Los cambios emocionales en la preadolescencia

En la etapa de la preadolescencia ocurren muchos cambios emocionales que hay que comprender para acompañarles en este camino.

La preadolescencia es una etapa complicada no solo para los padres, sino también para los niños, que empiezan a notar cómo cambian sus cuerpos y sus mentes. Por eso, vamos a comentarte los cambios emocionales en la preadolescencia, para que sepas todo lo que está por llegar y, también, que tus hijos sepan que lo que les ocurre es normal.

De hecho, es una época muy importante, porque los menores construyen su identidad, la que marcará su personalidad en el futuro. Normalmente, el período de la preadolescencia oscila entre los 11 y los 13 años. Además, como padre, notarás que tu hijo, que hasta hace poco era un niño que quería pasar todo su tiempo contigo, ahora busca más independencia.

La vida que llevan, la escuela, los amigos, todo comienza a cambiar para ellos. En esta etapa, aparecen nuevos desafíos que pueden generarles estrés y vulnerabilidad emocional. Todo esto se da porque ocurren cambios en el desarrollo cerebral y, en ocasiones, los preadolescentes no serán capaces de controlar o regular sus emociones. Así, tendrán un comportamiento impulsivo que si no gestionan bien podrá derivar en problemas de ansiedad o estrés.

Los cambios emocionales que experimentan los preadolescentes son igual de significativos que los cambios biológicos y físicos.

El cerebro del preadolescente

El cerebro se encarga de que todo esto ocurra, ya que existen regiones que están involucradas en la regulación del afecto, incluido el sistema límbico y la corteza prefrontal. En esta etapa, comienza a haber un desarrollo estructural y funcional que se alarga en el tiempo.

Por eso, pueden comenzar a aparecer problemas y trastornos que ocurren directamente a causa de una mala regulación emocional. Es a esta edad cuando pueden aparecer problemas severos como la ansiedad, el comportamiento antisocial o incluso la depresión.

Características emocionales en la preadolescencia

A continuación, te explicamos cuáles son las características o cambios más importantes en la preadolescencia. No pierdas detalle:

  • Falta de regulación emocional. Tienen reactividad emocional e inestabilidad y toman riesgos innecesarios.
  • Rechazo a una parte de su entorno cercano. Por ejemplo, el rechazo a los padres en favor de las amistades de gran influencia.
  • Pensamientos negativos. Aparecen los pensamientos negativos y la intensidad en las emociones que se consideran como desagradables.
  • Buscan recompensas inmediatas. