5 requisitos para que una estimulación en casa sea efectiva

Muchos padres y madres trabajan la estimulación en casa con sus hijos, con el fin de potenciar las diferentes áreas de desarrollo. Se trata de un recurso útil que les puede beneficiar enormemente. Pero ¿qué requisitos son necesarios para que sea efectiva?
5 requisitos para que una estimulación en casa sea efectiva
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 29 enero, 2021

¿Trabajas la estimulación en casa con tu hijo? Aun así, ¿sientes que este no avanza? ¿Te cuesta identificar los factores que hay que tener en cuenta para que la estimulación sea efectiva? Indagaremos en 5 requisitos que hay que tener presentes para que la estimulación en casa sea efectiva y le saques el máximo provecho posible.

Hay muchas maneras de estimular a tu hijo en casa: con juegos, actividades, ejercicios, dinámicas… Además, podemos utilizar material muy diverso. En internet o en las bibliotecas encontrarás múltiples recursos para adaptar las actividades a los intereses de tu hijo, a su edad y a su nivel de desarrollo (evolutivo).

Será importante, sobre todo, identificar los intereses del pequeño para poder motivarlo y sobre todo, que no sienta que está “trabajando”, sino disfrutando. ¡Toma nota!

Madre practicando la estimulación en casa con su hijo mediante el juego.

5 requisitos para que una estimulación en casa sea efectiva

A continuación, presentamos 5 requisitos que hay que tener en cuenta para que la estimulación en casa sea efectiva. Se pueden aplicar a la estimulación por áreas concretas (lenguaje, autonomía, psicomotricidad, habilidades cognitivas…) o global. Un buen diseño previo de lo que queremos trabajar con el pequeño y cómo será esencial también para que nuestra tarea resulte de lo más provechosa.

1.- Pon en práctica la paciencia

No siempre es fácil observar resultados en el desarrollo de un hijo, ya sea a nivel de lenguaje, de autonomía, etc. Así, aunque pongas en práctica múltiples actividades para estimular sus diferentes áreas de desarrollo, los resultados pueden tardar en llegar.

Pero eso no significa que la estimulación no sea efectiva o que esté resultando en vano. Por ello, el primer tip que te damos para que una estimulación en casa sea efectiva es que seas paciente. Para observar resultados, primero hay que sembrar, regar y esperar. Todo ello llevará, poco a poco, a ver crecer a tu pequeña flor.

2.- Sé constante

Más allá de la paciencia, te recomendamos que apliques otra habilidad: la constancia. A veces, creemos erróneamente que por probar actividades y juegos nuevos con nuestro hijo e ir cambiando le va a beneficiar. Y en parte sí (¡la variedad y novedad son muy útiles!), pero también hay que ser constantes con los ejercicios para que puedan ir “calando” poco a poco en el pequeño.

Así que intenta ser constante e ir trabajando los mismos ejercicios un mínimo de veces. Y, sobre todo, no estés muchos días sin trabajar con tu niño; mejor un rato cada día que no muchas horas un día a la semana.

3.- Piensa bien los objetivos para una buena estimulación en casa

Antes de planificar o preparar una actividad para trabajar la estimulación en casa, piensa bien en los objetivos que esa actividad tiene. ¿Para qué estoy haciendo esto? ¿Qué quiero estimular o fomentar en mi hijo? En este sentido, los objetivos deben tener la siguientes características:

  • Estar bien definidos, ser claros.
  • Ser funcionales, que el niño los pueda poner en práctica.
  • Ser específicos, por ejemplo, en lugar de aprender los colores, que la actividad se dirija a aprender el verde y el amarillo.

4.- Utiliza el juego

El psicopedagogo italiano Franceso Tonucci así lo afirma: “Todos los aprendizajes más importantes de la vida se hacen jugando”. Y es que, para que la estimulación en casa sea efectiva, te recomendamos que utilices el juego. Hay una gran cantidad y variedad de juegos que puedes adaptar a los intereses y objetivos que persigas con tu hijo. En internet, por ejemplo, se pueden sacar muchas ideas.

Recuerda que a través del juego el niño se divierte a la vez que aprende. En este sentido, hay autores que dicen que, para aprender, uno debe emocionarse, y qué mejor que el juego para ello.

Además, de esta forma, tu hijo no sentirá que está tratando de estimular en él una área determinada o que estás “trabajando” con él, sino que simplemente sentirá que juega y que se lo pasa bien. Por otro lado, es un buen momento para pasar un tiempo divertido y de calidad con tu pequeño.

“Nada enciende más la mente de un niño como jugar”.

-Dr. Stuart Brown-

5.- Observa los pequeños avances

Los pequeños avances son importantísimos. Además, en este sentido, hay que recordar que el aprendizaje, muchas veces, no se trata de un “todo o nada”. Los pequeños avances son los que permiten ir observando, poco a poco, cómo está creciendo, aprendiendo y desarrollándose un niño. Aunque a veces estos avances pasen desapercibidos, hay que entrenar la mirada para ir detectándolos.

Una vez detectados, hay que identificar cómo la estimulación en casa ha ayudado a que se produjera ese pequeño gran avance en el niño. Por otro lado, será importante también reforzar cualquier pequeño cambio en tu hijo, es decir, premiarle por él y seguir motivándolo para aprender.

Madre jugando con su hija para su estimulación en casa.

“Los niños no recuerdan lo que tratas de enseñarles. Recuerdan lo que eres”.

-Jim Henson-

Tú y tu hijo sois lo más importante en la estimulación en casa

¿Crees que te pueden servir estos pequeños tips? Puedes empezar por aplicarlos en la próxima sesión de estimulación en casa, pero, sobre todo, piensa que el desarrollo de tu hijo será el que determine los tiempos de adquisición de cada uno de los aprendizajes. No intentes adelantarte a ellos; trabájalos poco a poco en función de su nivel de desarrollo.

Y, sobre todo, no olvides que, más allá de la actividad en sí, lo que importa es cómo tú te relaciones con tu hijo, ya que eres la figura más importante de su vida, su punto de referencia que le sirve como modelo.


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  • Finch, C. (1993). Jim Henson: The Works (en inglés). Random House.
  • Garvey, C. (1985) El juego infantil. Madrid: Morata.
  • Linaza, J. (1991) Jugar y aprender. Madrid: Alhambra Longman.
  • Pérez Pereira, M. (2004). Desarrollo del lenguaje. En J. Palacios, A. Marchesi, C. Coll (Eds.), Desarrollo psicológico y educación: Psicología Evolutiva (pp. 227- 256). Madrid: Alianza Editorial.

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