Algunos padres realizan masajes con aceite de oliva o girasol en la piel del bebé porque lo consideran reconfortante y placentero. Pero, ¿sabes si estos productos son saludables para el pequeño? Si bien existen aceites esenciales aptos, no todos ellos lo son.
Aceites esenciales para la piel del bebé
Existe la creencia que lo natural siempre es preferible y mejor respecto de lo artificial. Sin embargo, no todos los aceites naturales son una opción adecuada y segura para utilizar en la delicada superficie cutánea del bebé. Por ejemplo, el aceite de oliva o girasol no debe usarse, y menos aún, si la piel presenta grietas, eccema o sequedad.
Si bien un estudio de Acta Dermato-venereologica menciona que los masajes con aceite de oliva o aceite de girasol ayudan a la hidratación de la piel, también concluye que el uso tópico de ellos rompe la barrera de grasa natural. Es decir, mientras que los antioxidantes propios de los aceites pueden calmar la inflamación, su alto componente de ácido oleico puede empeorarla.
Componentes del aceite de oliva y el de girasol
Si bien los aceites esenciales naturales suelen presentar efectos positivos en la piel, son algunos de sus componentes los que generan determinadas reacciones en el bebé.
Aceite de oliva
El aceite de oliva proviene de las aceitunas y es rico en antioxidantes, vitamina E, oleocantal y escualeno. Asimismo, son ellos quienes pueden contribuir a reparar el daño de la superficie cutánea. También, tiene diferentes tipos de grasas. Algunas de ellas son las siguientes:
- Ómega-6 (ácido linoleico).
- Ácido oleico (ómega 9).
- Omega-3.
El ácido oleico es uno de los componentes que no resultan beneficiosos para la piel de los bebés ni de los adultos. Estudios publicados por Pediatric Dermatology concluyen que el aceite de oliva suele dañar la barrera cutánea y tiene el potencial de promover el desarrollo y exacerbar la dermatitis atópica existente.
Aceite de girasol
El aceite de girasol proviene de las semillas de girasol y puede variar en color de amarillo ámbar a transparente. A su vez, incluyen lo siguiente:
- Alto contenido de linoleico.
- Ácido oleico.
- Alto contenido de ácido esteárico.
Estos no contienen proteínas, colesterol, sodio o carbohidratos. De hecho, son 100 % grasos y cuentan con vitamina E.
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Efectos del aceite de oliva y de girasol en la piel del bebé
Ambos aceites contienen baja concentración de ácido linoleico y alta concentración de ácido oleico. Este último estimula que las últimas capas de la piel se tornen permeables, mientras que el ácido linoleico fortalece la barrera cutánea del bebé. Cuando la piel del bebé se encuentra más permeable, su barrera cutánea es más perceptiva y sensible a cualquier factor externo. Incluso, los productos que se aplican pueden perderse, en vez de ser retenidos.
A su vez, el ácido oleico aumenta la pérdida de humedad en aquellos casos en los que la piel se encuentre dañada. Por esto, no se recomienda el uso de estos aceites en cuadros de eccema o dermatitis atópica.
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Aceites aceptados para usar en la piel del bebé
El aceite de oliva extra virgen es la forma más pura y en su elaboración no intervienen productos químicos. Incluso, tiene más nutrientes que otras variantes y se lo puede mezclar con otro aceite natural. Algunos de los productos naturales que son aptos y seguros para la piel de los pequeños pueden incluir los siguientes:
- Aceite de semilla de borraja.
- Aceite virgen de coco.
- Aceite de jojoba.
Masajes para el bebé
Existen diversas formas de utilizar los aceites esenciales, incluidas las cremas o lociones que están compuestas de ellos. Además, no es necesario realizar demasiada fuerza o fricción en los masajes, sino simples movimientos que generen placer en el niño.
Asegúrate de elegir el aceite adecuado
Se aconseja el uso de aceites esenciales para la piel del bebé que sean naturales y orgánicos y cuenten con las pruebas suficientes para garantizar el bienestar de la superficie cutánea. Sin embargo, se prohíbe el uso de ellos en lactantes menores de 3 meses.
Al momento de elegir el más adecuado para la piel del bebé, se debe corroborar que sean certificados BIO (de cultivo ecológico certificado). Al mismo tiempo, hay que evitar aquellos que desencadenen cuadros de dermatitis como el aceite de oliva y el de girasol.
Bibliografía
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