Las 6 infecciones más comunes en la boca de los niños

Distintos gérmenes pueden causar infecciones en la boca de los niños. Te contamos cuáles son las afecciones más frecuentes de esta cavidad para que sepas qué esperar.

medico mira garganta boca de nina con palito bajalenguas linterna examen

Las bacterias, los virus y los hongos pueden causar enfermedades que se manifiestan dentro de la cavidad bucal. Conocerlas te ayudará a estar preparada para prevenirlas y en el caso de que aparezcan, para saber qué esperar y cómo acompañar mejor a tu pequeño. Por eso, hoy te vamos a contar cuáles son las infecciones más comunes en la boca de los niños. ¡No dejes de leer!

1. Caries dental

La caries es una de las infecciones más comunes y frecuentes en la boca de los niños. Se trata de la destrucción de los tejidos duros de las piezas dentarias por la acción de los ácidos que se obtienen al metabolizar los azúcaes de la dieta.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS):

“Según el Global Burden of Disease Study, en 2017 más de 530 millones de niños de todo el mundo tenían caries dental en los dientes de leche.”

Se considera una infección porque uno de los factores necesarios para su desarrollo es el acúmulo de bacterias en la boca. El Streptococcus mutans es el agente microbiano más significativo en este proceso de destrucción dentaria.

Cuando las caries recién comienzan, se observan como manchas blancas en los dientes, las cuales luego se tornan amarillas, marrones y hasta negras. Si el niño no recibe atención odontológica de manera oportuna, el proceso continúa y avanza en extensión y en profundidad hasta la pérdida completa de la pieza. Esto ocasiona problemas estéticos, para alimentarse, para hablar y para ocluir la boca de manera adecuada.

La buena noticia es que esta infección de la boca se puede prevenir con una adecuada higiene oral, con el uso de fluoruros y con una dieta saludable. Cepillar los dientes del niño todos los días con pastas fluoradas y disminuir el consumo de dulces y refrescos es una de las mejores maneras de evitar las caries.

Y si el proceso carioso se produce de todos modos, existen tratamientos odontológicos para ponerle fin al problema y devolver la salud oral al niño. Cuanto antes se realicen, más sencillos y cómodos serán, por lo que las revisiones periódicas con el odontopediatra son fundamentales.

nina pequena con gomita golosina en la boca y muelas con caries
Las golosinas son deliciosas, pero hay que ofrecerlas con moderación y asegurar una correcta higiene oral luego del consumo. De lo contrario, podría aumentar significativamente el riesgo de desarrollar caries.

2. Gingivitis y enfermedad periodontal

La gingivitis es otra de las patologías ocasionadas por el acúmulo de placa bacteriana. Pues cuando los gérmenes de la boca no se eliminan correctamente con el cepillado, irritan el tejido gingival y lo inflaman.

Las encías inflamadas se ven rojas e hinchadas, molestan y sangran durante el cepillado. Si este problema no se trata a tiempo, puede evolucionar a la piorrea o enfermedad periodontal. Este último escenario no es lo más frecuente en los niños, pero no deja de ser una posibilidad. En él la inflamación y la infección se desplazan a zonas más profundas y acaban por afectar los tejidos de sostén de los dientes.

La higiene bucal diaria y las limpiezas dentales profesionales son las mejores opciones para prevenir la gingivitis en la boca de los niños. Realizar un adecuado cepillado de dientes, usar hilo dental y pastas con flúor y visitar al dentista cada 6 meses pueden evitar los problemas en las encías.

3. Candidiasis o muguet

La candidiasis, también conocida como muguet, es otra de las infecciones comunes en la boca de los niños. Sobre todo, de los más pequeños que todavía amamantan.

Dicha infección es provocada por el hongo Candida albicans, que forma parte de la flora habitual de la boca. Ante ciertas condiciones favorables para el microorganismo, su crecimiento aumenta, rompe así el equilibrio del ecosistema bucal e infecta los tejidos orales.

El uso excesivo o frecuente de antibióticos, una higiene bucal exagerada, ciertos tratamientos médicos o algunas enfermedades sistémicas son ejemplos de condiciones capaces de favorecer su aparición.

El muguet se caracteriza por la aparición de pequeñas manchas blancas en la lengua, en la comisura de los labios, las mejillas, el paladar y en otras zonas de la mucosa oral. Tiene el aspecto de leche coagulada y no se quita al intentar removerlo con una gasa.

Cuando el niño presenta estas manchas en la boca es oportuno llevarlo al pediatra o al odontopediatra para que indique un tratamiento adecuado.

4. Herpes bucal

Las infecciones por el virus del herpes son bastante comunes en la infancia y el mismo agente puede dar origen a dos procesos distintos.

Gingivoestomatitis herpética

Se trata del cuadro clínico que se produce por la primera infección del virus del herpes. Es más común en niños pequeños, entre los 0 y los 3 años.

El síntoma característico es la inflamación y el sangrado de las encías y la aparición de pequeñas ampollas y úlceras en toda la boca. Las mismas son muy dolorosas y dificultan la alimentación y la hidratación del infante. Además, pueden acompañarse de fiebre, babeo excesivo, irritabilidad y cansancio.

