No obligues a tus hijos a decir “lo siento”

¿Es buena idea obligar a los niños a que digan «lo siento» para que aprendan buenos modales?

Niño pidiendo perdón a su amiga con una rosa en la mano.

Obligar a los hijos a decir “lo siento” es un tema que se repite en muchas familias en un intento de los padres para que sus hijos tengan buenos modales. Intentan que realmente sientan las cosas y que muestren compasión por los demás. Que se disculpen de manera sincera, pero no siempre se consigue. ¿Está bien obligar a tus hijos a decir “lo siento”? Rotundamente, no.

“¡Di que lo sientes!”.

“Ve a disculparte y dilo en serio”.

“No suenas como si lo sintieras”.

“Ella ya no querrá ser tu amiga si no te disculpas en este momento”.

En realidad, cuando se obliga a los hijos a disculparse, esto es lo que pasa por la mente de los padres:

  • Necesito que te disculpes para que pueda sentirme mejor sobre lo que acaba de pasar.
  • Así es como solucionamos problemas.
  • Necesito que hagas lo que te digo.
  • Necesitas que te diga cómo sentir y cómo comportarte.
  • Tengo el control de lo que sucede (victorias más grandes y más fuertes).
  • La integridad es secundaria a las disculpas: lo que haces no tiene que estar alineado con cómo te sientes o piensas; solo hazlo de todos modos.

Niña aprendiendo a decir "lo siento" por su cuenta.El mensaje que se quiere transmitir

Los puntos anteriores no son el mensaje que realmente queremos dar a nuestros hijos. Sí, los modales son importantes y las disculpas son necesarias, pero motivar el crecimiento de esto desde adentro, un deseo genuino de (re)conectar y mostrar compasión, y estar en nuestra integridad es esencial para las relaciones saludables.

Cuando alguien te pide disculpas o te dice “lo siento” sin sentirlo realmente desde dentro de su corazón, lo más probable es que te sientas peor. Tú te sentirás mal porque la otra persona no siente su disculpa y la otra persona sentirá rencor exactamente por lo mismo. No es bueno para nadie que esto ocurra.

Discúlpate… O no

A menudo, las situaciones en las que se encuentran nuestros hijos en las que nos sorprendemos diciéndoles que se disculpen se definen por los mismos tipos de sentimientos.

Si ellos son los que hacen el daño o se lastiman; estar frustrado y enfadado porque su juguete favorito se ha roto; una idea genial rechazada; alguna otra injusticia experimentada o, simplemente, un malentendido porque sus sentimientos y pensamientos no fueron respetados.

Porque el adulto se perdió todo lo que condujo al conflicto, porque no fueron escuchados; cualquier cosa que les haga sentir desbordados emocionalmente. Hacer que tu hijo diga “lo siento” hará muy poco para que un niño comprenda cómo se siente, por qué siente eso, qué puede hacer con todos estos sentimientos, todos ellos precursores de la compasión.

Las palabras “lo siento” se refieren más a menudo a nuestra necesidad, no a la de nuestro hijo. Entonces, ¿qué puede hacer para aumentar la capacidad genuina, sincera y basada en la integridad para disculparse?

Niños pidiéndose perdón.

En lugar de obligar a tu hijo a decir “lo siento”

Puedes seguir los siguientes consejos:

  • Sé siempre su mejor modelo a seguir. Sé genuino con tus propias disculpas. Compasión de voz por su hijo, por otros y por su situación.
  • Afirma los sentimientos de todos; valora lo que siente cada una de las partes involucradas en el conflicto concreto.
  • Da siempre opciones o ideas de solución de conflictos. Hazte preguntas como: “¿Qué puedo hacer para ayudarlo a sentirse mejor?”. “Cuando estés listo para hacerle saber que lo sientes, ella lo apreciará”. “¿Puedes usar tus palabras o te gustaría mostrarle que lo sientes?”. Palabras, sonrisas, palmaditas, compartir un juguete, jugar al lado… Estas son formas auténticas con las que los niños pueden demostrar que lo sienten.
  • Observa lo que tu hijo elige o hace por su cuenta para expresar sus disculpas y sus sentimientos y hazle saber que te has fijado. Puedes usar frases del tipo: “Gracias por ofrecerle a tu amigo tu muñeco especial de peluche. Querías ayudarlo a sentirse mejor. Es una forma muy agradable para hacerle saber que lo sientes”.

De esta manera, podrás ayudar a tu hijo a aprender un poco más sobre cómo son las relaciones saludables de las que no lo son. Las disculpas sinceras son necesarias en las buenas relaciones interpersonales.

¿Decir “lo siento”?

Se necesita tiempo para hacer crecer a un niño y que pueda aprovechar su ser interior y responder con compasión y honestidad en una situación difícil. Tiempo, paciencia y guía amable… Confía en esto.“Lo siento” serán dos palabras que dirá antes o después, y será sincero.

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