Juegos para enseñar buenos modales a los niños

A través del juego, principal herramienta para enseñar y educar a los niños, podemos hacerles conocer normas y conductas de cortesía.

Padre e hija bailando y aprendiendo buenos modales y cortesía.

Conocer y practicar reglas de cortesía y de amabilidad les permite a las personas poder desenvolverse mejor con los demás en distintos contextos y situaciones. Con lo cual, enseñar buenos modales a los niños es proporcionarles herramientas para que, a medida que crezcan, puedan comportarse mejor en distintos ámbitos.

Porque, en definitiva, ¿no son los buenos modales una carta de presentación de las personas? Una carta de presentación de la que dependerá, en ocasiones, que se abran o cierren puertas a oportunidades de trabajo, de estudio o de relaciones sociales.

¿Qué son los buenos modales?

Los buenos modales hacen referencia a reglas, normas y códigos de conducta institucionalizadas en cada sociedad, para mostrar educación y respeto hacia otras personas. Con lo cual, los buenos modales permiten relacionarse y mejorar la convivencia con las personas mediante actitudes o comportamientos como saludar correctamente, dar las gracias, pedir por favor y disculpas, ofrecer ayuda, mostrarse amable y colaborativo.

Como se ha dicho, los buenos modales están estrechamente relacionados con las distintas sociedades, con su cultura y sus costumbres. Y también han ido cambiando y evolucionando con el tiempo según las circunstancias históricas.

Así pues, aprender buenos modales es reconocer también que ellos no son los mismos en todas partes, ni en todas las circunstancias, ni con todas las personas.Padre a hijo merendando juntos para enseñarle buenos modales.

Ahora bien, lo que es indiscutible es que la cortesía y los buenos modales son importantes para entablar relaciones con los demás. Y es imprescindible que los buenos modales se enseñen tanto en el ámbito familiar como en el escolar, porque son formas de demostrar consideración y aprecio por la otra persona. Y porque, además, ayudan a las personas a darse a conocer en cualquier ámbito, tanto formal como informal.

“Los buenos modales son la flor de la humanidad. El que no es suficientemente cortés no es suficientemente humano”.

-Petrus Jacobus Joubert-

¿Se pueden enseñar buenos modales a los niños jugando?

La respuesta a esta pregunta es que sí. Como todo lo que se enseña a los pequeños, si es mediante el juego, mucho mejor. En los niños, el juego es una muy buena estrategia didáctica y tiene un valor fundamental como instrumento de aprendizaje.

A través del juego, los más pequeños pueden aprender reglas y conductas de cortesía y de amabilidad, y desarrollar e interiorizar, así, el hábito de actuar y comportarse con buenos modales.

Por lo tanto, a continuación, proponemos 10 juegos divertidos, que pueden ser utilizados tanto en casa como en el colegio para que los pequeños, poco a poco, aprendan algunas reglas básicas de cortesía.

1. Jugar a merendar para enseñar buenos modales a los niños

Una idea genial es que los padres organicen una tarde de amiguitos y aprovechar esa oportunidad para hacer una rica merienda en la que el objetivo sea aprender a comer correctamente.

De esta forma, todos los pequeños comensales podrán disfrutar de una rica tarta y de un buen batido de chocolate o vainilla, siempre y cuando respeten las siguientes reglas:

  • No apoyar los codos en la mesa mientras se come y mantenerse sentado con la espalda recta.
  • Masticar bien cada bocado, comer con la boca cerrada y no hablar con la boca llena de comida.
  • Usar cada uno su servilleta y colocarla en su regazo, así como utilizarla varias veces durante la merienda para limpiarse tanto la boca como las manos.
  • Conversar con los demás niños de forma calmada, sin chillar, ni hablar todos al mismo tiempo.

2. Jugar a los turnos y a las cartas de los modales

Una actividad interesante es repartir entre los niños cartas con imágenes con niños que tienen buenos y malos modales o, en todo caso, con frases sobre buenos y malos modales. Y, a su vez, repartir también cartas con números, que serán las que concederán el turno de palabra.

Así, según el número que al azar le ha sido asignado a cada niño, este deberá hablar sobre lo que ve o sobre lo que lee en la carta de los modales.

La idea es que con esta actividad los niños expresen su opinión y hablen sobre los buenos modales y, además, ejerciten la paciencia y el respeto por la palabra del otro mientras esperan su turno para hablar.

3. Más con cartas de modales

Una variante del juego de cartas con imágenes de niños ejecutando buenos y malos modales es que los pequeños aprendan a reconocer unos y otros. Luego de barajar el mazo y repartir equitativamente las cartas, gana quien logre juntar mayor cantidad de imágenes con buenos o malos modales.

En la red hay sitios de donde se pueden descargar e imprimir, y mientras más cantidad de cartas haya, más divertido será. Procura variedad y grados de dificultad diversos. Por ejemplo, no siempre comer con las manos es un signo de malos modales. En efecto, para comer aceitunas, canapés, pastelitos, frutas pequeñas, o almejas, mejillones y moluscos con concha, necesitaremos las manos.

