15 proverbios chinos para educar a los niños en valores

Al igual que en la cultura occidental tenemos refranes llenos de sabiduría, en la filosofía oriental también los hay. Por eso, podemos utilizar los proverbios chinos para educar a los niños en valores. Estas frases nos invitan a reflexionar y pueden convertirse en una guía para la vida.

En la cultura china se le da mucha importancia a la distribución, la decoración y la orientación de los espacios en donde se desarrolla la vida diaria. El objetivo es buscar el equilibrio de la energía vital de las personas. Si quieres conocer algunos de los proverbios chinos que pueden ayudarte a educar a tus hijos en valores, no debes perderte este artículo.

Apunta estos proverbios chinos para educar a los niños en valores

Algunas de estas frases tienen una antigüedad de varios siglos, y en ellas reside una gran filosofía. Podemos utilizar los proverbios chinos para educar a los niños en valores y ayudarles a reflexionar. Estos aprendizajes, además, serán una buena guía para aplicar a lo largo de su vida.

1. «De las nubes más negras, cae el agua más limpia y pura»

A pesar de encontrarnos con algunas malas experiencias, de estas podemos sacar siempre un aprendizaje y algo positivo.

2. «Dale un pez y le alimentarás solo un día. Enseña a pescar y se librará del hambre toda la vida»

Esta frase nos invita a reflexionar sobre la sobreprotección que muchos padres tenemos sobre nuestros hijos. Muchas veces, lo hacemos todo por ellos y no dejamos que aprendan. Por el contrario, tenemos que enseñar a nuestros niños a que puedan desenvolverse solos y a resolver problemas por sí mismos. De esta forma, educaremos a personas resolutivas e independientes.

3. «Un árbol tarda diez años en crecer, pero lleva cien años cultivar talentos»

Con este proverbio enseñamos a nuestros hijos que todo aprendizaje lleva su tiempo y no se puede obtener de la noche a la mañana, sino poco a poco.

4. «Las oportunidades no suceden solas, tú las creas»

Es clave enseñar a nuestros hijos a que trabajen y se esfuercen por conseguir lo que quieren o desean. Esto significa que no deben esperar a que las cosas buenas lleguen solas, porque de esa forma nunca llegarán.

5. «Las grandes almas tienen voluntades, las débiles solo deseos»

Es muy importante que nos demos la oportunidad de soñar, pero lo es más aún el hecho de que luchemos por esos sueños. Esta frase nos ayuda a empujar a nuestros hijos a que sean constantes cuando quieran conseguir sus objetivos.

6. «El maestro enseña el oficio, pero la perfección de la habilidad del aprendiz depende de sus propios esfuerzos»

Con esto se refiere a que, aunque el maestro es muy importante a la hora de enseñar, todavía lo es más poner en práctica aquello que nos enseñan. Trabajar duro y con esfuerzo es clave para mejorar.

7. «Antes de ser un dragón, hay que sufrir como una hormiga»

Siempre partimos de abajo, por lo que no podemos pretender llegar a lo más alto de golpe. A través de la experiencia, la práctica y el aprendizaje, estaremos preparados para avanzar. Así, podremos mejorar siempre hasta llegar a ser lo que deseamos.

Más proverbios chinos para educar a los niños en valores

8. «El que hace el bien de lo demás, hace el suyo»

Este proverbio es muy importante para que los niños sepan que es fundamental ser bondadosos con los demás. Si hacemos el bien a otros, también nos lo hacemos a nosotros mismos.

9. «No presumas cuando inicies tu camino, presume cuando regreses»

Empezar el camino siempre es sencillo, lo complicado es llegar al final y regresar. Es una frase con una lección para nuestros hijos, para que aprendan a no ser presumidos, sobre todo cuando no tienen motivos para ello. La humildad es uno de los valores que hace grandes a las personas.

10. «No pasa nada si vas despacio, pero no te detengas»

Cada persona es diferente y cada uno de nosotros tiene un ritmo de aprendizaje. En este sentido, lo importante no es ser rápido, sino realizar ese aprendizaje con éxito, aunque nos haya llevado más tiempo.

11. «Presta tanta atención a tu interior como la que prestas a tu imagen»

El exterior de las personas es solo la fachada. La verdadera esencia está en nuestro interior. La mayoría de las veces no le prestamos atención a lo que tenemos dentro y nos preocupamos en exceso por lo que se ve fuera. Trabajemos con nuestros hijos para que cultiven su interior, ya que es más importante que la imagen externa.

12. «La mejor forma de vengarse de una persona es no parecerse a ella»

Si alguien le ha hecho daño, debemos enseñarle a nuestro hijo que no debe actuar de la misma forma en que lo hizo esa persona. Por el contrario, debe de pagarle como no se lo espera, como por ejemplo, ignorándole. Así, podrá estar orgulloso, porque el otro se sentirá mal y él no habrá actuado del mismo modo.

13. «Cuando bebas agua, recuerda la fuente»

Con este proverbio se enseña el valor de la gratitud. No debemos olvidar nunca quienes somos ni a cada una de las personas que nos ayudaron en nuestro camino. Recordar y agradecer a quienes en su momento nos tendieron su mano nos hace grandes personas.

14. «Si te caes siete veces, levántate ocho»

Esta frase hace referencia al valor del esfuerzo y la perseverancia. De esa manera, ningún obstáculo nos podrá detener e impedir avanzar en nuestro camino. Siempre que nos encontremos con una adversidad, tenemos que creer en nosotros mismos y seguir hacia adelante.

15. «Excava el pozo antes de que tengas sed»

La prudencia es otro valor que debemos enseñar a nuestros pequeños, ya que es uno de los más valiosos. Siempre que podamos debemos adelantarnos a nuestras necesidades, ser prudentes y prepararnos para lo que pueda pasar. Así, cuando llegue el momento o se presente una dificultad, estaremos preparados para hacerle frente y salir airosos o con éxito.

Ser mejores en la vida

Estos proverbios chinos están llenos de sabiduría y de herramientas que nos van a ayudar a nosotros y a nuestros hijos a ser mejores en la vida. Gracias a ellos, podemos enseñar valores como la gratitud, la humildad, la perseverancia, el esfuerzo, la constancia y la bondad, entre otros.

Todo trabajo lleva su recompensa antes o después. Por eso, debemos ser padres responsables y preocuparnos por la educación de nuestros hijos. Si nos implicamos en ella, los menores se convertirán en grandes personas de las que nos sentiremos orgullosos.