Muchos padres se han preguntado en algún momento por qué a los niños les gusta llamar la atención. Escenas de berrinches, niños interrumpiendo las conversaciones de los adultos o portándose mal casi a propósito son el pan de cada día en muchos hogares.
Existen varios factores que pueden servir para definir qué le ocurre al pequeño cuando toma esta actitud. No obstante, casi todos los psicólogos infantiles concuerdan en que los niños que buscan con afán llamar la atención de sus padres todo el tiempo esconden un recelo por ser abandonados.
Además, afirman que en sus mentes han creado un vínculo entre alterar a sus padres y la respuesta inmediata a sus necesidades.
¿Por qué a los niños les gusta llamar la atención?
Los niños de edades muy cortas están programados casi de forma innata para llamar la atención de sus padres para que satisfagan sus demandas.
Esta condición instintiva ha permitido que, durante siglos, los infantes de la espacie humana pudieran sobrevivir gracias a la comunicación por medio de gritos y llantos, en ausencia del entendimiento racional y la capacidad para hablar.
Lo que ocurre, en consecuencia, es que a medida que el niño va creciendo, sigue asociando que el llorar, hablar con un tono de voz elevado o gritar hace que sus padres le presten atención del mismo modo que lo hacía cuando era un bebé. De este modo, logra sentirse protegido y atendido.
De allí se desprende que a los niños les gusta llamar la atención cuando necesitan amor, comprensión o incluso alguna recompensa. Básicamente, existen cuatro situaciones que ilustran las necesidades de los niños y su vínculo con un comportamiento que llame la atención:
- El niño nota que, cuando levanta la voz e interrumpe una conversación, los padres pueden notar su presencia al igual que los otros miembros de la tertulia; así, logra sentirse integrado.
- El niño manipula con su conducta y se da cuenta de que cuando hace una rabieta en la calle, por ejemplo, consigue que los padres le den lo que pide solo para calmarlo. Entonces, recurre con frecuencia al berrinche como forma de dominio.
- Los pequeños que cuentan con hermanos suelen sentirse eclipsados por ellos y buscan llamar la atención de sus padres para conseguir posicionarse en un primer lugar a la hora de recibir amor.
- Los niños que manifiestan sus sentimientos pero sienten que no tienen respuesta por parte de sus padres toman medidas extremas, como portarse mal, para demostrar su inconformidad y molestia de forma más tajante.
Consejos para manejar la situación
De lo comentado anteriormente, puede deducirse que, cuando el niño busca llamar en exceso tu atención, está mostrando una forma de dominio y de imponer sus demandas impacientemente.
La manera más acertada de llevar la situación será a través de una comunicación efectiva y una revisión de los roles de mando en el hogar.
“Los niños que buscan con afán llamar la atención de sus padres todo el tiempo esconden un recelo por ser abandonados”
Desde luego que reconducir al niño para que exprese de otra forma sus inquietudes, afectos y necesidades no es sencillo. Los padres deben llenarse de paciencia, ya que la mejor manera de hacerlos cambiar de actitud es no cediendo a los llamados del niño, sino más bien tratando de inmediato que se produzca un diálogo entre las partes.
Es muy probable que, en las primeras pruebas, el pequeño se exalte de más al sentirse reprendido. Sin embargo, los padres deben mantener con firmeza su autoridad para lograr que el niño pueda comunicarse de manera educada, manteniendo el respeto y en el momento adecuado.
Autoexamen a los padres
Debe quedar muy claro que existe una diferencia entre los niños que llaman la atención para obtener un beneficio de inmediato a modo de manipulación y los niños que quieren llamar la atención porque sufren del llamado síndrome de niño abandonado.
Es por ese motivo que los padres deben realizarse un autoexamen sobre el tiempo que pasan con sus hijo; han de evaluar si es un tiempo de calidad en el que se llene de afecto al pequeño o si hay un abuso verbal o físico al conducirse hacia al niño.
Por otra parte, se debe considerar si este cuenta con una supervisión apropiada. En todos estos casos, el llamar la atención será una consecuencia de múltiples carencias en los niños.
Por eso, como recomendación final, es importante que analices tu interacción con el pequeño y que no dudes en pedir ayuda si sientes que la conducta de tu hijo se está saliendo de control.