La crianza es uno de los procesos más complejos de la vida, pues se tienen que encontrar las estrategias adecuadas para transmitirles enseñanzas importantes a los hijos. Además, hay que atender de tiempo completo a cada una sus necesidades.
Ningún padre tiene el manual de instrucciones para criar a la perfección. De esa manera, el camino se hace más complejo, porque se descubren día a día las cuestiones que deben ser alejadas de los niños.
A causa de ello, es normal que todos los padres en algún momento cometan errores. Sin embargo, es preciso identificarlos a tiempo para evitar que se consoliden y que causen daños profundos en el desarrollo de los menores.
Cuando los errores se normalizan, comienzan a aparecer algunas señales que anuncian que el bienestar de los niños está en peligro. Por esa razón, a continuación te detallamos las alertas con las que puedes identificar que estás siendo un mal padre y que necesitas un cambio urgente.
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Omitir el tiempo de calidad
En la actualidad, muchos padres invierten gran parte de sus tiempos libres en atender al celular. A causa de esto, no le brindan una atención total a los hijos cuando ellos los invitan a jugar o a conversar.
Este suceso les genera un gran dolor emocional a los niños, pues no encuentran una compañía con la cual desahogarse y expresar sus experiencias más trascendentales.
Además, no logran despejar las dudas que les surgen en el día a día y se llenan de miedos y de frustraciones. Se sienten a la deriva.
Agredir con palabras
Lo más importante para los niños son sus padres. Debido a ese motivo, guardan en lo más profundo de su corazón cada una de sus palabras. Y si en algún momento se emite algún insulto en contra de ellos, lo recordarán y esto los mortificará por el resto de sus vidas.
Los niños siempre creen que sus padres tienen la razón, pues son sus grandes referentes de la vida. Entonces, cuando se les dice a los niños que son un problema y que no aportan nada, se les hace sentir que todo en realidad es así.
De esa manera, se afecta totalmente la autoestima de los menores ya que estos se convencen de que no tienen ninguna habilidad. Sumado a ello, ganan miedos que les impiden comunicar cada una de sus ideas con total confianza.
Asimismo, se afectan sus relaciones sociales, porque a partir de ahí los pequeños actúan a la defensiva por creer que todos los van a atacar. A raíz de ese hecho, se llenan de rencores y se convencen de que nadie merece su respeto, pues nadie los respeta a ellos.
Un mal padre no fija reglas
Cuando los niños van por la vida haciendo lo que quieren, no logran diferenciar lo que está bien de lo que está mal. De ese modo, les cuesta vivir en sociedad porque con sus acciones interfieren en el bienestar de los demás y creen que nadie les puede decir nada.
Aparte de ese fenómeno, un niño que crece sin reglas nunca adquiere hábitos. De esa manera, nunca se entera de la importancia de tener responsabilidades para cumplir con los objetivos planeados en la vida y de estar inmerso en entornos sanos.
Amenazar con golpearlos
Los malos padres le levantan la mano a los niños cuando están molestos. Con esto, consiguen que el niño crezca con un miedo desaforado a la agresión de cualquier persona, en cualquier momento.
Cuando un padre amenaza a un hijo con golpearle consigue que el niño sienta ira por él, pues le da a entender que se encuentra en peligro y no le brinda las garantías para entrar en confianza.
Adicional a esto, se origina un problema profundo en la conducta del niño, el cual también comienza a golpear o a amenazar a los demás cuando están en desacuerdo con él.
Un mal padre no confía
Creer en las versiones de los demás e ignorar el punto de vista de los hijos, también es una señal de alerta de los malos padres. Pues, los niños piensan que en su casa jamás le dan ninguna importancia a lo que ellos manifiestan.
A raíz de ese hecho, crecen inseguros de sí mismos porque creen que los pueden castigar en cualquier momento, así no hayan hecho nada. Asimismo, pueden acabar por adquirir un comportamiento rebelde al ver que no les ha servido de nada querer actuar bien.
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Una reflexión final acerca de la crianza de los hijos
Los padres son las personas que consiguen que el desarrollo de un niño resulte positivo o negativo, pues con sus acciones pueden despertar cada una de las habilidades de los niños o generarles mayores inseguridades.
Por esa razón, es vital cortar las malas conductas de raíz. Esto ya que las experiencias dolorosas les causan un dolor incurable a los niños y les genera afecciones constantes hasta la adultez.
Bibliografía
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- Peredo R. Los miedos infantiles y su relación con la manifestación de indicadores de depresión y ansiedad en niños de edad escolar [Internet]. (S.L): (S.E); (S.F). [citado 17 de diciembre de 2021]