Durante la crisis de los siete años en los niños, es muy común que se rebelen contra toda autoridad. Asimismo, cambian su humor bruscamente y les gusta decir que no a todo. Si tu hijo está en pleno trance, mantén la calma, ya que puedes aprender a controlar la situación. En este artículo aprenderás cuáles son las actitudes más frecuentes a esta edad y cómo sobrellevar dicha crisis.
¿Qué es la crisis de los siete años en los niños?
Este episodio de cambios forma parte normal de su desarrollo de personalidad, donde buscan afianzar su yo interior. De hecho, los niños pasan por diferentes crisis del crecimiento (como la crisis de los dos años) que sirven a tal fin: ayudarles a consolidar su identidad y su forma de ser. Seguramente estés preocupado por las actitudes que toman tus hijos, sin embargo, no es algo grave, solo están creciendo.
Dentro de este período tan estimulante donde hay cambios de comportamiento, el niño sufre alteraciones físicas, psíquicas y sociales. Por tal motivo, se le llama también, adolescencia de la primera infancia.
Actitudes de los niños a los siete años
Según los expertos, a la edad de siete años el cerebro de los niños comienza a tener grandes cambios. Al observar el comportamiento de los adultos, piensan que tienen la misma capacidad, pero enseguida se sienten muy cargados. Esto se debe a que sus habilidades mentales y de concentración no están desarrolladas plenamente, aunque físicamente sí puedan realizar algunas tareas.
De igual manera, en esta fase expresan lo que quieren, lo que piensan y lo que sienten con mayor claridad. Incluso, se sienten seguros de sí mismos porque dominan y han avanzado en su capacidad de habla. Ya saben tratar con distintas personas y son conscientes de sus sentimientos. Reconocen que otros, al igual que ellos, tienen deseos, pensamientos y sentimientos. Además, logran diferenciar el mundo real del imaginario.
Poseen un sentido más sólido en lo que tiene que ver con el tiempo. Por esa razón ya entienden lo que son las horas, los minutos y los días de la semana. Esta evolución del razonamiento les permite tener su estilo de aprendizaje y resolver sencillos problemas de matemáticas.
En suma, la crisis de los 7 años surge por un profundo proceso de cambios y de búsqueda que se produce cuando aún el niño no tiene una madurez suficiente. No olvidemos que aún le queda camino para lograr controlar sus impulsos, planificar las consecuencias de sus actos y poder adoptar el punto de vista de los demás. Así, sus actitudes rebeldes son comprensibles.
7 características presentes en la crisis de los siete años en los niños
Durante este proceso de crisis de los siete años, los niños actúan de la siguiente manera:
- Quieren imponer su voluntad.
- Se niegan a toda autoridad.
- Su respuesta a lo que les propongas siempre será un “no”.
- Si no consiguen lo que quieren, se rebelan.
- Actitud caprichosa, inquieta, hiperactiva y movida.
- En instantes, pasan de estar contentos y con mucha risa al llanto y la tristeza.
- Se portan desafiantes ante los límites.
Consejos para sobrellevar la situación
Algunas de las recomendaciones que puedes seguir ante la crisis de los siete años en los niños son:
- Asígnale tareas que pueda realizar para que su sentido de responsabilidad aumente. De esta forma podrá desarrollar otras rutinas, como ordenar su cuarto diariamente o poner la mesa.
- De manera adecuada, permite que libere energía y tensiones practicando algún deporte que le agrade. También podrían hacer alguna actividad en el parque o simplemente pasear con él.
- Elogia constantemente sus esfuerzos y buen comportamiento, ya sea mediante miradas, gestos o palabras. Con este refuerzo positivo se sentirá seguro y amado.
- Incúlcale la paciencia pues, mediante ella, logrará terminar sus labores antes de irse a jugar y esperar su turno.
- Proporciónale explicaciones sobre lo que puede y no puede hacer, así como por qué no es seguro que realice cierta labor. Igualmente, establece reglas claras, como la hora para acostarse, cuánto tiempo puede ver la televisión o navegar por Internet.
- Su capacidad para analizar y organizar está en proceso de maduración, así que es importante que lo ayudes en su higiene personal.
- No cubras sus faltas, permite que vaya aprendiendo por vivencias propias y explícale que las acciones que realiza tienen sus consecuencias.
- Pasen tiempo juntos como familia, realizando cosas que sean divertidas y participativas.
- Ante las rabietas, las actitudes rebeldes o agresivas reacciona con calma. Evita los gritos, amenazas y castigos desproporcionados ya que esto solo escalará la violencia y empeorará la situación. Mejor espera a que el niño se calme para dialogar.
- Escucha a tu hijo y trata de empatizar con él y con su situación. No es fácil, como padre, sobrellevar la crisis de los 7 años, pero tampoco es sencillo ser niño.
Conclusión
En definitiva, la crisis de los siete años en los niños no debe desesperarte. Su conducta se debe al desarrollo y la evolución del cerebro. Dales tiempo para que maduren y puedan tener el control de sus impulsos, así se centrarán en sus tareas. Además, al desarrollarse su sistema nervioso, comprenderá el mundo que lo rodea de la manera más sana, por eso, ayuda a tus hijos a sentirse bien para que progresivamente vayan abandonando su infancia con éxito.
Bibliografía
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