El cloasma gravídico es una afección cutánea bastante común que es causada por manchas de coloración marrón en el rostro. En general, afecta el mentón, las mejillas, el puente de la nariz, encima del labio superior y la frente. Su aparición suele provocar gran impacto psicosocial en las personas que lo padecen. A continuación, te contamos todo lo que debes saber sobre al respecto.
Causas del cloasma gravídico
Existen múltiples factores que desencadenan la aparición de manchas hiperpigmentadas. El cloasma gravídico se manifiesta por una estimulación de los melanocitos para producir mayor cantidad de pigmento: la melanina.
Factores genéticos
La predisposición genética es uno de los factores más importantes en la génesis del cloasma. De hecho, es más común su presencia en las mujeres con respecto a los hombres. Incluso, alrededor del 50 % de quienes lo padecen, tienen antecedentes familiares del melasma. Además, quienes poseen tipos de piel de coloración oscura son más propensos a su desarrollo.
Exposición a los rayos ultravioleta
Los rayos solares generan radicales libres que son capaces de estimular a las células productoras de melanina: los melanocitos. Por esto, se aconseja el uso constante y diario de protectores solares. A su vez, los métodos físicos de protección también son eficaces, como las gorras, los anteojos con filtro solar o las prendas de vestir con protección.
Factores hormonales
Las hormonas cumplen un papel importante en el desarrollo del cloasma gravídico. Es decir, los niveles de progesterona, estrógeno y hormona estimulante de melanocitos aumentan en el tercer trimestre del embarazo, por lo que aumentan las probabilidades de su aparición. Además, los niveles elevados de hormonas por el uso de pastillas anticonceptivas también pueden estimular la generación de manchas en el rostro.
Enfermedades endocrinas
Existe una relación entre la patología tiroidea y el desarrollo del melasma. De hecho, los cuadros de hipertiroidismo se caracterizan por la piel húmeda, delgada y con zonas de hiperpigmentación. Por su parte, el hipotiroidismo presenta piel áspera, seca, fría, gruesa y edematosa, con un tinte amarillo y facilidad para desarrollar equimosis.
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Manifestaciones clínicas del cloasma gravídico
El cloasma gravídico está presente entre el 15 % y el 50 % de las pacientes embarazadas. A su vez, su localización más frecuente es en el rostro y se distribuye de forma simétrica. Se trata de manchas de coloración irregular que pueden variar en la tonalidad, desde amarillo oscuro, marrón o grisáceo. Además, no se acompañan de inflamación ni dolor.
Si bien puede parecer una afección solo estética, también repercute en la autoestima y en la calidad de vida de quien lo presenta. Según la American Academy of Dermatology Association, el 90 % de las personas que desarrollan melasma son mujeres. Por otra parte, se pueden diferenciar tres patrones clínicos de distribución de las manchas:
- Centrofacial: es el patrón más común e involucra la nariz, las mejillas, el labio superior, la frente y el mentón.
- Malar: involucra la nariz y las mejillas.
- Mandibular: se encuentra afectada la rama de la mandíbula.
Incluso, existen cuatro tipos histológicos determinados según la profundidad del pigmento: epidérmico, dérmico, tipo mixto e indeterminado.
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Opciones terapéuticas del cloasma gravídico
La terapia de primera línea para el cloasma gravídico consiste en tratamientos tópicos efectivos. Sin embargo, existen otros combinados que también tienen buenos resultados.
Fármacos tópicos
Las combinaciones triples de crema, que contengan hidroquinona, tretinoína y actónido de fluocinolona, son eficaces en el tratamiento despigmentante. La hidroquinona es el agente tópico más utilizado y estudiado en el manejo del cloasma. De hecho, estudios realizados por Dermatology and Therapy, concluyen que el uso de hidroquinona 4 % obtuvo mejorías importantes en la despigmentación.
Fotoprotección
Se aconseja evitar la exposición a los rayos ultravioleta para prevenir los brotes y la exacerbación del cloasma. No obstante, la aplicación de manera diaria y constante de protección solar es la indicación más importante. Para la elección del producto se debe priorizar un filtro solar mayor a 50 y de amplio espectro contra UVB y UVA.
Medicación oral
El ácido tranexámico es un derivado sintético de un aminoácido denominado lisina. Este se puede usar por sí solo o como adyuvante de los fármacos tópicos tradicionales. Incluso, puede utilizarse cuando otras opciones terapéuticas fallan. Se trata del primer tratamiento oral que se utiliza con gran eficacia contra el cloasma gravídico.
Exfoliaciones químicas
Este tipo de procedimiento puede tener riesgo de efectos adversos indeseados, como cicatrices hipertróficas, hiperpigmentación postinflamatoria y necrosis epidérmica. Sin embargo, es bastante seguro y otorga buenos resultados. Para llevarlo a cabo se utilizan compuestos a base de ácido salicílico o glicólico que tienen la capacidad de renovar los queratinocitos hiperpigmentados.
El cloasma gravídico no es solo un problema de piel
El cloasma gravídico no presenta morbilidad ni mortalidad asociada. Además, no existen casos reportados de transformación maligna o mayor probabilidad de padecer melanoma. Por lo tanto, se plantea un tratamiento por razones estéticas y, en la mayoría de las ocasiones, se resuelve de manera espontánea.
Bibliografía
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