Disfruta de tu bebé, el tiempo pasa rápido

El tiempo pasa rápido, incluso para una mamá. Y aunque tu criatura aún está entre tus brazos y necesita de ti para poder sobrevivir es bueno que estés consciente de que todo cambia, todo llega y todo pasa.

En un suspirar llega el día en que tu bebé empieza a dormir solo, en el que empieza a hablar y te cuenta qué le duele y también, con una velocidad atroz, llega el día en que ya no quiere dormir contigo y prefiere salir con sus amigos.

Más temprano que tarde todos los hijos vuelan del nido, por eso disfruta de tu bebé ahora. Atesora momentos hermosos en tu memoria, ámalo a cada instante, incluso cuando te hace recurrir nuevamente a los ejercicios de respiración porque no para de demandar atención.

Aprovéchalo ahora que es un bebé, porque es probable que el tiempo se te escurra entre las manos si solo lo empleas en quejarte y en centrarte en lo negativo.

Disfrutar del olor de tu bebé, de sus tiernas miradas, de la tranquilidad que promueve cuando duerme como un angelito. Aprender a crecer con él, a entender sus necesidades y atender sus requerimientos te ayuda a aprovechar el tiempo de manera activa cuando aún es un niño; así no sentirás de pronto que tu hijo ha crecido sin que te dieras cuenta, pues has estado a su lado para acompañarlo durante las diferentes etapas de su vida.

Gánale el tiempo al tiempo


Es verdad que todas las mamás y todos los papás se sienten felices cuando nacen sus hijos y disfrutan de la presencia de los niños en sus vidas, sin embargo las responsabilidades que conlleva llevar adelante una casa y una profesión además de las lides de la crianza hacen que la experiencia sea menos placentera.

Y justamente como la rutina muchas veces nos roba la tranquilidad y la habilidad de permanecer en el aquí y en el ahora, viviendo y disfrutando.

El tiempo, ese concepto abstracto que nos diferencia como especie, a veces nos juega malas pasadas porque muchas veces lo desaprovechamos cuando nos enfocamos solo en lo que nos molesta y nos perdemos los instantes hermosos que nos regala compartir con un bebé que poco a poco irá creciendo hasta convertirse en un adulto.

Aprovecha tu tiempo para compartir junto a tu hijo juegos, risas frustraciones, llantos, alegrías, aburrimientos, aprendizajes y momentos de crecimiento. Compartir el día y la noche, abrazos y caricias, consuelos y diálogos no tiene precio. Una de tus misiones como mamá es ser partícipe de la vida de tu hijo, lo que trae en consecuencia que él  también sea uno de los protagonistas de tu vida.

Disfruta aquí y ahora, el tiempo vuela


Estar presente en la mayor parte de los momentos de la vida de tu hijo es uno de los mejores regalos que puedes tener como madre. Ten siempre en cuenta que aunque hay días o etapas duras, el tiempo corre como un veloz tirano y que sea lo que sea que esté llevándote ahora al límite de tu paciencia, es solo una fase y como todas pasará.

Mamá, trata de disfrutar de tu bebé, de valorar las pequeñas cosas de cada día y de entender además de aprovechar cada una de las etapas de crecimiento de tu bebé. No te pierdas ninguna de sus fases, todas son además de particulares, maravillosas y te invitan a crecer de la misma manera misteriosa y hermosa en la que crece tu bebé.

Aunque el trabajo apriete, aunque no te alcancen las horas para lavar tanta ropa ni recoger tantos juguetes, encuentra tiempo para hablar con tu bebé, para abrazarlo, para entender cómo se siente, qué le preocupa, para mirarlo a los ojos y llevar su cuerpo hacia tu pecho donde siempre habrá lugar para que se acurruque, no importa la edad que tenga.

Sea cual sea la etapa que estés viviendo junto a tu hijo, ese que siempre será tu bebé, ten siempre presente lo importante que es estar atenta a lo que ocurre con él, lo vital que es estar presente y activa y lo imprescindible que es disfrutar de cada día.

No lo olvides, tus hijos no serán niños para siempre y lo que hagas hoy y ahora –grande o pequeño- influirá de manera determinante en su futuro; entonces procura ser feliz junto a él.

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