El proceso suele durar alrededor de una semana y desaparece espontáneamente. No obstante, el médico puede indicar medicamentos para aliviar el dolor y contribuir a que el pequeño pueda continuar alimentándose. Pues la deshidratación es una complicación muy frecuente que se debe prevenir.

Como todo herpes, se contagia fácilmente, así que lo mejor es evitar el contacto con otros niños durante el brote. El lavado de manos y de los utensilios y juguetes que el bebé se lleva a la boca es fundamental para prevenir la transmisión en el hogar.

Debes saber que la primera infección del virus del herpes no siempre ocasiona este cuadro clínico y que en algunos niños, puede pasar totalmente inadvertida.

boca nino con aftas en el paladar
La estomatitis herpética es una condición molesta y muy sintomática que se produce por el primer contacto del niño con un agente de la familia de los virus herpes. Afecta la mucosa de las encías, del paladar y de la garganta, lo que dificulta la alimentación y la hidratación.

Herpes labial recidivante

El herpes oral también ocasiona pequeñas lesiones dolorosas en loa boca o en la piel de los labios, con forma de ampollas en ramillete. Y cuando estas se rompen (pues pican mucho), dejan costras de color amarillento que curan al cabo de unos días.

Esta infección es causada por el virus del herpes simple y una vez que el niño ya ha sido infectado, este agente infeccioso permanece latente en su cuerpo por el resto de su vida.

Cuando por algún motivo disminuyen las defensas y el virus encuentra una situación oportuna, se reactiva y vuelve a provocar la sintomatología. El consumo de algunas comidas, la exposición al sol, los resfriados, los traumatismos o los momentos de estrés son algunos factores que pueden contribuir a que el cuadro se manifieste nuevamente.

Todo el proceso suele tener una duración de una semana a 10 días y en general, no requiere tratamiento. Aunque sí se puede colocar un antiviral de manera tópica sobre las lesiones para acelerar su curación.

Los brotes de herpes oral son contagiosos, por lo que se debe extremar el lavado de manos de los pequeños y evitar que se toquen las llagas. Ten presente que el virus puede trasladarse hacia otras mucosas a partir de las manos contaminadas.

5. Enfermedad de mano, pie, boca

La enfermedad de manos, pies y boca es una infección causada por el virus Coxsackie A16 o el enterovirus 71. Esta patología no solo afecta la boca, sino también a la piel de otras partes del cuerpo.

El cuadro se caracteriza por cursar con dolor de garganta y fiebre. Y se desarrollan ampollas dolorosas en las mejillas y la lengua, las palmas de las manos, las plantas de los pies y las nalgas.

Este proceso afecta a niños pequeños y de edad escolar y si bien suele ser molesto, tiende a desaparecer al cabo de tres a siete días.

6. Herpangina

La herpangina es otra de las infecciones comunes en la boca de los niños también provocada por un virus. El origen, de hecho, suele ser el mismo que el de la enfermedad de manos, pies y boca: el Coxsackie A y los enterovirus.

La localización más frecuente es el paladar blando, las amígdalas y la garganta y el cuadro suele acompañarse de fiebre, dolor de garganta y dificultad para tragar.

Esta infección se manifiesta a través de pequeños puntos rojos en la parte posterior de la boca. Estos se tranforman en ampollas líquidas rápidamente, que luego se rompen y dan lugar a las llagas dolorosas. Estas últimas son tan molestas, que provocan que el niño rechace la comida y el agua. No obstante, desaparecen por sí solas al cabo de 5 a 10 días.

Afecta con mayor frecuencia a los infantes entre los 3 y los 10 años, sobre todo en las estaciones de verano y de otoño.

En esta etapa es importante garantizar la hidratación del pequeño. También se pueden usar medicamentos para el dolor o algunas medidas caseras para aliviar los síntomas.

enfermedad mano pie boca infeccion enterovirus coxackie
La enfermedad mano-pie-boca es una eruptiva frecuente durante la infancia. El virus que la provoca se contrae por contacto directo con las secreciones respiratorias del aire o presentes en las manos.

¿Cómo prevenir las infecciones en la boca de los niños?

Las causas de las infecciones más comunes en la boca de los niños pueden ser virus, bacterias y hongos. La llegada de los gérmenes, en algunas ocasiones, no se podrá evitar. Pero con algunas medidas simples será posible disminuir el riesgo de enfermar.

El cuidado de la dieta y una adecuada higiene oral son dos estrategias fundamentales para disminuir los acúmulos de placa bacteriana. Las visitas periódicas al dentista también son claves para controlar a las bacterias y mantener la salud bucal.

Evitar probar la comida de los bebés, limpiar sus utensilios con la saliva o darles besos en la boca ayuda a disminuir la transmisión de gérmenes. La limpieza del hogar y de los productos que usan los pequeños, sumado a una adecuada higiene de manos también favorece la prevención.

Y si las infecciones aparecen, acudir al pediatra o al dentista para buscar ayuda profesional es la mejor manera de acompañar a tu pequeño.

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