El término leucorrea en el embarazo hace referencia al flujo vaginal normal durante esta etapa de la vida. Sin embargo, sus características pueden variar ampliamente dependiendo de la persona. Ya que se considera algo común, algunas pacientes pueden llegar a ignorar algunos signos y síntomas importantes que sugieren infecciones locales.
Cuando estas ocurren, a pesar de que pueda parecer que los síntomas no son graves, pueden llegar a producirse alteraciones importantes capaces de poner en riesgo la vida del bebé. Si te interesa saber un poco más acerca de este interesante tema, te invitamos a seguir leyendo al respecto.
El flujo vaginal
El flujo vaginal es algo normal y es la consecuencia directa de muchas actividades celulares que tienen lugar en el interior de este órgano. Su presencia es importante para lubricar los genitales femeninos, algo que se relaciona mucho con su función reproductiva. Por otro lado, esta sustancia expulsa las células muertas de la superficie de la vagina.
A pesar de ser algo tan común, sus características pueden variar mucho de una mujer a otra, algo probablemente relacionado con los niveles de ciertas hormonas. La cantidad, el color y el color son muy variables, aunque cuando se presentan de una manera en particular es posible que exista una causa patológica que esté alterando al flujo.
Descubre más: ¿Qué es la adenosis vaginal?
¿Qué es la leucorrea en el embarazo?
La leucorrea es un término que suele usarse para referirse al flujo vaginal normal, aunque en algunas ocasiones se utiliza cuando existe un color muy blanquecino. En el embarazo esta secreción puede persistir y no se considera anormal, a menos que existan otros signos y síntomas que deben llamar la atención en caso de presentarlo.
Leucorrea anormal
La leucorrea anormal es aquella que reúne una serie de características probablemente relacionadas con patologías locales, siendo la mayoría de ellas infecciosas. Algunas de ellas son las siguientes:
- Abundante secreción.
- Color muy blanquecino o amarillento.
- Picazón o ardor.
- Olor fétido o a pescado.
- Flujo muy viscoso.
Según este estudio de revisión científica (2013), las infecciones pueden ser consecuencia de la alteración del microambiente que existe en la vagina. Sus causas son muy variadas; en especial, se debe a los desbalances hormonales ocasionados por el embarazo.
Algunas de las enfermedades que pueden llegar a producirse son la candidiasis vulvovaginal, la vaginosis bacteriana y la tricomoniasis, siendo esta última una enfermedad de transmisión sexual (ETS).
Si bien pueden ser necesarios estudios de laboratorio para llegar al diagnóstico de estas condiciones, las manifestaciones clínicas suelen ser suficientes. Por ejemplo, mientras en la vaginosis bacteriana el fuerte olor a pescado es característico, en la candidiasis lo que llama la atención es el flujo abundante, espeso y blanquecino.
¿Qué puedes hacer?
Las revisiones periódicas de los genitales durante el embarazo son una buena idea para prevenir malos ratos en el futuro. En caso de detectar leucorrea de características normales (inodora, moderada cantidad, coloración hialina y poco espesa, sin síntomas asociados) no debería representar un problema.
En este último caso, es importante no caer en la equivocación de utilizar duchas vaginales para “limpiar más la zona”. Según algunos estudios, este puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de vaginosis bacterianas, ya que se producen cambios en el microambiente de la vagina. La limpieza con agua durante la ducha diaria es suficiente.
Si empiezas a observar que las características de la leucorrea van cambiando poco a poco y se hace patológica, es momento de buscar ayuda profesional.
Descubre más: 7 preguntas al ginecólogo sobre el embarazo
¿Cuándo acudir al médico?
La presencia de signos y síntomas de una leucorrea patológica hacen necesaria la consulta con tu ginecólogo u obstetra de confianza. Si bien puede que los síntomas sean solo una molestia, no hay que olvidar que tu bebé puede ser susceptible de sufrir daños.
Tal y como indica un estudio publicado en la Revista Médica Clínica Las Condes, las bacterias pueden ascender a lo largo de la vagina y entrar en contacto con las membranas amnióticas. La ruptura prematura de membranas, por ejemplo, es una de las emergencias médicas que podrían ocurrir en caso de dejar que la infección avance.
En la mayoría de los casos será necesario el uso de antimicrobianos por vía oral o vaginal. Por fortuna, la mayoría de estos casos se resuelve en unas dos semanas.
El flujo vaginal: entre lo normal y lo patológico
Si bien la leucorrea puede llegar a considerarse normal, en el embarazo nunca hay que bajar la guardia. Cualquier alteración que sugiera una infección local debe ser evaluada por tu médico de confianza. ¡No olvides que tu salud y la de tu bebé son muy delicadas en esta etapa!
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Chávez N, et al. Duchas vaginales y otros riesgos de vaginosis bacteriana. Rev Peru Med Exp Salud Publica. 2009;26(3):299-306.
- Lugo A, et al. Estrategia de atención al síndrome de flujo vaginal en gestantes. Sancti Spíritus. Gac Méd Espirit vol.16 no.2 Sancti Spíritus Mayo.-ago. 2014.
- Marceloa A. Infecciones cérvico vaginales y embarazo. Revista Médica Clínica Las Condes 2014;25(6):925-935.
- Sánchez-Hernández J, et al. Leucorrea como signo de infecciones cérvico-vaginales. Rev Costarr Salud Pública 2013;22(1):56-60.