5 ejercicios para fortalecer las piernas de tu bebé

La actividad física es uno de los medios para adquirir o mantener los hábitos saludables. Realizar ejercicios con el bebé en el hogar puede convertirse en un momento de estimulación y de encuentro y disfrute con su madre o su padre. No es necesario programar un día y un horario, los ejercicios para fortalecer las piernas de tu bebé pueden incluirse en la vida cotidiana.

Es de suma importancia respetar el desarrollo biológico del lactante, sin forzar posturas que no haya adquirido por sí solo. Cada actividad que se plantee realizar o estimular debe ser siempre a partir de lo que el pequeño haya logrado espontáneamente. Se deben adaptar los espacios, los juegos y juguetes a su fase evolutiva.

Realizar ejercicios con tu bebé para fortalecer las piernas, así como todas las actividades que impliquen movimientos corporales realizados con plena libertad del niño, favorecen a su esquema corporal. Esto se refiere a la noción sobre el propio cuerpo y a los movimientos que se realizan con el mismo.

Ejercicios para fortalecer las piernas de tu bebé según sus logros

La capacidad del niño de aprender y coordinar los movimientos para luego hacerlos más complejos se perfecciona con el tiempo. Primero, aprenden a mover y controlar sus partes del cuerpo con algunos movimientos rudimentarios. Posteriormente, logran sujetar un objeto para luego manipularlo con mayor destreza. Luego, consiguen sentarse, después, pararse, hasta alcanzar la capacidad de caminar sin ayuda.

A continuación, detallamos algunos de los ejercicios para fortalecer las piernas de tu bebé.

1. En los primeros meses

Una opción es aprovechar mientras se le cambia el pañal o la ropa, acostado boca arriba. Tomar suavemente las piernas del bebé desde los tobillos y acompañarlo con movimientos en todos los sentidos. Doblar y estirar las piernas, así como abrirlas y cerrarlas con precaución.

Siempre se deben respetar los limites de las articulaciones. Para percibir esos límites es necesario realizar lentamente los movimientos, así como también ser perceptivos y conscientes del contacto con el pequeño.

2. Una vez que el bebé logra sentarse solo

Sobre una superficie acolchonada, colocar delante del bebé un juguete de su preferencia que lo incentive a alcanzarlo. Si lo necesita, se le puede asistir para lograr la postura de 4 patas, que le ayudará a desplazarse, si es que todavía no gatea. Si ya lo logra, lo estimula aún más.

Es importante que el espacio esté despejado, con información visual clara. Las zonas de juego cargadas de juguetes o desordenadas confunden los estímulos hacia el bebé.

3. Cuando puede pararse con o sin ayuda

Sobre una silla o mesa de baja altura, a la que el bebé tenga acceso, colocar algún juguete que llame su atención; esto lo incentivará a pararse. Una vez que está de pie, llevar el juguete al suelo, a su lado, para que baje a buscarlo y permitirle que explore el objeto. Mostrarle al niño el gesto de pararse y sentarse le ayudará también a imitar el movimiento.

También se le puede incitar a empujar la silla o algún objeto liviano, que le servirá de sostén para realizar sus primeros pasos.

4. Al conseguir dar los primeros pasos

Ubicar dos sillas separadas unos centímetros de distancia y acompañar al bebé a pararse agarrándose a una de ellas. Sobre la otra silla, colocar el objeto predilecto del niño. Al principio se le ofrecerá la mano del adulto para darle seguridad y tranquilidad al realizar los pasos para llegar a la otra silla y alcanzar su juguete. Más adelante el pequeño logrará hacerlo con mayor independencia.

5. Ejercicios en el agua

Durante el baño es un buen momento para realizar algunos ejercicios acuáticos. En los primeros meses de vida es importante sostener al bebé para que el agua se mantenga por debajo de las axilas. Desde esos momentos ya se puede comenzar a realizar masajes en el agua a diario. Serán por periodos cortos de tiempo, respetando las reacciones del lactante.

Si todavía no patalea solo, podemos tomar sus piernas y asistirlo en el pataleo. Si ya lo logra, se le motivará a hacerlo. También se pueden realizar ejercicios en una piscina, con o sin elementos. Una opción es sostener al bebé con un flotador tubular o circular y realizar pequeños saltos. El adulto debe sujetarlo con las manos delante y atrás del tronco.

Es más divertido jugando

Los ejercicios para fortalecer las piernas de tu bebé es mejor aplicarlos a través del juego. Esto le brinda un estímulo placentero e incentiva al pequeño a conectarse más con la actividad. Los beneficios no son solo en su aspecto físico, sino que mejora también su desarrollo emocional y cognitivo.

Son muy variadas las propuestas para realizar actividades con los bebés, tanto en las piernas como en el resto del cuerpo. Se debe considerar siempre ofrecer la posibilidad al niño de realizar movimientos libres, respetando su desarrollo individual, con amor y paciencia y manteniendo siempre una comunicación clara y sencilla en cada ejercicio que se proponga.