Cuando una persona tiene un temor intenso a algo, a otra persona, o a una situación, estamos hablando de que padece una fobia. Por lo tanto, una fobia es un trastorno de salud emocional o psíquico que se caracteriza por un temor irracional y desproporcionado, de carácter enfermizo y que es muy difícil de controlar. Dentro de las muchas fobias que existen, la atiquifobia se caracteriza por un temor al fracaso.
¿Qué es la atiquifobia?
En el caso concreto de la denominada atiquifobia, hablamos de una fobia que consiste en un miedo, pánico persistente e injustificado a fracasar, a equivocarse o a cometer errores. Este miedo al fracaso puede estar relacionado con muchos ámbitos de nuestra vida, ya sea cotidiana, laboral o profesional.
Como cualquier otra fobia, la atiquifobia imposibilita que una persona se desarrolle y actúe plenamente, ya que la limita y condiciona para enfrentarse a las situaciones y para hacer correctamente sus actividades y tareas. Por lo tanto, cualquier tipo de fobia debe ser superada, ya que es un impedimento que merma la calidad de vida de las personas que la padecen.
Síntomas
En el caso de la atiquifobia y el miedo al fracaso, esta no aparece de la noche a la mañana, sino que se va desarrollando progresivamente durante alguna etapa de la vida de una persona. Y los síntomas más comunes que se pueden detectar en aquellas personas que la padecen son los siguientes:
A nivel cognitivo
- Elevados niveles de autoexigencia.
- Extrema rigidez, disciplina y estructuración con uno mismo y las tareas propias.
- Una búsqueda interminable de la perfección en todas las actividades.
- Falta de autoestima y elevada autocrítica negativa.
- Sentir culpa frente al fracaso.
- Pérdida de control de la situación.
A nivel físico
- Episodios de ansiedad o de pánico.
- Dolores de cabeza o de estómago, temblores, sudores, taquicardias y mareos cuando se acerca el momento de enfrentarse a situaciones, actividades o personas.
- Black-out: pérdida de memoria momentánea.
Causas
Con respecto a las posibles causas que producen este miedo irracional a fracasar, pueden ser muchas y tener relación con diversos factores. En ocasiones, esta fobia puede afectar a personas que tienen una personalidad muy autoexigente o, por el contrario, a otras que, sin tener este tipo de personalidad, han sido sometidas a muchas exigencias.
Por lo tanto, las causas pueden ser diversas y estar relacionadas con exigencias propias de nuestra sociedad actual, muy competitiva, que demanda que seamos exitosos en todas las facetas de la vida. O las causas pueden tener relación con situaciones o exigencias vividas en el interior del seno familiar.
¿Cómo afecta la atiquifobia al rendimiento escolar?
En ocasiones, el pánico a fracasar está relacionado con el ámbito académico, lo cual significa que un alumno puede tener miedo, por ejemplo, a fracasar en sus relaciones sociales dentro del ámbito de la escuela. O le invade el pánico cuando debe enfrentarse a las actividades o tareas escolares, temiendo que no será capaz de hacerlas a la perfección. Por no hablar del miedo incontrolable a no hacer bien los exámenes escolares y sacar bajas calificaciones.
La atiquifobia afecta a nivel psicológico y emocional y, por lo tanto, afecta al rendimiento escolar de los alumnos que la padecen. Sus consecuencias pueden ser:
- Niveles elevados de ansiedad y de estrés. Ataques de pánico.
- Problemas de salud vinculados con los mismos síntomas de esta fobia, como hiperventilación, ataques de pánico, mareos, sudores, dolores de cabeza, etc.
- Bajo rendimiento académico, aunque debemos considerar que en algunos casos hay alumnos con atiquifobia que tienen un aceptable rendimiento escolar y buenas calificaciones. Sin embargo, el problema es la elevada apuesta emocional que ellos hacen para conseguir un buen rendimiento y, por lo tanto, en las consecuencias que esto puede conllevar.
- Dificultades para relacionarse, interactuar y comunicarse con los demás.
Cómo conseguir perder el miedo al fracaso…
El primer paso para ayudar a personas que padecen atiquifobia es lograr que asuman que tienen este problema. Asimismo, ellas deben reconocer su excesivo temor al fracaso y entender que es este mismo miedo el que les impide poder avanzar y desarrollarse plenamente. Es decir, es precisamente este miedo el que paraliza y bloquea y no permite a las personas que viven con esta fobia conseguir buenos resultados en sus actividades y emprendimientos.
Por lo tanto, la ayuda por parte de profesionales es fundamental para diagnosticar y tratar correctamente la atiquifobia. Son los especialistas quienes irán trabajando sobre las posibles causas que producen la fobia y determinando las técnicas y terapias más adecuadas y necesarias para tratarla.
Sin embargo, si bien son los profesionales quienes marcarán las pautas concretas a seguir con personas que padecen atiquifobia, existen algunas estrategias para ayudarlas. En este caso, considerando el contexto escolar, profesores, compañeros y familiares, pueden considerar las siguientes actuaciones:
- Aceptar las equivocaciones como parte fundamental en todos los ámbitos de la vida y en todos los procesos de aprendizaje.
- Modificar la percepción del fracaso. Es decir, insistir en la consideración positiva del fracaso, fundamentada en que la gente, aún con gran capacidad y con conocimientos, está dispuesta a tomar riesgos y, por tanto, a fracasar.
- Motivar y animar al alumno atiquifóbico, intentado que aleje de su mente los pensamientos negativos.
- Valorar constantemente el esfuerzo realizado por los alumnos con esta fobia en su día a día y no solo cuando deban hacer frente a una situación para ellos más complicada.
Bibliografía
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