Es normal que encuentres niños con baja tolerancia a la frustración, tanto en la vida como el deporte; incluso, puede tratarse de tus hijos. Lo que no debe ser común es que este tipo de comportamientos sean pasados por alto, sin buscar solución alguna.
Los factores que provocan baja tolerancia a la frustración en las personas suelen ser diversos y muchos de ellos se asocian al carácter y la personalidad. Esto ocurre con los niños, quienes se encuentran en proceso de desarrollo físico y psicológico y pueden ser más propensos a “estrellarse” con la realidad.
Como madre, tu deber es mantenerte al tanto de tus hijos en todo momento, sin importar la situación. Si son niños con baja tolerancia a la frustración en el deporte, el acompañamiento debe ser mucho más constante, pero ¿qué más hacer?
¿Qué hacer con los niños con baja tolerancia a la frustración?
Los niños con baja tolerancia a la frustración experimentan sensación de tristeza, desesperación, fracaso, entre otros similares. Esto suele ocurrir debido a que las cosas no salen como realmente desean en la mayoría de cosas que realizan.
De igual manera ocurre en el deporte, sobre todo en competiciones y situaciones en las que se equivocan constantemente. Además, puede empeorar si el entorno en el que desarrollan la práctica deportiva es hostil o poco amigable.
Aunque la baja tolerancia a la frustración puede presentarse en cualquier tipo de deporte, las disciplinas realizadas en conjunto aumentan dicha sensación. Lo anterior ocurre porque los niños forman parte de un “engranaje” y si fallan, la equivocación repercute en los demás chicos.
También se perciben niños con baja tolerancia a la frustración en el momento en el que el entrenador pierde todo sentido de humanidad. Como madre, te puede parecer poco común, pero existen entrenadores sin comprensión, enfocados a sembrar una competencia insana. En ese orden de ideas, sobresalen una serie de recomendaciones que puedes poner en práctica con tus hijos.
Enfocarte en los niños
Parece una recomendación obvia, pero no sobra hacer énfasis en ella debido a la falta de atención por parte de muchos padres. El objetivo en este punto es que no pierdas de vista a tus hijos en ningún momento, especialmente porque no suelen manifestar la sensación de frustración.
Los niños con baja tolerancia a la frustración no solo se sienten desanimados, sino que evitan hablar con otras personas acerca del tema. Por ello, se hace necesario que te enfoques en el comportamiento de tus hijos y cómo se perciben a la hora de realizar deporte.
Divertirse más que competir
En general, los deportes han sido diseñados con un alto componente competitivo. Su eje principal en la historia y en la actualidad se centra en competiciones de todos los tipos; algunas bastante famosas.
Sin embargo, el deporte en los niños debe funcionar como una herramienta educativa, por medio de la cual se desarrollan psicofísicamente a través del juego. Por lo tanto, la diversión debe ser el eje principal del deporte infantil.
Con base en lo anterior, tu deber como madre es asegurarte de que tus hijos realmente disfrutan el deporte que practican, independientemente del resultado.
Aprender a perder
Aunque la competencia no es el objetivo principal en los deportes infantiles, sí es necesario enseñarles a los niños los resultados posibles. No siempre es probable ganar o ser el mejor; también es posible perder.
Tu objetivo es exponer las derrotas como una posibilidad más, algo que puede suceder y por lo cual no se acabará el mundo. Por supuesto, no es tan fácil como se lee y muchos adultos no toleran esta situación. Sin embargo, hacer hincapié en ello desde la niñez le ayudará a forjar su carácter y a tolerar la frustración, paso a paso.
Evitar la sobreprotección
Para la mayoría de los padres la sobreprotección es un acto completamente normal; creen que es la herramienta para evitar que los hijos sufran en la vida. A pesar de ello, la excesiva protección solo se encarga de encerrar a los niños en una pequeña “burbuja”.
De esta manera, los chicos crecen con la sensación de que no les puede pasar nada y de que todo lo tendrán a la mano, constantemente. Ante el primer traspié, experimentarán la frustración y será un golpe muy duro.
Por lo anterior, como madre, tendrás que evitar la sobreprotección. Guíalo, bríndale herramientas para explorar y vivir, pero no lo limites ni le vendas un mundo de fantasía.
Buscar apoyo para los niños con baja tolerancia a la frustración
Ser madre y principal responsable de tus hijos no implica que debas afrontar la lucha completamente sola. Siempre podrás contar con personas de confianza, sobre todo si se trata de profesionales en el área de la pedagogía y la psicología.
Asimismo, también puedes llegar a acuerdos con el entrenador de tus hijos. De esta manera, puedes diseñar un plan basado en las recomendaciones expuestas anteriormente y ejecutarlo paulatinamente.
Bibliografía
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