No sé si quiero ser madre: 5 preguntas que te ayudarán a averiguarlo

¿La idea de ser madre despierta emociones encontradas en ti? ¿Te preocupa tomar una decisión y luego arrepentirte? Hazte estas preguntas para conectar con tu verdadero deseo.

No sé si quiero ser madre: 5 preguntas que te ayudarán a averiguarlo

«No sé si quiero ser madre». Estas palabras resuenan en la mente de muchas mujeres que se encuentran en una disyuntiva respecto de la maternidad. Por fortuna, cada vez hay más espacio para la duda y la exploración de opciones.

Hay mujeres que, desde muy jóvenes, tienen la certeza de su deseo de ser madre. Otras, eligen con convicción un proyecto de vida sin hijos. También están quienes se encuentran en un punto de incertidumbre, llenas de preguntas al respecto.

Cualquiera de estas tres situaciones son igual de válidas. Échale un vistazo a este artículo para dilucidar tus deseos y obtener una visión más clara sobre tus sentimientos.

«¿Por qué no quiero ser madre?», entendiendo las razones de la ambivalencia

Saber lo que uno quiere no siempre es sencillo. En el caso específico de la maternidad, la incertidumbre puede surgir debido a una variedad de factores que involucran miedos, preocupaciones, mandatos y presiones. Algunos de los aspectos que influyen en la duda al respecto de tener un hijo son los siguientes.

Experiencias personales pasadas

En el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social se realizó una investigación académica con el objetivo de conocer los procesos que llevan a algunas mujeres a elegir no ser madres. Una de las principales razones fue haber vivido experiencias negativas en sus propias historias familiares cuando eran pequeñas.

Expectativas sociales y culturales

Cuando se trata de la decisión de ser madre, las expectativas sociales y culturales pueden desempeñar un papel significativo en el conflicto interno que muchas mujeres experimentan. A lo largo de la historia, la maternidad ha sido considerada como un deber y una responsabilidad fundamental para las mujeres, lo que ha llevado a una serie de normas y presiones sociales.

Cambios en el estilo de vida

La llegada de un hijo es un acontecimiento que marca un antes y un después en la vida de una mujer. Los cambios que se producen en el estilo de vida son significativos y pueden influir de manera determinante en la toma de decisión de convertirse en madre.

Prioridades y proyecto personales

La creencia de que un hijo interfiere en las metas personales o profesionales puede hacer dudar a las mujeres sobre convertirse en madres o no. Algunas personas no están dispuestas a renunciar a una parte de su libertad, lo cual es una realidad asociada a la maternidad.

A su vez, muchas mujeres se sienten presionadas por el constante tic-tac del «reloj biológico». Ese molesto sonido que parece no detenerse. Sin embargo, en medio de la incertidumbre o del deseo de posponer la maternidad, muchas consideran alternativas como el congelamiento de óvulos o la adopción.  Estas opciones les permiten tomar el control de su propio tiempo.

5 preguntas que te ayudarán a saber si quieres ser madre

Recuerda que no hay respuestas correctas o incorrectas, ni opciones adecuadas o inadecuadas. Lo importante es que te tomes el tiempo necesario para responder cada uno de estos interrogantes de la forma más genuina y verdadera posible, sin juzgarte.

1. ¿Has considerado cómo tu entorno social puede influir en tu deseo de ser madre?

Tal y como indica un artículo publicado en la Revista de Ciencias Sociales, la presión social para ser madre es un hecho. Ya sea a través de familiares, amistades, colegas de trabajo o absolutos desconocidos, las mujeres reciben una buena dosis de demandas, exigencias o cuestionamientos antes, durante y después de su período fértil.

En este sentido, es valioso que reconozcas los mensajes exteriores y que los diferencies de lo que tú misma piensas y deseas. Para lograr esta distinción puedes alejarte, de forma intencional, de las presiones sociales y sintonizar con tu voz interior.

Busca tus sentimientos y pensamientos más profundos. ¡Prácticas como la meditación y el journaling pueden ser de gran ayuda!

2. ¿Qué sientes al ver a otras mujeres con hijos?

¿Admiración?, ¿envidia?, ¿compasión?… ¿Qué emociones te invaden cuando observas a otras mujeres ejerciendo la maternidad? Puede que sientas ternura y alegría al ver la conexión, o incluso, cierta envidia y resentimiento. Quizás nace en ti un sentido de alivio por no estar en los zapatos de esa mujer.

También es posible que sientas un abanico amplio de emociones diversas. Permítete explorar y comprender cada una de ellas. Evalúa qué sentimientos predominan y analiza sus orígenes.

3. ¿Cómo te imaginas tu vida en el futuro si tienes hijos?

Visualiza tu vida siendo madre. Imagina cómo serían tus días, tus responsabilidades, preocupaciones y motores con uno o varios niños en casa. ¿Te ves disfrutando de esos momentos de complicidad y compañía?, ¿te imaginas sintiéndote satisfecha en ese escenario?

Reflexiona también sobre los cambios que podrían surgir en tu tiempo libre, en tus actividades y en tus relaciones interpersonales. Por último, pregúntate si las imágenes que se apoderaron de tu mente coinciden con el estilo de vida que deseas construir.

4. ¿Cómo imaginas tu vida en el futuro si no los tienes?

Ahora te invitamos a hacer el mismo ejercicio que se plantea en la pregunta anterior, pero a la inversa. Cierra los ojos y permítele a tu mente divagar hacia un futuro sin hijos. ¿Qué imágenes visualizas? ¿Qué actividades realizas? ¿Cómo pasas las tardes de domingo? ¿Y los sábados por la noche?

Evalúa si te sientes a gusto en ese escenario e identifica las emociones que prevalecen. ¿Alegría? ¿Paz? ¿Arrepentimiento? Observa con atención tus sentimientos, ya que pueden ofrecerte información muy valiosa sobre tus verdaderos deseos.

5. ¿Estás dispuesta a cambiar tu rutina y adaptarte a las demandas de la crianza de un niño?

Nadie puede negar que convertirse en madre hace que la vida de un giro de 180°. Las prioridades se modifican en función de las necesidades de alguien más. Al menos durante los primeros años del niño, las horas frente al espejo se reemplazan por peinados rápidos. La música a todo volumen por canciones de cuna, y los planes espontáneos por rutinas organizadas.

A medida que los niños crecen, las demandas cambian. Pero la transformación en la vida de una madre es continua, aunque esto no supone renunciar a una misma. ¿Tu deseo de tener un bebé se mantiene aun considerando los cambios que deberás atravesar?

¿Cómo interpretar las respuestas?

Es importante que no interpretes tus respuestas de forma aislada y determinante. Más bien, puedes tomarlas como parte de un proceso amplio de reflexión.

A su vez, cada mujer necesitará reflexionar en otros aspectos al momento de tomar la decisión. Por ejemplo, es posible que precises considerar algunos factores contextuales como la estabilidad económica, las metas personales, el formato de familia que imaginas o el apoyo disponible.

En definitiva, lo esencial es que puedas conectarte contigo misma para que las decisiones que tomes vayan en sintonía con tus propias necesidades y deseos.

Bibliografía

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