Relaciones liana: adolescentes que saltan de un noviazgo a otro

Llamamos relaciones liana a aquellos vínculos que se encadenan sucesivamente. Se trata de la tendencia de enlazar una relación a otra, sin darse tiempo para atravesar el duelo que implica una ruptura y recomponerse emocionalmente. Este fenómeno lo vemos en adolescentes que saltan de noviazgo en noviazgo en apenas unos días. 
El nombre deriva de la actividad predilecta de Tarzán en la jungla, de ir de una liana a otra sin pausa. En el instante en que se desprende de una, sujeta otra nueva. Pero, ¿qué es lo que intenta evitar Tarzán al hacer esto? Caerse. Asimismo, una persona que pretende superar una separación a partir de un nuevo vínculo, espera no caerse y así esquivar el dolor.

Relaciones liana en la adolescencia

Los adolescentes viven el amor de un modo particularmente intenso. En este momento de la vida, todo se siente profunda y dramáticamente. Los primeros vínculos sexoafectivos juegan un rol más que significativo. De hecho, muchas personas aseguran que el primer amor nunca se olvida. Es que enamorarse a los 15 o 16 años incluye sensaciones que rara vez se repiten en la adultez.
Así como el amor es fuerte, el desamor también lo es. De por sí, una separación amorosa es casi siempre una situación que nos desestabiliza emocionalmente. Pero cuando de adolescentes se trata, la desilusión parece experimentarse con mayor intensidad.
Es entonces cuando muchos jóvenes se dejan seducir por la creencia que dice que «un clavo saca otro clavo». Así, a los días de terminar con su pareja, instalan apps de citas en su celular y comienzan a buscar una nueva. De ese modo, recurren a otra relación como si funcionara como un analgésico que aminora el dolor. A continuación, veremos algunas de las causas. 

Miedo a la soledad

La intolerancia a la soledad es un posible motivo que hace que un adolescente no se permita tener etapas de soltería. En estos casos, la ruptura amorosa viene aparejada con una sensación de pérdida de identidad. Hablamos de personas que no saben quiénes son cuando no están en pareja. 

«Ama cuando estés listo, no cuando estés solo»

– Walter Riso –

Creencias acerca del amor romántico

El amor romántico, tal como nos lo enseñaron en películas y cuentos, tiene el poder de resolver cualquier problema. A su vez, de esta concepción se desprenden otras creencias irracionales como que solo se puede ser feliz si se está en pareja o que hay una media naranja para cada persona. Hay que saber que estas ideas, lejos de ser verdades absolutas, son mitos socialmente construidos con relación al plano amoroso. 

La autoestima no está lo suficientemente fortalecida

Cuando el propio valor está determinado únicamente a partir de factores externos, resulta casi imposible sentirse a gusto sin pareja. Muchos adolescentes que experimentan relaciones liana lo hacen porque sienten carencias que pretenden colmar mediante la compañía incondicional de un otro. Así, la falta de autoconfianza hace que no vean posible transitar un período sin una historia de amor. Son personas que necesitan estar con alguien para sentirse valiosas y dignas.

Dificultad para enfrentarse al propio dolor

Sabemos que una ruptura de pareja conlleva emociones displacenteras, como la tristeza, la frustración y el enojo. Pero, si bien terminar un vínculo es doloroso, no debemos olvidar que ese dolor es necesario para aceptar la pérdida y recomponerse emocionalmente. Lo cierto es que hay muchos adolescentes que presentan grandes dificultades para hacer frente al propio dolor e intentan obviarlo a toda costa. 

Los riesgos de las relaciones liana

Generalmente, las relaciones liana funcionan como anestesia durante un breve período de tiempo. Estas parecen bloquear las sensaciones desagradables, pero tampoco brindan espacio para el desahogo de las mismas.
Se trata de una dinámica riesgosa y poco recomendable. Ir sin pausa de relación en relación obstaculiza los procesos internos necesarios para construir una autoestima fuerte. Cuando los jóvenes no se permiten este tiempo de oxigenación y trabajo emocional, es muy probable que repitan los mismos patrones una y otra vez.
Recurrir a las relaciones liana es no permitirse aprender del vínculo que se suelta. Además, acudir antes de tiempo a otra persona para que aligere el dolor que nos dejó la última relación, es bastante injusto para quien empezamos a conocer. 

Terminar un noviazgo requiere de tiempo de cicatrización

Claro está que no existe un tiempo estándar recomendado entre un vínculo y otro. Hay duelos que requieren más tiempo que otros, y eso no los hace peores ni mejores. Los procesos de cicatrización son siempre personales y singulares. Esto significa que nadie puede decirte cuánto tiempo deberías precisar. 
La mejor recomendación que le podemos dar a los adolescentes que saltan de un noviazgo a otro es que se animen a trabajar en su propio interior de la mano de un profesional. Esto, además de hacerles crecer y fortalecer su autoestima, hará que adquieran herramientas para construir vínculos mucho más saludables y amenos.