Cuando se inicia la alimentación complementaria, algunos niños pueden desarrollar estreñimiento de forma transitoria. Este proceso no resulta grave, pero existen algunas medidas alimentarias para aliviarlo, como las papillas de frutas.
Ten en cuenta que es preciso también garantizar una ingesta adecuada de agua. El líquido junto con la fibra permiten incrementar el volumen del bolo fecal y lograr así un tránsito más eficiente a través del tubo digestivo. Además, este fluido consigue estimular la lubricación de las heces, lo que permite un descenso sencillo.
A continuación, te compartimos algunas recetas de purés de frutas para ayudar a tu pequeño.
¿Qué frutas incluir en las papillas para los bebés estreñidos?
A la hora de preparar papillas de frutas para bebés estreñidos es importante priorizar aquellas con alto contenido en fibras, pues estas sustancias han demostrado ser capaces de modular los movimientos peristálticos del tubo digestivo. De esta forma, mejoran el tránsito y reducen las dolencias asociadas a la constipación, tal como lo evidencia una investigación publicada en la revista Nature Reviews.
Las mejores opciones para este cometido son el plátano maduro, las ciruelas, las uvas, la naranja, las mandarinas, el aguacate, los kiwis, la papaya y las peras. Todos estos vegetales cuentan con fibra insoluble y soluble en su interior, la cual fermenta a nivel intestinal y favorece el crecimiento de las bacterias intestinales.
Hay que tener en cuenta que la nutrición de la microbiota del bebé puede resultar positiva para prevenir el estreñimiento, según un estudio publicado en Advances in Nutrition. Por ello, es buena opción completar las papillas de frutas con alimentos fermentados y con alto contenido de probióticos, como los yogures.
Ejemplos de papillas de frutas para bebés estreñidos
No solo es importante incluir frutas con alto contenido en fibra en estas papillas, sino que es determinante combinarlas adecuadamente. De este modo, se consiguen unas mejores características organolépticas para aumentar la aceptación del alimento por parte del niño.
Las mejores opciones de papillas de frutas para bebés estreñidos son las siguientes:
- Papaya.
- Pera, ciruela y uvas.
- Kiwi y plátano.
- Plátano y aguacate.
- Naranja y plátano.
Lo mejor es prepararlas en pequeñas cantidades para evitar que se oxiden y se pierdan las características organolépticas.
En el caso de desear conservarlas, se recomienda mantenerlas en un recipiente de cristal bien cerrado dentro de la nevera. El frío contribuye a prevenir los procesos oxidativos de muchos nutrientes y de esta forma, la papilla se puede consumir durante más tiempo.
Otro truco bastante útil consiste en añadirle unas gotas de jugo de limón, pero hay que tener cuidado de no pasarse para no alterar el sabor final. Sin embargo, en su justa cantidad aporta ácido ascórbico, un compuesto antioxidante muy bueno para el pequeño.
Otros ingredientes para incluir en las papillas de frutas
Las papillas pueden incluir algunos otros componentes además de frutas, para darle mayor densidad nutricional y fuentes de fibras al platillo.
El mejor de todos ellos es la avena, que es un cereal que cuenta con carbohidratos de alta calidad en su interior. Además de estos, concentra beta glucanos que fermentan en el intestino y mejoran el funcionamiento de la microbiota.
También es posible incluir otros cereales en las papillas de frutas, pero es fundamental observar el etiquetado de forma previa. Han de ser especiales para bebés y es necesario evitar aquellos que cuentan con azúcares añadidos. A la larga, estos podrían resultar perjudiciales para el metabolismo del niño.
Prepara papillas de frutas para bebés estreñidos
Como has podido comprobar, es muy sencillo preparar papillas de frutas para bebés estreñidos. Solamente hay que elegir bien los ingredientes para conseguir un resultado final sabroso y con alta concentración en fibra.
De todos modos, si tras la inclusión de estas papillas en la dieta del bebé no se observan mejorías, valora la posibilidad de consultar con el pediatra. Podría existir algún problema anatómico o funcional en el intestino del bebé, capaz de condicionar el tránsito fecal.
Bibliografía
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- Vriesman, M. H., Koppen, I., Camilleri, M., Di Lorenzo, C., & Benninga, M. A. (2020). Management of functional constipation in children and adults. Nature reviews. Gastroenterology & hepatology, 17(1), 21–39. https://doi.org/10.1038/s41575-019-0222-y
- Dimidi, E., Christodoulides, S., Scott, S. M., & Whelan, K. (2017). Mechanisms of Action of Probiotics and the Gastrointestinal Microbiota on Gut Motility and Constipation. Advances in nutrition (Bethesda, Md.), 8(3), 484–494. https://doi.org/10.3945/an.116.014407