menstruado, cuando en realidad han presentado un sangrado de implantación.

Características de los calambres de implantación

Los calambres de implantación son percibidos de distintas maneras. Habitualmente, se sienten como una leve molestia o dolor punzante en la parte baja del abdomen. Son similares a los calambres menstruales, pero no tan intensos como estos últimos.

Otras mujeres refieren haberlos sentido como un tirón en el vientre, acompañado de hormigueo. Estos calambres pueden aparecer solo un momento o de forma intermitente a lo largo de uno o dos días.

De igual manera, los calambres de implantación pueden acompañarse de otros síntomas típicos del inicio del embarazo:

• Dolores leves en la zona lumbar.
• Sangrado de implantación.
• Sensibilidad y dolor en los pechos.
• Náuseas y vómitos.
• Sensación de plenitud en el abdomen.
• Fatiga.
• Somnolencia.
• Rechazo a algunos olores o alimentos.

¿Son habituales los calambres de implantación?

Tal como hemos anticipado, no todas las mujeres sienten las molestias de implantación y de hecho, para muchas pasa totalmente desapercibida. De esta manera, no es posible estimar una frecuencia y no se lo toma como un signo cardinal de la gestación.

Si estás en la búsqueda de un bebé y percibes estas molestias, realízate una prueba de embarazo para detectar a presencia de gonadotropina coriónica humana (hCG) en sangre o en orina. Eso sí, debes hacerlo unos días luego de la ausencia de la regla, para que su concentración aumente considerablemente y pueda ser detectada con estas pruebas.

¿Es necesario tomar medicamentos para tratar los calambres?

Los calambres de implantación no llegan a ser tan fuertes como para requerir medicación. En ocasiones, basta con tomar un descanso, o colocar un poco de calor en el abdomen para que cedan.

No debes preocuparte por ellos, pues conforman un indicio de que todo marcha como se espera en esta primera etapa del embarazo. El útero se prepara para formar la placenta y así, nutrir y mantener vivo al bebé.

Debes saber que es normal sentir leves pinchazos o calambres en el útero y en la pelvis durante toda la gestación, pues responden a los cambios fisiológicos que se generan en estos tejidos. Pero asegúrate de que sean pasajeros y de baja intensidad.

Si, por el contrario, persisten más de 2 días o se acompañan de fiebre o de sangrado intenso, solicita una valoración médica a la brevedad.