Cebolla para la tos en niños: ¿funciona?

La tos derivada de los catarros puede resultar molesta para los niños. Por ello, se propone respirar los vapores de una cebolla para aliviar el síntoma. ¿Pero, funciona?

Colocar una cebolla en la mesilla de noche, beber jarabe de cebolla y miel, cebollas en calcetines dentro de la cama… existen multitud de remedios caseros con cebolla para tratar la tos en niños.

Es frecuente que los niños contraigan resfriados y catarros durante los primeros días de colegio o guardería. Si bien no se trata de una patología grave, puede generar algunos síntomas molestos en los pequeños y el sufrimiento de los padres.

Sin embargo ¿se trata de algo anecdótico o dispone de evidencia científica que respalde su eficacia? Hoy te vamos a contar qué dice la ciencia sobre la efectividad del uso de la cebolla como remedio natural para la tos.

La relación entre la cebolla y el tratamiento de la tos

alimentos utiles para reforzar sistema inmune prevenir enfermedades

Los vapores de la cebolla irritan los ojos y según la sabiduría popular, podrían ser los responsables de ayudar a calmar la tos ejerciendo un efecto calmante sobre los bronquios. 

De este modo, bastaría con dividir una pieza de este vegetal en cuartos y dejarla a un lado de la cama para evitar las molestias del resfriado, disminuir los ataques de tos infantiles y mejorar su sueño y descanso cuando están resfriados.

En realidad se desconoce el origen exacto de esta tradición que, no obstante, se practica en diferentes países y de las formas más variadas.

Es verdad que se trata de un remedio natural e inocuo, que no genera daños en la salud de los más pequeños.

Ahora bien, tampoco existe ningún tipo de evidencia científica que avale su efectividad más allá de un posible efecto placebo basado en la confianza de que este funcione. Por este motivo, los expertos apuestan a otro tipo de prácticas que sí han demostrado resultados positivos en los ensayos clínicos.

Remedios eficaces para calmar la tos

La tos es un motivo habitual de consulta en pediatría y es uno de los síntomas más frecuentes de enfermedades diversas en los niños. No suele ser indicativa de enfermedades graves y en cambio es un mecanismo del cuerpo para proteger los pulmones y las vías respiratorias.

En muchos casos suele estar provocada por virus y es necesario respetar el propio curso de curación de estos. En general no se indican medicamentos a no ser que impidan de manera persistente el sueño de los niños o causes molestias graves.

Sin dejar de lado la necesidad de hacer una consulta médica si la tos es preocupante, existen algunos remedios caseros que se pueden aplicar para intentar paliar la tos en niños.

De acuerdo con un estudio publicado en The Cochrane Database of Systematic Reviews, el consumo de miel antes de dormir podría aliviar de manera significativa la tos nocturna de los niños.

A pesar de que la evidencia al respecto es limitada, se puede implementar esta medida debido a su buena relación riesgo-recompensa. Eso sí, es preferible que la miel sea de buena calidad. 
Otra opción es preparar un jarabe con cebolla y miel para aliviar este síntoma propio del resfriado. Para lograrlo, es necesario realizar los siguientes pasos:

  1. Pelar y trocear una cebolla en cachitos muy pequeños.
  2. Colocarla en un bote y añadirle el zumo de 4 limones y 4 cucharadas de miel.
  3. Cerrar el recipiente y dejar macerar la mezcla durante toda la noche.
  4. Para usar el jarabe, basta con ofrecerle al niño un par de cucharadas.

De todos modos, hay que tener en cuenta que la miel no puede ser administrada a niños menores de un año por el riesgo desarrollar botulismo infantil.

El uso de la farmacología

Es importante destacar que existen ciertos fármacos que funcionan para aliviar la tos de los más pequeños. Pero estos no deben usarse ante cualquier tipo de tos y es necesario contar con la indicación médica correspondiente.

Cuando el uso está justificado, estos medicamentos pueden mejorar el descanso y contribuir a una pronta recuperación.

Qué más se puede hacer para calmar la tos de los niños

Más allá de la toma de jarabes o agua con miel, existen otras formas de poder ayudar a los pequeños a suavizar la tos, mejorar algunas de las molestias asociadas y ayudarles a sentirse mejor :

  • Colocar un humidificador de vapor en la habitación de los niños. También se puede colocar un cazo con agua encima del radiador para aumentar la humedad de la habitación (siempre con cuidado que el agua caliente no pueda dañar al pequeño).
  • Llenar el baño con el vapor proveniente del agua caliente de la ducha y permanecer con el niño un rato en esta habitación es una forma de mejorar la tos seca.
  • La exposición al aire frío también puede ayudar en algunas circunstancias.
  • Incorporar un poco el tronco con la ayuda de una toalla o una almohada adicional.
  • Mantener a los niños hidratados con la ayuda de bebidas frías y evitando los refrescos y el zumo de naranja (que pueden agravar la irritación de la garganta).

Asimismo una nutrición adecuada podría ayudar a fortalecer el sistema inmunitario y reducir la incidencia de las enfermedades respiratorias.

En este sentido, resulta fundamental maximizar el aporte de vitamina C, de zinc, hierro, proteína o selenio en la dieta de los niños. Ambos nutrientes estimulan al sistema inmune y ayudan a combatir el ingreso de microorganismos patógenos.

La cebolla no parece reducir la tos en los niños

te de cebolla

Como has podido comprobar, no existe evidencia a favor de los vapores de la cebolla como remedio para calmar la tos en los niños. Tampoco se exponen argumentos de peso desde el punto de vista de la fisiología y parece tratarse de una simple creencia popular.

Por este motivo, te recomendamos poner en marcha otro tipo de estrategias naturales para los síntomas propios de un catarro. Si tu niño es mayor de un año, puedes implementar la miel y consultarle a tu médico algunas opciones farmacológicas apropiadas.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

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