4. Juego de roles

Nada enseña más a cómo actuar en sociedad y entre amigos, conocidos y desconocidos, que el teatro. Ensaya en casa situaciones, roles o papeles que ameritan el ejercicio de los buenos modales, para contrastarlos con los malos. Disfraces y parlamentos ayudarán a recrear momentos en los que, por ejemplo, los buenos modales alivien situaciones incómodas.

La idea es que los niños aprendan a diferenciar los efectos de actuar de una manera o de otra, sobre todo para identificar las consecuencias de ciertas acciones.

Los modales no son un asunto superficial al contrario en muchos casos, son las formas más acabadas de ser y estar en sociedad, y por lo tanto producen bienestar, salud y satisfacción. Los buenos modales alivian las cargas, crean un clima de comprensión y tolerancia, colman el ambiente de tranquilidad y confianza.

5. Historias para entrar en ambiente

Esta opción le da continuidad a la estrategia anterior. Pídele a los niños, sobre la base de los personajes creados, inventar historias en las que pongan en ambiente o contexto los buenos y malos modales.

Interesante será forzar la aplicación de las normas, ponerlas en tensión o en duda. Recuerda que muchas cosas se fijan con más fuerza si han nacido del contraste, la comparación, la contradicción y la problenatización.

Como afirmó Bruner, en el juego los “obstáculos parecen necesarios, porque de lo contrario el niño se aburriría muy pronto. En este sentido, yo creo que podemos asimilar el juego a la resolución de problemas, pero en forma más agradable”.

6. Las palabras mágicas que abren puertas

Un recurso que funcionaría de maravilla es la representación de un mago que ejecuta un acto (sirve el zumo en la mesa, entrega una flor, brinda un dulce) cuando escucha una de las muchas paabras mágicas. Hola, perdón, gracias.

Las cartas que usamos en la actividad descrita arriba, ayudarían a complementar los actos de magia. Una estrategia es que con cada acierto de una palabra mágica que correesponda a una situación, se acumulen puntos.

Premiar incentiva, estimula y alienta a continuar. Pero debes ser prudente y equilibrar y reconocer los esfuerzos de todos, empezando por los más pequeños.

7. Paseos significativos

Organiza excursiones a la comunidad, visita el mercado, el museo, las plazas, un restaurante, para ensayar un despliegue de buenos modales. Sin sobreactuar, la idea es lograr que los niños pongan en práctica lo aprendido. Miradas, silencios, recomendaciones, deben acompañarse de explicaciones y también felicitaciones.

La vida en sociedad es sumamente compleja y los niños han de aprender a desenvolverse en ella como aprenderían una lengua materna. Comprender los códigos sociales jugando reduce la gravedad de las consecuencias de los errores y aleja la frustración. Para decirlo con algo de poesía: “el juego es a veces una epifanía de lo ordinario”.

8. Cuentos repletos de diversión para enseñar buenos modales a los niños

Es indiscutible el valor educativo que tienen los cuentos para enseñar a los niños. Con un cuento, los niños aprenden valores, sobre sus emociones, sobre el mundo, los animales y la naturaleza, y también pueden hacerlo, sobre los modales.

En este sentido, seleccionar cuentos que versen sobre la adopción de buenos modales, por parte de sus personajes, puede ser una maravillosa idea para que los niños los aprendan.

9. Cantar y bailar con los buenos modales para aprenderlos

Una actividad cuyo objetivo sea poner música y ritmo a frases sobre los buenos modales, puede ser una divertida estrategia para que los niños los aprendan y, además, ejerciten su memoria.

Así, se puede invitar a los niños a “rapear”, por ejemplo, afirmaciones  como: “Como mola pedir permiso, por favor y dar ayuda; Ser guay es saludar bien cuando llegamos y cuando nos vamos; Los mejores respetan a sus mayores, escuchan a los demás y son amables con toda la gente; o Dar las gracias nos hace llegar lejos”.Dibujo de una niña cediéndole un asiento en el autobús a una mujer embarazada como muestra de buenos modales.

10. Los títeres de los bonitos modales

Por último, una actividad que gusta muchos a los niños son los títeres y, si son de personajes para ellos conocidos y queridos, mucho mejor.

Así, tanto en el colegio como en casa, se pueden confeccionar unos encantadores amigos con ropa vieja y materiales reciclados y crear historias en torno a títeres superhéroes que luchan por los buenos modales y libran batallas en:

  • Un autobús, con la misión de explicar y convencer a la gente más joven de que les ceda el asiento a las personas mayores y a las mujeres embarazadas. O a personas que tienen alguna discapacidad.
  • En la calle, los parques y los colegios, con la misión de recordar a todas las personas que no se deben tirar papeles, plásticos y basura, en general, en cualquier sitio, sino que hay que buscar los contenedores apropiados para tirar y reciclar la basura.

Esperamos que muy pronto pongas en práctica estos juegos para enseñar buenos modales a los niños con tus hijos. ¡Lo pasaréis en grande mientras ellos aprenden sin darse cuenta!

Bibliografía

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