¿Tiene consecuencias en los niños crecer con padres separados? Esta es una pregunta muy común que se la hacen las parejas ante esa posibilidad. Podemos decir que estas siempre traen consecuencias psicológicas en los hijos, pero, en ocasiones, tratar de sostener la relación cuando las cosas no van bien puede resultar todavía más perjudicial.
Todos los padres, cuando se enfrentan a la decisión de la separación, se plantean preguntas como las siguientes: ¿afectará a su rendimiento?, ¿podrá ser feliz?, ¿perderemos el vínculo que tenemos con él? Está claro que la separación va a suponer un proceso de duelo y, como tal, requiere de un tiempo de adaptación. Lo importante es que encontremos otras formas para funcionar en familia.
Las dificultades de crecer con padres separados
Cuando los padres se separan, los niños tienen que hacer frente a unos cambios en sus rutinas y en su vida diaria. Esto supone unas dificultades que, al final, acaban por superar, ya que se acostumbran a su nueva forma de vida. Algunas de las dificultades a las que tienen que hacer frente son las siguientes:
- Cuando la separación es conflictiva, puede que no vean a algunos de sus familiares, como abuelos, tíos o primos. Sin embargo, una separación de los padres no debería implicar una separación de la familia.
- Las discusiones de sus padres delante de ellos antes de iniciar el divorcio pueden causarles mucho daño psicológico.
- A veces, los padres piensan más en sus desavenencias que en el bienestar del niño. Hay que tener en cuenta que los menores necesitan cariño, comprensión y amor.
- Tras un divorcio conflictivo, los progenitores intentan poner a su hijo en contra del otro progenitor. Esto es una dificultad a la que tienen que enfrentarse los niños y que les perjudica seriamente. La relación de los adultos no tiene que trasladarse al pequeño como una forma de venganza.
Conoce cuáles son las consecuencias de crecer con padres separados
Una separación, por muy amistosa que sea, tendrá consecuencias psicológicas en los niños. Estas no van a perdurar para siempre, pero sí mientras esté en el proceso de adaptación a la nueva situación. Una vez que se sitúen en su nueva vida y en sus nuevas rutinas, todo se normalizará. Mientras tanto, los menores podrán atravesar un proceso estresante y lento. Vamos a ver algunas de las consecuencias de crecer con padres separados.
Consecuencias por edades
De la edad va a depender mucho el cómo sea la adaptación del niño. En los más pequeños, se podrán observar desajustes en sus comportamientos, como problemas de sueño, regresiones o de alimentación, entre otros. En los más grandes, pueden darse dificultades sociales como vergüenza, autoculpa o aislamiento.
- Separación durante el embarazo: el bebé puede nacer con bajo peso o retraso en su desarrollo cognitivo.
- En niños de 1 a 3 años: pueden darse fobias o pesadillas.
- Menores de 3 a 6 años: problemas conductuales y reacciones agresivas o pasivas.
- Niños de 6 a 9 años: pueden sentir la separación como una forma de rechazo y tener la sensación de pérdida.
- De 9 a 12 años: tienen sentimientos de rabia, furia y reacciones de ira.
- De 12 a 18 años: pueden aparecer comportamientos desafiantes o antisociales.
Consecuencias emocionales y de comportamiento
Las consecuencias emocionales dependerán de cada caso en particular. Por ejemplo, si el niño presencia las discusiones de sus padres, si hay malos tratos en el hogar o sufre un abandono, entre otras. Todo esto producirá en el menor diferentes cambios. Otros factores que también pueden influir son los siguientes:
- Pensión económica: si uno de los padres no se hace cargo de su hijo económicamente, este también puede sufrir las consecuencias en sus necesidades básicas.
- Cumplimiento del régimen de visitas: si uno de los padres no cumple con el régimen de visitas pactado, va a generar en el niño un sentimiento de desatención y menosprecio. Esto sucede de igual forma si el padre con el que vive no le brinda la atención que sí le da aquel al que visita.
- Personalidad: depende también del carácter de cada niño. Hay menores que tienden a frustrarse con facilidad o que les es más complicado manejar la situación de estrés. Su personalidad va a ser un factor clave en la forma de afrontar estos nuevos sentimientos que aparecen.
Consecuencias en el rendimiento académico
Sí que se ha observado que los niños de padres separados tienden a tener un menor rendimiento, pero esto no es algo que perdure en el tiempo. Esto se produce en las etapas iniciales de adaptación y suele durar hasta un año después. En los más pequeños, se pueden observar problemas de aprendizaje, mientras que, en los más mayores, falta de motivación e interés por cuestiones del mundo académico.
Los niños necesitan comprensión y cariño
Como has visto, crecer con padres separados, en ocasiones, es mejor que vivir con ellos juntos y que se repitan los gritos y las discusiones. Aun así, no podemos olvidarnos de que esto tiene consecuencias en los niños.
Es importante no olvidarnos que un niño, cuando sus padres se separan, va a sufrir un proceso de duelo, al que tiene que adaptarse. Los padres tenemos que ponerlo fácil en la medida de lo posible, dándoles comprensión y cariño, independientemente de la relación que tengamos con el padre o madre de nuestro hijo.
Bibliografía
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