Como padres, tenemos que seguir esforzándonos por encontrar actividades productivas y juegos para hacer en casa y entretener a nuestros hijos. Entre ellos, intercambiar los roles en la familia puede ser uno muy original, y no solo por lo divertido que resulta, sino porque, además, puede ayudar a conocer y empatizar en cuanto a las responsabilidades que tienen otros miembros de la familia, y las tareas diarias que cumplen.
Rol y roles familiares
Un rol hace referencia a la función que una persona desempeña en un lugar o en una situación. Con lo cual, cuando hablamos del ámbito familiar, nos estamos refiriendo al papel, es decir, a la función que cada miembro de la familia desempeña. Y son estos roles y funciones sobre los que se define cada estructura familiar particular.
Ahora bien, históricamente, la estructura familiar normalizada es la de una familia nucleada en torno a roles conyugales y parentales bien establecidos, y asociados, en su gran mayoría, al género.
Sin embargo, la evolución de la sociedad y las familias está dando paso a una redefinición de los roles familiares más tradicionales. Además, hoy en día es más factible la conformación de otras estructuras familiares, sin que ello suponga un perjuicio (social o psicológico) ni para la familia en su conjunto, ni para ningún miembro de ella.
De este modo, cada familia es un mundo y es importante que cada núcleo familiar se conforme en función de sus propias necesidades. Esto independientemente de factores sociales o culturales que definen y designan roles, funciones y responsabilidades asociadas, en su gran mayoría, al género.
De esta forma, cada familia podría encontrar su propio equilibrio, estabilidad y bienestar emocional para todos los miembros que la componen.
¿Por qué intercambiar los roles en la familia?
Intercambiar los roles y ponerse en la piel de otro miembro de la familia puede ser un juego muy entretenido. Pero, a su vez es una estrategia educativa muy interesante que permite conocer las funciones, las obligaciones y las responsabilidades que cada miembro de la familia cumple a diario.
De igual forma, el intercambio de roles es un ejercicio enriquecedor recomendado por los profesionales para adquirir una actitud más empática con nuestros seres queridos. Además, el mismo promueve una comunicación más abierta y fluida dentro del núcleo familiar.
Por lo tanto, podemos aprovechar el tiempo que tengamos libre con nuestros hijos para jugar a intercambiar los roles en la familia y, concretamente, intercambiar el reparto de los roles domésticos. De esta forma, todos y cada uno de los miembros de la familia pueden intentar hacer las tareas que le corresponden a otro integrante familiar.
Así, de acuerdo a los miembros que compongan el hogar y a sus edades, se pueden plantear uno u otros intercambios. La idea es que todos pueden ponerse en la piel de sus familiares y puedan comprobar la mayor o menor carga, dificultad y tiempo que supone realizar cada actividad.
Intercambio de los roles en la familia, algunos ejemplos…
Si hay hijos adolescentes en la familia, una buena idea es que sean ellos quienes intercambien los roles con sus progenitores. Así, un día se pueden encargar de las tareas que uno de sus padres realiza cotidianamente, mientras que otro día pueden desempeñar las tareas de las que se ocupa su otro progenitor.
Por supuesto, los hijos no pueden intercambiarse tareas relacionadas con lo laboral o profesional de sus padres. No obstante, si es posible intercambiar tareas del ámbito doméstico, como hacer las camas, ordenar la casa, poner una lavadora, preparar comidas (desayuno, almuerzo, merienda y cena), y fregar platos, entre otras.
Además, también pueden ayudar a los hermanos más pequeños, si los hubiera, con sus tareas escolares. Incluso una tarea bastante práctica, en la adquisición de responsabilidad, es sacar a pasear a una mascota.
Otra forma de intercambiar los roles en la familia y hacer de esto un juego divertido es que sean los mismos padres quienes intercambian sus funciones, y que cada uno de ellos realice las tareas que acostumbra a realizar su pareja a diario. Ya sea cocinar, ayudar a los hijos con los deberes escolares, limpiar el baño, regar plantas o hacer la compra en el supermercado.
Además, los hermanos también pueden intercambiar sus roles entre sí. Es decir, que cada uno de ellos se haga cargo de las obligaciones y de las tareas de las que se ocupa su hermano o hermana; desde poner o quitar la mesa, ordenar y colocar ropa, o simplemente ayudar en sus funciones a sus padres.
¿Como iniciar el juego de intercambio de roles en casa?
Para comenzar el juego de intercambio de roles es fundamental conocer quienes serán partícipes de esta aventura. Es recomendable que los padres motiven a los más pequeños a disfrutar esta actividad.
Luego, se debe diseñar una tabla con todas las funciones importantes que cumple cada miembro de la familia, la cuales serán distribuidas por afinidad o azar entre los participantes. En este sentido, es ideal que cada integrante del hogar esté de acuerdo con las nuevas tareas que le serán asignadas, y en caso de no ser así, se puede llegar a un consenso para que asuma el rol de otro miembro.
Además, es aconsejable añadir recompensas durante el juego, así como actividades de dramatización. De esta forma, los niños podrían sentir un mayor atractivo por la actividad y se conseguiría una mayor integración del núcleo familiar.
Sobre el intercambio de roles en la familia como juego educativo
Como has podido comprobar, intercambiarse los roles con el resto de miembros de la familia puede resultar muy beneficiosos a la hora de educar a tus hijos mientras todos se divierten. ¿Te animas a probarlo?
Bibliografía
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