Las manchas más frecuentes en los bebés recién nacidos son «el beso del ángel» y la «picadura de la cigüeña». Ambas son de color rojo, son benignas y en la mayoría de los casos, se resuelven por sí solas con el transcurso del tiempo. Existen características que permiten diferenciarlas y reconocerlas a cada una. Por eso, a continuación te detallamos todo lo que debes saber sobre estas manchas.
¿Qué son las marcas de nacimiento vasculares?
Las marcas de nacimiento pueden aparecer desde el nacimiento o en el transcurso del primer mes de vida del lactante. Se trata de manifestaciones que ocurren en el 40 % de los recién nacidos.
Los parches pueden ser rojos o rosados y manifestarse con mayor frecuencia en los párpados, entre los ojos o en la parte posterior del cuello, de acuerdo con publicaciones de Actas Dermo-Sifiliograficas. Además, existen diferencias entre las marcas de nacimiento. De hecho, algunas son diminutas y difíciles de percibir, mientras que otras son más grandes y notorias. En general, no requieren de tratamiento por parte del médico dermatólogo.
Beso del ángel en los bebés
Su nombre deriva de la creencia de que eran provocadas por el beso de un ángel sobre la frente de los bebés al momento del nacimiento, como un gesto de bendición. Es por esto que los besos de ángel son manchas de color salmón que se localizan con mayor frecuencia en los párpados y en la frente. También, existen otras denominaciones como nevus flamios, mancha salmón, nevus simple o angioma plano.
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Picadura de la cigüeña
Las marcas de nacimiento denominadas picadura de cigüeña son las más comunes. Se manifiestan entre el 30 y el 50 % de los bebés con una apariencia característica plana y rosada. Además, se generan cuando los vasos sanguíneos que se encuentran debajo de la piel se dilatan o se estiran. A diferencia del beso de ángel, suele demorar más tiempo en desaparecer o incluso no hacerlo por completo.
Su nombre se debe a los relatos que cuentan que la cigüeña provoca esta mancha al llevar a los bebés junto con sus padres. Por esto, su localización más frecuente es en la región de la nuca. La gran mayoría de las marcas de nacimiento se hacen más notorias y evidentes cuando el pequeño llora, se esfuerza para defecar o si existe un cambio en la temperatura del ambiente.
¿Requieren tratamiento el beso del ángel y la picadura de la cigüeña?
Este tipo de marcas de nacimiento son manchas benignas en la piel de los recién nacidos, por lo que no requieren de un tratamiento médico. Además, la apariencia de los bebés se encuentra en constante transformación a medida que la piel se engrosa y madura. Por lo tanto, las marcas del beso del ángel y la picadura de la cigüeña pueden parecer menos evidentes o desaparecer en su totalidad a medida que el niño crece y se desarrolla.
No obstante, existen casos en los que perduran en el tiempo, por lo que algunas personas recurren a opciones terapéuticas como el láser para eliminarlas. Este es un tratamiento indoloro y eficaz, pero suele requerir de varias sesiones hasta obtener el resultado deseado.
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¿Es necesario concurrir al médico?
Si bien las manchas de nacimiento de color salmón son benignas y tienden a desaparecer de manera espontánea, deben ser distinguidas de los hemangiomas infantiles y de las manchas «vino de oporto», que requieren de otro manejo terapéutico y seguimiento. Estas manifestaciones no requieren ningún cuidado personal extra. Solo se debe tratar la piel con suavidad en la limpieza y realizar una humectación cuidadosa.
No se recomienda implementar remedios caseros, como la aplicación de determinados productos o cremas que no sean indicadas por un profesional. Lo mejor es comunicarse con el médico pediatra solo si la piel sangra, si se generan grietas y si la zona se torna más oscura o más elevada.
No hay que entrar en pánico
Es normal que los padres tengan inquietudes o dudas respecto de las marcas de nacimiento que surgen en la piel de los bebés recién nacidos. Lo ideal, es no entrar en pánico o pensar que la marca fue causada por algún traumatismo desconocido. Al contrario, siempre hay que consultar con el médico pediatra, quien será la persona capacitada para evacuar todas las dudas al respecto e indicar los manejos y cuidados que se deben realizar.
Bibliografía
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