¿Cómo detectar el maltrato psicológico infantil?

La gravedad del maltrato psicológico depende de algunos factores puntuales, pero siempre deja huellas negativas en la mente de los pequeños.

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El maltrato psicológico infantil es más frecuente de lo que se cree. Muchas veces son comportamientos disfrazados de sutilidad que esconden cierta violencia, como los “castigos educativos”.

Fenómenos como estos se encuentran en miles de hogares y espacios por donde transitan las infancias. Y de hecho, los casos de maltrato infantil se han incrementado considerablemente a causa del aislamiento de la pandemia.

Sin embargo, existen indicadores que nos permiten abordar esta problemática desde la prevención y la intervención oportuna. ¿Quieres conocerlos?

¿Qué es el maltrato infantil?

El maltrato infantil es toda acción u omisión que pueda ocasionar un daño en el desarrollo integral de un niño, ya sea a nivel físico, psicológico, emocional o social.

Por este motivo, el maltrato puede adoptar diversas formas, algunas más visibles que otras. Por ejemplo, la negligencia (desatención, indiferencia, descuido hacia las necesidades y demandas), la explotación, el abuso (sexual, psicológico o físico) y la inducción de la enfermedad o el invento de dicha condición en el menor.

Según diferentes investigaciones, existen diferentes factores de riesgo que aumentan la posibilidad de que los niños sean maltratados. Entre ellos se destacan los siguientes:

  • Factores ambientales: inestabilidad económica, aislamiento de la familia, desempleo de los padres.
  • Factores vinculados con sus progenitores: consumo problemático de sustancias, antecedentes personales de maltrato en la infancia, desconocimiento acerca del desarrollo infantil, estilo autoritario de crianza, progenitores adolescentes.
  • Características del niño: condiciones de salud que impliquen una mayor vulnerabilidad o requieran grandes cuidados, como una enfermedad crónica o un trastorno del desarrollo.

Es importante destacar que la presencia de un factor de riesgo no implica necesariamente que exista maltrato infantil. Pero la combinación de estos elementos favorecen a la aparición de esta condición en el hogar.

Por último, vale la pena mencionar que el maltrato psicológico infantil no se da únicamente en el seno de la familia, sino también en los ámbitos institucionales.

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Tipos de maltrato infantil

Existen distintos tipos de maltrato infantil: el físico, el abuso sexual, el abandono y el psicológico o emocional.

En cuanto al maltrato psicológico, este cumple una serie de requisitos como los que se mencionan a continuación:

  • El niño recibe insultos y amenazas con frecuencia.
  • Es atemorizado o amenazado para que realice determinadas acciones aún contra su voluntad.
  • Suele recibir castigos físicos o psicológicos de manera frecuente.
  • Permanece en aislamiento.
  • Carece de oportunidades o posibilidades para desarrollarse, crecer y alcanzar el estado de bienestar.
  • Recibe humillaciones por su aspecto, su personalidad, las cosas que hace, o las que no hace.
  • Es ridiculizado o calificado de forma peyorativa.
  • Vivencia la indiferencia o el rechazo implícito o explícito de sus cuidadores.
  • Es testigo del maltrato o violencia entre sus progenitores.

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Indicadores de maltrato psicológico infantil

El maltrato infantil puede detectarse de diferentes maneras, aunque la forma más evidente es por medio de la observación del comportamiento del niño. En este sentido, cuando se presentan cambios de manera abrupta, sin un motivo aparente, estos deben llamarnos la atención.

Algunos de los indicadores que dan cuenta de la presencia de maltrato psicológico infantil son los siguientes:

  • Ansiedad y nerviosismo permanente.
  • Timidez excesiva.
  • Incomodidad ante la presencia de otros adultos.
  • Tristeza, desánimo, dejadez, poco interés por las actividades.
  • Agresividad, ira, reacciones desmedidas de enojo con sus pares.
  • Dificultades vinculadas con el sueño.
  • Regresión de algunas conductas de etapas previas.
  • Problemas alimenticios.
  • Cambios en el rendimiento escolar.

Por supuesto que estos indicadores no son exclusivos de maltrato, sino que pueden ser síntomas de otras condiciones de salud. Por eso, es importante compartir tiempo con el niño a fin de identificar qué le sucede.

A su vez, la consulta profesional puede resultar útil para realizar el diagnóstico diferencial e identificar la posible causa de su comportamiento o su malestar.

Consecuencias del maltrato psicológico infantil

Las consecuencias del maltrato psicológico infantil son severas en todos los aspectos de la vida de los pequeños, pues el daño ocurre en una etapa de pleno desarrollo.

Sin embargo, su mayor o menor gravedad depende ciertos factores individuales, como la edad del niño, el tipo de maltrato y la cronicidad del mismo.

Algunas de las consecuencias más notorias se expresan en las siguientes esferas del infante:

  • Cognitiva: se manifiestan por medio de dificultades del aprendizaje.
  • Psicológica: salen a la luz como problemas conductuales, dificultades para autoregularse o signos de baja autoestima.
  • Orgánica: aparecen lesiones en el cerebro que pueden afectar el neurodesarrollo del niño.

Entonces, ¿qué podemos hacer para prevenir el maltrato psicológico infantil?

Para tratar bien a nuestros hijos debemos demostrarles afecto y disponibilidad. Así mismo, facilitarles experiencias variadas de aprendizaje, estar atentos a sus necesidades, escucharlos y proveerles los cuidados básicos (alimentación, educación y vivienda).

Estas son algunas de las medidas que pueden propiciar a una infancia protegida y de bienestar.

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El maltrato no se presenta de un día para el otro

Niña mirando por la ventana muy triste.

Muchas veces se piensa que el maltrato se limita al momento en que el niño recibe un golpe, pero este da anuncio antes. En general, suele presentarse a través de formas más sutiles, pero igualmente dañinas y dolorosas.

Es importante no normalizar ciertos comportamientos parentales bajo la idea de que “les estamos haciendo un bien”, “así aprenden de qué se trata la vida” o “es para que no sean malcriados”.

Estas ideas, lejos de promover relaciones saludables y vínculos de confianza, les enseñan a los infantes que deben estar en estado de alerta permanente y que deben protegerse de las personas. De hecho, muchos de esos niños serán quienes luego ejerzan violencia o bullying contra sus pares.

Entonces, habrá que prestar atención a estos indicios y cuestionarse las propias ideas. Incluso, revisar la propia infancia para no confundir la disciplina y los límites con la violencia y el maltrato.

Bibliografía

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  • Aparicio, A. M. (2008). Hacia un sistema de clasificación nosológico de maltrato infantil. Anales de Psicología/Annals of Psychology24(1), 77-87. Disponible en: https://revistas.um.es/analesps/article/view/31801
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