¿Qué hacer si mi bebé se araña?

Se trata de una inquietud sumamente frecuente entre las madres de bebés recién nacidos. Más allá de ser algo superficial, muchas veces las heridas pueden infectarse y eso preocupa a las mamás. ¿Cómo podemos actuar frente a esto?
¿Qué hacer si mi bebé se araña?
María Belén Del Río

Revisado y aprobado por la médica María Belén Del Río.

Escrito por Yamila Papa

Última actualización: 03 agosto, 2022

Una de las consultas más habituales en el pediatra tiene que ver con los rasguños, principalmente en el rostro. Las preguntas del tipo ‘¿Qué hago si mi bebé se araña?’, son cuestión de todos los días. En este artículo te contaremos cómo puedes actuar al respecto.

Mi bebé se araña: ¿es normal?

No te preocupes, este comportamiento no es nada malo ni grave. Un bebé —sobre todo un recién nacido— tiene las uñas demasiado delgadas y filosas, por lo que es normal que, mientras duerme o con algún movimiento, termine rasguñándose la cara.

Si a eso le sumamos el hecho de que la piel de los pequeños es muy sensible y delicada, es comprensible que se deje marcas más profundas de lo que podría parecer un ‘accidente’.

Una de las tantas preocupaciones de las madres con bebés de pocas semanas tiene que ver con las secuelas o consecuencias de dichos rasguños. Más precisamente, quieren saber si les quedarán cicatrices.

Aunque puedan parecer gruesas y tarden en cicatrizar, ten la tranquilidad de que estas marcas son superficiales y que, una vez que se curen, no se notarán más.

¿Qué hago si mi bebé se araña?

Este tipo de temas cotidianos son tratados extensamente en una Guía para Padres sobre la Prevención de Lesiones no Intencionadas en la Edad Infantil publicada por la Asociación Española de Pediatría. Al igual que este artículo, se trata de un recurso útil para afrontar situaciones más o menos graves que pueden ocurrir con los bebés y niños en el hogar.

Más allá de que no es motivo de preocupación ni nada por el estilo, con certeza querrás evitar que tu bebé se rasguñe la cara mientras duerme. Algunos padres optan por ponerle guantes o mitones de algodón; otra opción es comprarle ropa que ya incluya una prolongación en las mangas.

No obstante, lo malo de estas alternativas es que, primero que nada, es incómodo para el niño; en segundo lugar, solo servirían para el invierno. Si hace calor, además de molestarle, puede generar transpiración y hasta hongos por la falta de aire en la piel de las manos.

Algunos bebés sufren en el momento en el que se le deben cortar las uñas.

Por otra parte, otro recurso para niños menores de dos meses sería envolverles en una manta delgada cuando duerme, como dándose un ‘autoabrazo’. Sin embargo, no es algo muy cómodo tampoco y puede hasta ser peligroso para su salud.

Piensa en lo siguiente: a ti no te gustaría que te ‘ataran’ o te pusieran guantes cuando quieres moverte libremente. Por lo tanto, no hagas lo mismo con tu bebé, al menos en ciertos momentos en los que sus manos son vitales, como por ejemplo mientras está en contacto con el pecho al alimentarse.

También hay madres que le cortan las uñas a los bebés para que no se rasguñen. Es muy importante que, si lo haces, tengas la supervisión de un experto —como puede ser el pediatra—. Ten en cuenta que un mal corte puede dejarle las uñas aún más filosas y así provocar una infección, o incluso una herida.

En las tiendas se venden tijeras especiales para cortar uñas a los bebés; traen lo que se llama punta roma —sin filo—, pero igualmente requieren una cierta técnica para manipularlas y evitar problemas. Si no te animas, siempre puedes pasarle una lima suave por las uñas y prevenir así las puntas afiladas, que son las que causan los rasguños.

“Un bebé tiene las uñas demasiado delgadas y filosas, por lo que es normal que, mientras duerme o con algún movimiento, termine rasguñándose la cara”

Lastimaduras por rasguños: ¿cómo curar heridas?

Como primera medida, si tu bebé se rasguña bastante seguido por más de que le cortes o limes las uñas, tendrás que lavarle muy bien las manos y la cara con agua tibia y jabón neutro —sin perfume—.

De esta manera, evitarás que se infecten los cortes debido a algún microorganismo que queda alojado en las uñas. Además, hidratarás la piel para que los rasguños no sean tan graves y cicatricen más rápido.

Sin embargo, por mucho que cuidemos y protejamos a nuestros hijos, siempre pueden hacerse daño y rasguñarse. Si por algún motivo esa herida se infecta, debemos actuar lo antes posible. Algunos consejos para estos casos:

1. Lava con agua y jabón neutro

Los bebés recién nacidos son muy delicados; cualquier perfume o fragancia es perjudicial para su salud. Para lavar una herida y desinfectarla, siempre es mejor usar jabones neutros y agua tibia. También podrías usar un poco de alguna solución antiséptica que tengas en el hogar para evitar infecciones (en caso de que esto último ocurra, la lesión se tornará inflamada, enrojecida y caliente, por lo que deberás ir al pediatra).

Los padres deben contar con ciertos trucos para cortar las uñas a los niños.

2. Reduce el sangrado

Algunas veces, los rasguños son tan profundos que causan sangrado. No te pongas nerviosa ni te preocupes; limpia la zona y luego aplica una gasa para que pare el sangrado. Ten en cuenta que hay algunas áreas de la cara más propensas a sangrar, pero que esto no es grave de todos modos.

Siempre y cuando el pediatra lo considere necesario y el rasguño haya sido de ‘consideración’, entonces podrás ponerle una venda pequeña o una tirita. Los materiales deben ser hipoalergénicos y no hay que dejárselos por muchas horas; es mejor que la herida ‘respire’ y se cure sola. Finalmente, tampoco hace falta que pongas una crema ni nada por el estilo.


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