Es sabido que los niños, como mejor aprenden, es a través del juego. La imposición, la obligación o incluso las tareas diarias, pueden hacer que los pequeños sientan cierta desmotivación hacia cualquier aprendizaje, incluso si el contenido es de su agrado. Por eso, nunca está de más conocer algunos juegos infantiles para mejorar el rendimiento académico de los niños.
1. Ahorcado
Seguro que recuerdas esos días de lluvia en la escuela, cuando no podías salir al recreo con tus amigos y que te quedabas en clase a jugar al ahorcado. De esa manera, pasabas un buen rato con tus amigos. Todos querían salir a la pizarra y disfrutar de este juego tan completo y divertido al mismo tiempo.
Esta actividad invita a los niños a pensar en cada palabra de manera profunda para poder adivinarla. La palabra presenta huecos o casilleros que se deben rellenar con diferentes letras hasta que se logra dilucidar cuál es el término que está oculto. También, se puede hacer más fácil o más difícil de acuerdo con la edad y la capacidad de los estudiantes.
También, es una gran herramienta para ampliar el vocabulario y añadir nuevas palabras al buscarlas en el diccionario. Así, los estudiantes intentarán encontrar aquellas más rebuscadas y, sin darse cuenta, las aprenderán al mismo tiempo que pasan un buen rato.
2. Scrabble
Seguro que alguna vez has jugado en familia a este juego en el que formar palabras con fichas con diferentes letras es la manera de divertirse. Según las letras que utilices, puedes conseguir más o menos puntos. Por supuesto que hay que seguir unas normas para conseguir la puntuación y el añadido de las palabras en el tablero.
Cuanto más larga sea la palabra y más letras tenga, más puntos se consiguen. Los niños pueden buscar en el diccionario y, sin darse cuenta, ampliarán su vocabulario mientras pasan un buen rato en familia. Además, se puede jugar en el idioma que queráis, mientras las letras sean las que hay en el juego para formar las palabras.
3. Palabras encadenadas
Es posible que recuerdes que en la escuela hacías juegos de palabras o historias encadenadas y ni siquiera sabías que se trataba de ello. Se trata de juegos divertidos en los que los niños trabajan la imaginación, la creatividad, la ortografía, la gramática, la lectura y la escritura. También, es una buena manera de que aprendan a asociar palabras o sílabas. Incluso, una historia para trabajar la creatividad y crear una que no tenga sentido y que después les causará risa.
Este tipo de actividad trabaja también la agilidad mental, la creatividad y la observación, además de todo lo que hemos apuntado más arriba. Solo se necesita un papel, un lápiz, una goma de borrar y disfrutar de las ideas que aparezcan en la cabeza.
4. Crucigramas y sopas de letras
Los crucigramas, así como las sopas de letras, son ideales para mejorar la atención y disminuir las distracciones. Además, se trabajan habilidades tan importantes como la lectura y la escritura, y por supuesto, la ortografía.
5. Buscar las diferencias
Todos sabemos lo entretenido que es este tipo de juego y cómo nos mantiene concentrados casi sin querer. Además, nos hace sacar toda esa perseverancia hasta que se encuentran todas las diferencias. Los menores trabajarán la atención, el razonamiento, la percepción y la concentración. Y lo mejor es que es una actividad que se puede hacer incluso con niños pequeños. Solo hay que adaptar la dificultad de la búsqueda de diferencias con la edad o la capacidad de los pequeños.
Los juegos son claves para el aprendizaje
No hace falta innovar demasiado. Y es que los juegos tradicionales, esos mismos que hacías tú cuando eras pequeño, aún son una gran herramienta para que los niños mejoren su rendimiento académico. Se trata de actividades amenas y clásicos, que se pueden realizar en cualquier momento y que tienen un gran impacto en los menores que lo realizan.
De esta manera, casi sin que ellos se den cuenta, se trabajan aspectos tan importantes como la concentración, la lectura, la persistencia, la creatividad, el pensamiento crítico o la observación. Todos aspectos fundamentales para que, después, tengan mejores resultados en la escuela.