Menú para bebés de 18 meses: llegan los alimentos sólidos

Uno de los errores más frecuentes de los menús para bebés de 18 meses es la inclusión de alimentos ultraprocesados, como las galletas o los derivados.
Menú para bebés de 18 meses: llegan los alimentos sólidos
Saúl Sánchez Arias

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 30 abril, 2021

Los bebés de 18 meses ya comienzan a incluir una mayor cantidad de alimentos sólidos en su dieta. En este momento la capacidad de masticación se desarrolla de forma significativa y la dentadura comienza a ser cada vez más funcional. Preparar un buen menú para bebés de 18 meses es clave.

Cabe destacar que en este momento muchos niños ya no consumen leche materna, por lo que es clave garantizar una alimentación adecuada. De este modo, se evitan déficits nutricionales importantes.

¿Qué debes tener en cuenta con la alimentación de los bebés de 18 meses?

Es fundamental que, a la hora de elegir los alimentos para el bebé, tengas siempre presente las recomendaciones del pediatra. Existen algunos que no se deben incluir durante las primeras etapas de la vida, bien por dificultades en la masticación y deglución o porque cuentan con un mayor riesgo de generar alergias.

Asimismo, si el bebé cuenta con un diagnóstico de alergia o de intolerancia, habrá que tener mucho cuidado con la supresión de dicho elemento de la dieta y con las contaminaciones cruzadas. Es fundamental también vigilar al niño durante su alimentación.

Papilla de cereales casera.

Vamos a presentare un menú adecuado para un bebé de 18 meses.

Desayuno: papilla de cereales

Con la papilla de cereales se asegura un buen aporte de cereales y de vitaminas del grupo B. Estos alimentos suelen estar enriquecidos con minerales como el hierro, el calcio o el zinc. El hierro, por ejemplo, es clave para evitar un aporte ineficiente de oxígeno a través de la sangre, según un estudio publicado en The Medical Clinics of North America .

Ahora bien, es importante elegir aquellos productos que no cuentan con azúcares añadidos en su composición. De lo contrario, se podría ver alterada la eficiencia metabólica del niño y generarse problemas a medio plazo.

Almuerzo: papilla de frutas

Mediante una ingesta regular de frutas se asegura el aporte de fitonutrientes al bebé. Estos elementos son imprescindibles para controlar y modular la inflamación y la oxidación. Así lo evidencia una investigación publicada en la revista Critical Reviews in Food Science and Nutrition .

Hay que tener en cuenta que son las frutas exóticas y las de color rojo las que presentan más fitoquímicos en su interior. Se recomienda triturarlas bien para reducir el riesgo de atragantamiento.

Comida: verduras y carne

La comida del mediodía ha de estar compuesta por vegetales y por proteína. Esta última puede conseguirse por medio del pescado o de la carne. Ambas son opciones que aportan nutrientes de alto valor biológico, con todos los aminoácidos esenciales y un buen nivel de digestibilidad.

Por otra parte, es recomendable que exista una gran diversidad en cuanto a verduras. Puede ser normal que el bebé no acepte aquellas que cuentan con un sabor más fuerte, como las crucíferas. No obstante, es bueno ir ofreciéndoselas poco a poco en la dieta.

Merienda: yogur, fruta troceada

En la merienda se cometen muchos errores, tanto en los sujetos adultos como en los bebés. Uno de los más frecuentes en los niños es el de ofrecer galletas. Estos alimentos cuentan con una baja densidad nutricional y con un contenido excesivo en azúcares y en grasas trans.

Resulta una mejor idea plantear una merienda con yogur y fruta troceada. De este modo, se aportan probióticos, proteínas de alta calidad y vitaminas. Además, por medio de la fruta troceada el bebé se acostumbrará a diferentes texturas.

Cena: puré de verduras

Para terminar el día se puede preparar un puré de verduras, aunque es recomendable que cuente con un elemento que aporte proteínas de alto valor biológico. Un trozo de pescado es siempre una gran opción en este momento. Así, se garantiza el correcto crecimiento de los tejidos. En cuanto a los vegetales, una vez más, hay que apostar por la variedad.

Niño comiendo puré de verduras como parte de un menú para bebés de 18 meses.

Consejos para la alimentación y para evitar los rechazos

Uno de los problemas a los que se enfrentan muchos padres es a los rechazos a nivel dietético. Es importante no forzar al niño a comer. Si algo no le gusta, se le vuelve a ofrecer otro día, incluso en un formato de presentación distinto. Es importante que el bebé pruebe todo tipo de alimentos para que se vaya acostumbrando a los diferentes sabores y texturas. Introducir los comestibles nuevos en el puré puede ser una gran idea como método de acercamiento.

Asimismo, es adecuado armarse de paciencia. Nunca se le debe infundir prisa al bebé durante la comida. Es beneficioso que experimente y que explore. Así, poco a poco se irá acostumbrando a las características organolépticas de cada alimento.

Prepara un menú saludable para bebés de 18 meses

Como has podido comprobar, es realmente sencillo plantear un menú saludable para bebés de 18 meses. Solamente hay que distribuir correctamente los alimentos y evitar aquellos ultraprocesados industriales con grandes cantidades de azúcares añadidos. Es clave garantizar que se cubran los requerimientos proteicos.


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