Los expertos recomiendan la regla 3-6-9-12 a los padres para que regulen el uso de la tecnología en sus hijos a una temprana edad.
Debido a la gran influencia que ejercen los ordenadores, las tablets y los móviles en los niños, se hace imprescindible que los padres tomen las medidas necesarias para que dicha influencia sea positiva.
Ahora bien, decir que hay que tomar acción para lograr estos resultados positivos es sencillo. Sin embargo, las preguntas son: ¿Cómo hacerlo? ¿Cuál es la edad conveniente para que comiencen a utilizarlos? ¿Será efectiva esta regla para controlar el uso de la tecnología en los niños? Veamos.
Efecto de la tecnología en los niños
Los avances de la tecnología facilitan y permiten la interactividad, la integración, la comunicación y el aprendizaje. La abrumadora e inagotable variedad para jugar, comunicarse y recibir información, empuja a la casi obligación de disponer de un dispositivo electrónico para integrarse en las actividades de este siglo.
Sin embargo, esto podría convertirse en un problema para los niños si quedan expuestos a:
- Una gran cantidad de información distorsionada.
- La explotación y acoso.
- El sedentarismo.
- Personas con malas intenciones que esconden lo que son.
- La apatía social o el poco interés de relacionarse.
Hay una gran avalancha de información negativa a la que se ven expuestos los niños. Por tal motivo, es de suma importancia que los padres se aseguren de que comienzan a usar la tecnología en el momento adecuado, según vayan madurando.
¿Qué significa la norma 3-6-9-12?
Es una norma que sirve de orientación a los padres sobre la edad adecuada para el uso de la tecnología en los niños. Fue propuesta en el año 2008 por el francés Tisseron Serge, quien es graduado en psicología y psiquiatría infantil, además de ser psicoanalista y director de las investigaciones de la Universidad Ouest Nanterre de París.
La Asociación de Pediatría Ambulatoria Francesa respaldó la regla 3-6-9-12 en el año 2011.
4 pautas que establece la regla 3-6-9-12
La regla 3-6-9-12 establece una especie de escalera para que los niños avancen de manera progresiva en el uso de la tecnología. Básicamente, las pautas son las siguientes:
Antes de cumplir 3 años
Los niños no son capaces de distinguir la ficción de la realidad. Tampoco están preparados emocionalmente. Puesto que la televisión no aporta nada beneficioso a los niños pequeños, se sugiere que la vean después de los 3 años.
Se dice que puede retardar el desarrollo del lenguaje y la memoria y aumentar así el riesgo de obesidad infantil. Los padres deben más bien fomentar el interés de sus hijos por el juego y la creatividad.
“Se ha vuelto terriblemente obvio que nuestra tecnología ha superado nuestra humanidad”
–Albert Einstein–
Antes de los 6 años
Los videojuegos son peligrosos porque son adictivos, terminan controlando al niño, hacen que pierda la noción del tiempo y pase muchas horas jugando, lo que entorpece su desarrollo psicomotriz. Acaparan su atención más que otras actividades. Así que, antes de los 6 años, nada de videojuegos ni tabletas.
Antes de los 9 años
Los ordenadores esconden muchos peligros que afectan el desarrollo del niño. Hasta los 9 años, no están preparados para mucha de la información que circula por la red. Cuando sea el momento, además, deberán aprender las reglas al usar internet.
Primero, que todo lo publicado es de dominio público. Segundo, lo que se sube a la red quedará allí permanentemente. Y tercero, no toda la información que se encuentra allí es digna de confianza o verdadera. Por lo tanto, se deben consultar otras fuentes fidedignas.
Antes de los 12 años
Aunque los niños desean tener un smartphone, no están preparados antes de los 12 años para controlarlo. Mucho menos para navegar solos por internet o crear un perfil en una red social. A partir de los 12 años, podrán ingresar a internet con mucha prudencia acompañados de sus padres y bajo restricciones de horarios.
“La tecnología no es nada. Lo importante es que tengas fe en la gente, que sean básicamente buenas e inteligentes, y si les das herramientas, harán cosas maravillosas con ellas”
–Steve Jobs–
En definitiva, la regla de 3-6-9-12 no es suficiente. Los padres tienen la responsabilidad de controlar el tiempo diario que sus hijos pasan frente a una pantalla.
Además, deben educarlos con respecto a su respuesta frente a los diferentes medios de comunicación; de esta manera, su desarrollo no se verá afectado.