Todos deberíamos tener bien trabajada la superación personal para que ese sentimiento nos haga querer mejorarnos a nosotros mismos, sin tener que competir con nadie más que con los propios retos personales. Por eso, vamos a explicarte cómo inculcar la superación personal en niños.
De hecho, para tener una buena autoestima, la superación personal, superar la baja tolerancia a la frustración y ser conscientes de la importancia de aprender de los errores es fundamental. De esta manera, los niños, tanto en su presente como en su futuro, serán capaces de afrontar mejor los problemas que se les puedan presentar en el día a día.
Cuanto antes se comience a trabajar en la superación personal, mucho mejor para la vida entera. Genera sentimientos positivos y esto tiene un valor incalculable en el desarrollo infantil. Se sentirán queridos, tendrán amor propio y, además, sentirán la gratificación de hacer las cosas bien hechas. ¡Serán niños más felices y muy productivos!
Aprendizaje desde pequeños
Los niños aprenden de manera constante nuevas habilidades y, cuando las adquieren y reciben el estimulo adecuado, se sienten muy bien de haberlo conseguido y tendrán la motivación suficiente para seguir aprendiendo más cosas con una buena actitud.
Esa confianza que se les genera tiene la misma importancia que las habilidades que están aprendiendo para desenvolverse mejor en sociedad. Aprender de los errores es el aprendizaje más sabio que cualquier persona puede tener para poder mejorar en el futuro con nuevas y reforzadas habilidades.
Enseña a tus hijos la superación personal
Pero ¿cómo puedes inculcar a los niños ese sentimiento de superación personal? Toma nota porque, a continuación, vamos a explicarte algunos de los consejos más importantes que deberás tener en cuenta en la crianza diaria de tus hijos.
Ten confianza en ti mismo
Sé un buen modelo de confianza, que tus hijos vean que confías en ti mismo y en tu adquisición de habilidades. Si algo no sale a la primera, no pasa nada, se aprende de lo que no se ha hecho bien y se vuelve a intentar. Esa perseverancia y afán de superación a través del aprendizaje son claves.
No hay que fingir que somos perfectos, porque no lo somos. Solo hay que controlar la ansiedad de cuando algo sale mal y centrarnos en los aspectos positivos para que, de esta manera, podamos mejorar las siguientes veces.
Nadie es perfecto
Como te acabamos de comentar más arriba, nadie es perfecto, y esto es bueno. Tus hijos deben entender que nadie espera de ellos que sean perfectos, ¡ni mucho menos! Por eso, es fundamental saber reaccionar bien a las decepciones y frustraciones que puedan surgir en el día a día.
Por eso, nunca, bajo ninguna circunstancia, hay que enfadarse por cometer errores, sino que hay que aprender de ellos. ¡Son nuestros maestros! No hay que temer al fracaso, porque fallar es algo normal y la vida está llena de obstáculos; lo que hay que saber hacer es superarlos con calma y constancia.
Permite que tus hijos se equivoquen para inculcarles la superación personal
Como padre, es normal que quieras proteger a tus hijos de cualquier desagravio de la vida, pero eso solo les dificultaría vivir una vida plena. Por eso, al igual que tu no debes enfadarte por los errores, tienes que permitir que tus hijos fracasen para que aprendan de ellos también.
De hecho, para los niños, una forma maravillosa de fomentar su aprendizaje es a través de la prueba y error. Si no consiguen algo, deben darse cuenta de que el sol seguirá saliendo mañana y que todo seguirá igual. Por eso, lo ideal es centrarse en el esfuerzo para que esa constancia no decaiga a medida que van creciendo.
Potenciar una buena resolución de problemas
También resulta fundamental enseñar a los niños a solucionar sus problemas. Guiarles en la gestión de sus actividades, pero no rescatarles ante la primera adversidad que se encuentren.
Si sientes que tu hijo tiene un problema, habrá que preguntarle qué quiere hacer al respecto y mostrarle diferentes opciones en caso de que se sienta bloqueado emocionalmente. De esas opciones tendrá que escoger la más adecuada y hablarle de que todos los problemas se pueden ver de diferentes perspectivas y encontrar diferentes soluciones. Solo hay que escoger la que mejor se adapte a nosotros.
En definitiva, siempre hay nuevas oportunidades para mejorar y solo hay que tener la mente abierta para encontrarlas. Es una forma de empoderar a nuestros hijos desde que son pequeños y de que encuentren su pasión tanto en las cosas que ya saben hacer como en las nuevas habilidades que aún tienen que aprender. ¡Que nunca falten las metas!
Bibliografía
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- Morató García, A. (2020) Creo en ti: 6 cuentos cortos para ayudarnos a tomar buenas decisiones. Editorial: Independiente.