¿Sabías que las caries infantiles se contagian? Pues se trata de una patología infecciosa en la que intervienen bacterias que se transmiten de persona a persona.
Los microorganismos de la boca aprovechan los azúcares de la dieta y los metabolizan. De este proceso, resulta un ácido que destruye los tejidos duros de los dientes y da origen a las caries.
La falta de higiene oral y el consumo excesivo de dulces son factores que predisponen a la enfermedad. Pero para que esta se desarrolle es fundamental la presencia de las bacterias patógenas en la boca del niño. Sigue leyendo y entérate cómo se contagian las caries infantiles.
¿Qué son las caries?
La caries dental es una de las enfermedades más prevalentes a nivel mundial. Afecta a personas de cualquier edad, incluso a los niños pequeños.
Según el Global Burden of Disease Study, realizado en en 2017, se determinó que más de 530 millones de los infantes del mundo tenían caries en sus dientes de leche.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la caries dental como un proceso localizado de origen multifactorial, que se inicia después de la erupción dentaria. Esta condición reblandece el tejido duro del diente y evoluciona hasta formar una cavidad en su superficie.
De esta manera, se entiende a la caries como una enfermedad multifactorial, infecciosa y transmisible. Ocurre como resultado de la combinación entre la presencia de algunas bacterias específicas, un huésped predispuesto y un ambiente favorable durante un tiempo oportuno.
Si la caries no se trata de manera oportuna, puede afectar a la calidad de vida y a la salud global de la persona. Por este motivo, el retraso de la llegada de las bacterias patógenas a la boca de los niños es de suma importancia para prevenir lesiones.
El contagio de las caries dentales
En realidad, no son las caries infantiles las que se contagian, sino las bacterias que las producen. Pero como te contamos, estos gérmenes deben encontrar un huésped susceptible (como una boca con ciertas características( y permanecer determinado tiempo allí para desarrollar la enfermedad.
El Streptococcus mutans es el principal microorganismo responsable de la caries dental, pero no el único. Existen otros estreptococos, actinomices y lactobacilos que también participan en el proceso destructivo, aunque su rol no es tan importante.
Los gérmenes responsables de las caries se localizan en el esmalte dental. Por lo tanto, cuando las piezas dentarias aún no han erupcionado, es poco probable encontrarlos en la boca. Pero al momento de la erupción, el diente del infante ya es susceptible de contaminarse con las bacterias que llegan desde la boca de otras personas.
Las piezas dentarias recién erupcionadas son más débiles y vulnerables a la acción de los ácidos que producen los microbios. Si en esta etapa los niños los adquieren y sus desechos no se eliminan con una higiene adecuada, el riesgo de desarrollar caries es muy elevado.
La mayoría de los adultos tienen su boca colonizada con el Streptococcus mutans, sobre todo quienes tienen caries activas, cavidades abiertas y piezas dentarias muy destruidas. Por este motivo, las caries infantiles son más frecuentes en aquellos pequeños cuyas madres o cuidadores tienen o han tenido esta patología en el último año.
Los estreptococos que portan los niños suelen provenir de sus madres, pero también de sus padres, abuelos, cuidadores, hermanos y compañeros de juegos.
Existen períodos críticos o de mayor susceptibilidad de contagio, que se denominan ventanas de infectividad. Estos se producen entre los 6 y los 24 meses y entre los 6 y los 11 años. Dichas edades coinciden con la aparición de las piezas dentarias en la boca.
¿Cómo se contagian las caries infantiles?
Las bacterias responsables de las caries se transmiten de persona a persona, es decir, desde la boca de una persona portadora a la de una susceptible (como el bebé). Esto sucede con acciones cotidianas, como las que se detallan a continuación:
- Soplar los alimentos que ingieren los niños.
- Dar besos en la boca al bebé.
- Compartir cubiertos.
- Limpiar las tetinas de biberones y chupetes con la propia saliva.
- Usar el mismo cepillo dental.
- Mantener hábitos de higiene inadecuados, tanto en los adultos como en los niños.
- Portar caries activas y dientes sin arreglar.
La salud oral de los adultos es clave
Los adultos son un factor fundamental para prevenir la aparición de caries infantiles, pues son los encargados de cuidar la dieta y la boca de los pequeños. Son quienes compran y elaboran alimentos saludables y además, los responsables de realizar y de supervisar la higiene bucodental.
Pero además, el cuidado de la propia boca es crucial para evitar la transmisión de bacterias patógenas a los más chicos. Entonces, los padres y los cuidadores deben tener sus bocas sanas y sin caries activas para reducir la carga de microorganismos contagiables.
Los chequeos odontológicos regulares les permiten a los adultos mantener su salud bucodental y en el caso de que haya alguna patología, tratarla de manera oportuna. Esto evita su avance y limita el desarrollo de gérmenes.
Además, la ocupación de los adultos sobre su el propio cuidado de la salud bucodental es un gran ejemplo para los niños. Si los pequeños observan que sus padres se higienizan de manera adecuada y acuden de manera regular a su dentista, aprenderán de estas conductas saludables.
Finalmente, el consumo de chicles con xilitol puede ayudar a disminuir el número de bacterias en la boca de los mayores. Este elemento puede ser especialmente útil durante las ventanas de infectividad.
Los demás factores de las caries
Como ya te contamos, la caries infantil es una patología multifactorial. Las bacterias se transmiten y contagian, pero son solo uno de los aspectos necesarios para que se desarrolle la enfermedad.
Los demás factores están relacionados con el estilo de vida y las costumbres del paciente. Y también, con sus características anatómicas individuales y sus condicionantes de salud.
Es así que la calidad de la alimentación y los hábitos de higiene influyen en el desarrollo o no de la enfermedad. Las anomalías dentales, las muelas con surcos muy profundos o la presencia de enfermedades sistémicas también pueden favorecer a su aparición.
Por lo tanto, a la hora de prevenir las caries infantiles, no solo se debe tratar de evitar el contagio de las bacterias. También, es necesario actuar sobre los otros condicionantes.
Encargarse de la higiene bucodental, incluso desde antes de la erupción dentaria, es una medida fundamental. Ofrecerle al niño una dieta saludable, con un bajo contenido de azúcares y de ultraprocesados y visitar regularmente al odontopediatra también es necesario. Con adultos que cuiden la propia salud bucodental y se ocupen de la de los más pequeños, es posible prevenir las caries infantiles.
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