La pérdida de las piezas dentarias temporarias previa a la erupción de las definitivas es un proceso natural que ocurre en la boca de todos los niños. Pero la caída prematura de un diente de leche puede significar un problema en la boca de los pequeños.
Si un elemento de temporario se sale antes de tiempo, las condiciones bucales se alteran, la mordida se modifica y la erupción de las piezas definitivas resulta afectada. Los motivos que pueden ocasionar esta pérdida prematura son varios y aquí te los contamos. Además, te explicaremos cómo debes actuar si a tu pequeño le sucede. ¡No te lo pierdas!
La importancia de los dientes de leche
Aunque cada vez más padres conocen la importancia de cuidar los dientes temporales de sus hijos, lo cierto es que en la sociedad todavía circula el mito de que son dientes descartables. Para muchos, se trata de una dentadura pasajera que no requiere demasiada atención, pues a la larga acaba por caerse.
Pero esta creencia no solo es incorrecta, sino peligrosa. No cuidar las piezas dentarias de los niños puede llevar al desarrollo de enfermedades bucales capaces de afectar la salud y la calidad de vida del pequeño.
Los dientes de leche son 20 y cumplen varios roles importantes en la boca del niño. Siempre que estén sanos y presentes le permitirán al pequeño desarrollar las funciones bucales sin inconvenientes. Por ejemplo, contribuirán a la correcta masticación del alimento, un acto fundamental para la nutrición, e intervendrán en la fonación y en la pronunciación de las palabras. Asimismo, la presencia de los elementos temporales en la boca favorecerá el desarrollo y el crecimiento de los huesos maxilares. Y además, servirá para guardar el espacio necesario para las piezas definitivas.
¿Cuándo se caen los dientes de leche?
La pérdida natural de los elementos dentarios de leche es un proceso progresivo, que inicia alrededor de los 6 y finaliza cerca de los 12 años del niño. De todos modos, cada pequeño tiene su propio ritmo de crecimiento, lo que explica que pueda comenzar o terminar antes o después.
La salida de los dientes de leche sucede cuando el elemento definitivo que lo reemplazará ya está desarrollándose en el interior del hueso y está listo para erupcionar. La pieza permanente comienza a reabsorber la raíz de la temporaria que, al perder sostén, se mueve hasta que se cae.
Los incisivos suelen ser los primeros dientes de leche en caerse, y este hito ocurre entre los 6 y los 8 años. Luego, siguen los primeros molares, alrededor de los 9 y 10 años. Por último, se pierden los caninos y los segundos molares entre los 10 y los 13 años.
Causas de la caída prematura de un diente de leche
Como adelantamos, son varios los motivos que pueden llevar a que una pieza temporaria se salga antes de tiempo. A continuación, mencionamos los más frecuentes:
- Caries: es la causa más común que lleva al deterioro de los elementos dentarios. La destrucción avanzada de los dientes culmina con la indicación de una extracción por parte del odontólogo o con la rotura espontánea de los mismos y la expulsión de sus fragmentos por parte del organismo.
- Traumatismos: sufrir un golpe en la boca puede llevar a la salida completa de la pieza dentaria de la cavidad oral sin posibilidad de reimplantación. Este tratamiento se trata de evitar en los dientes de leche por el riesgo de producir daños a la pieza permanente que está en formación.
- Infecciones: la presencia de un proceso infeccioso en las raíces dentarias, ya sea como consecuencia de caries o de traumatismos, puede llevar a la reabsorción de la misma y a la pérdida prematura del elemento.
- Problemas nutricionales: una dieta deficiente en calcio, magnesio, fósforo o vitamina D afecta al correcto desarrollo de la estructura ósea y puede acelerar la pérdida de los dientes de leche.
- Malformaciones en la mandíbula o fisuras palatinas: ambas condiciones afectan al desarrollo de la raíz dental, lo que altera su sostén y pueden derivar en la caída prematura del diente de leche.
Consecuencias de la caída prematura de un diente de leche
Al perderse un diente de leche antes de tiempo, las funciones masticatorias, deglutorias y fonéticas del niño se ven alteradas. En algunos casos, la situación también puede generar vergüenza o ser motivo de burlas hacia el pequeño, lo que acaba por afectar su vida social y su autoestima.
A nivel bucal, la caída prematura de un diente de leche está asociada al desarrollo de maloclusiones dentarias, pues los dientes vecinos se inclinan y se mueven para ocupar el espacio remanente. Es así que la mordida se modifica, el perímetro del arco dental se acorta y cuando el diente definitivo busca salir, ya no encuentra su lugar. En consecuencia, erupciona en un sitio incorrecto, o provoca apiñamientos, diastemas, problemas de oclusión y malposiciones.
¿Qué hacer ante la caída prematura de un diente de leche?
Si bien lo ideal es evitar la caída prematura de un diente de leche, existen situaciones que no se pueden prevenir. Bajo estas circunstancias, es fundamental consultar con el odontopediatra para que evalúe el caso puntual del niño. Con un minucioso examen físico, radiográfico y fotográfico, el dentista podrá determinar el tiempo que falta para la erupción de la pieza definitiva y plantear la mejor terapéutica.
A menos que la pieza definitiva esté pronta a erupcionar, el dentista podrá recomendar colocar en la boca un mantenedor de espacio. Se trata de un aparato que evita que las piezas dentarias vecinas se muevan y ocupen el lugar del diente perdido. Debes saber que este aparato no interfiere en la erupción de los demás dientes ni perjudica el desarrollo ni el crecimiento de los maxilares.
Los mantenedores de espacio pueden ser fijos o removibles (de quita y pon) y se confeccionan con acrílico o metal. La elección de cada uno dependerá de la cantidad de elementos perdidos y de las particularidades del pequeño. Será el dentista quien determine la mejor opción para cada caso.
Con este procedimiento se evitan los problemas de maloclusión que sueles derivar de la caída prematura de un diente de leche.
La importancia de cuidar los dientes de leche
Como ya hemos expresado, la salud de los dientes de leche es fundamental para el correcto desarrollo del niño. Por este motivo, prestar especial atención al cuidado de la boca desde edades tempranas es la mejor manera de prevenir los problemas orales.
Para mantener la boca sana es necesario cepillar dientes, encías y lengua del pequeño tres veces al día con una cantidad de pasta dental con flúor apropiada para la edad. También, llevar una dieta nutritiva, rica en minerales y en vitaminas y pobre en azúcares simples o refinados.
Visitar con frecuencia al odontopediatra de manera regular, al menos 2 veces al año desde el primer año de vida del niño, es crucial para el cuidado de su salud bucodental. El profesional sigue el crecimiento de la boca, la erupción de los dientes y puede detectar y resolver cualquier problema a tiempo. También, ayuda a los papás cuál es la mejor manera de cuidar la boca de su pequeño.
Con estos hábitos saludables, evitar la caída prematura de un diente de leche es posible. Estas simples medidas ayudarán a tu hijo a tener una sonrisa sana y a transitar el recambio de sus dientes de manera natural y en el momento oportuno.
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