Los 7 problemas más comunes en los recién nacidos

Es normal que los recién nacidos contraigan ciertas enfermedades, dado que son muy vulnerables en todo sentido. Hay que tener presente que a su organismo aún le falta mucho por madurar. 

Los infantes que padecen el síndrome del niño burbuja presentan infecciones severas y de diversa índole.

Los problemas más comunes en los recién nacidos pueden ser muy variados. Desde afecciones de la piel hasta infecciones bacterianas. Por lo general, con un diagnóstico y tratamiento temprano se pueden superar sin mayor apuro, pero para ello será fundamental la atención y el cuidado de los padres.

Aunque la mayoría de los padres confían en que los niños van a nacer sanos, lo cierto es que una vez que llegan al mundo, son más vulnerables que nunca. Por consiguiente, pueden contraer diversos tipos de enfermedades durante sus primeros días o meses de vida.

Los primeros días de vida extrauterina de un ser humano transcurren en medio de toda una serie de adaptaciones fisiológicas. Poco a poco, el organismo deberá adaptarse a todas las hostilidades del mundo y para ello, necesitará el cuidado de sus padres.

No obstante, existen muchas complicaciones que interfieren en la tranquilidad de los neonatos, sin que lleguen a ser enfermedades graves o al menos que requieran tratamiento. En tal caso, siempre es importante atender a cualquier condición fuera de lo normal, porque son tan pequeños que puede resultar molesto o peligroso.

Existen problemas de salud que resultan muy comunes durante los primeros meses de vida del bebé: vómitos, diarreas, fiebre, son algunos de ellos.

Principales problemas en los recién nacidos

Los problemas más comunes que enfrentan los recién nacidos son varios, pero en esta oportunidad destacaremos los siete principales:

1. Ictericia

La ictericia infantil puede desaparecer por sí sola.

Uno de los problemas más comunes en los recién nacidos viene a ser la ictericia. Se trata de una condición muy común que se presenta en el 70 % de los pequeños. 

La ictericia puede presentarse a partir de las 24 horas del nacimiento del bebé o bien, en el transcurso de los tres primeros días de vida; es producida por los altos niveles de bilirrubina en la sangre. En consecuencia, la piel adquiere un tono amarillento.

Se produce por los altos niveles de bilirrubina en la sangre y no requiere tratamiento. En condiciones normales no tarda más de 7 días en desaparecer. 

2. Fiebre

Otro de los problemas más comunes en los recién nacidos es la fiebre. Si bien no es una enfermedad como tal sino un síntoma, puede llegar a tener consecuencias peligrosas si no se brinda tratamiento.

Hay que aclarar que es normal que los neonatos reflejen un alza en la temperatura debido a las condiciones ambientales. Por lo general, se trata de un proceso transitorio que se produce durante los tres primeros días de vida y luego desaparece.

En estos casos el bebé come y está sano, por eso es importante mantenerlo bien hidratado; pues esta condición pasará sin necesidad de intervención médica.

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3. Alteración en el sueño

El sueño del bebé recién nacido es bastante regular. El pequeño pasa el día con los ojos cerrados. Despierta, come y vuelve a dormir profundamente, con lo cual, su descanso no se ve interrumpido con tanta facilidad.

Sin embargo, es frecuente que durante las noches no duerman con tanta rapidez, pueden pasar más tiempo activos y en total lucidez, justo cuando los padres están cansados y con ganas de dormir. Esta situación en normal, pues se debe a que mientras estuvo en vientre de su madre, así era como pasaba las noches.

Durante el día, la madre se mueve y esto hace que el bebé se esté meciendo en su líquido, pero cuando esta está quieta, él se despierta. De manera que, durante sus primeros días de vida va a tener la misma programación horaria.

Deben pasar al menos cuatro semanas para que el recién nacido se acostumbre a estar despierto de día y dormido de noche.

4. Vómitos o buches de leche

El vómito es uno de los problemas más comunes en los recién nacidos. También viene a ser un síntoma y no una enfermedad como tal. Y aunque pueda causar alarma en las madres primerizas, se trata de algo normal en los bebés. 

Después de comer, casi todos los pequeños pueden devolver un poco de leche. Esto ocurre porque al mamar, entra aire, y al sacarlo, viene con algo de comida.

Para evitar que esto sea muy molesto para el niño, es importante asegurarse de sacarle los gases después de alimentarlo. Este problema del aire no solo es causa de la regurgitación, sino también de cólicos y otras molestias.

5. Dificultad para orinar

Es motivo de preocupación si el bebé no ha orinado a las 48 horas después de haber nacido. Por lo general, los bebés rompen en llanto cuando orinan porque la humedad que acumulan en el pañal les causa incomodidad. Esto permite detectar que efectivamente han orinado. En total, es normal que esto ocurra hasta unas 10 veces al día.

Sin embargo, si el bebé no llora ni moja el pañal, podría tener complicaciones en la vejiga o los riñones. Por otra parte, si el bebé presenta un flujo estrecho y produce un goteo luego de orinar.

6. Llanto inconsolable

Tipos de llanto del bebé.

Es normal que el bebé llore mucho cuando está recién nacido; pues casi cualquier molestia sin importancia lo puede irritar. El llanto es su forma de comunicarse.

Llorará cuando tenga hambre, sueño o para avisar que necesita un cambio de pañal; pero también es posible que llore ante todos los problemas antes mencionados.

Si acaso se trata de un llanto fuerte, agudo y sin control podríamos hablar de una infección o por problemas para orinar o defecar. En estos casos hay que revisarlo para evaluar cuál puede ser el problema y darle solución.

7. Irregularidad con las heces

A los padres primerizos les preocupa tanto el color como la textura, la regularidad y cualquier cosa distinta que ven en las heces de su bebé recién nacido. Lo normal es que en sus 3 primeros días las heces sean de color negro o verdoso.

También es normal que la textura sea viscosa y su frecuencia llegue a alcanzar hasta 8 veces al día. Sin embargo, se debe tener suma atención con que el niño no esté estreñido y que sus heces sean muy duras, porque esto le puede causar dolor o traumas mayores.

Por otro lado, tampoco es normal que tenga diarrea si su alimentación es exclusivamente a base de leche materna.

Conclusión

Además de estar atentos y familiarizados con las medidas de prevención y actuación de enfermedades y problemas comunes, los padres deberán evitar tomar medidas sin consultar antes con el pediatra. De esta manera, se asegurarán de que el bebé recibe la atención y tratamiento adecuado.

Bibliografía

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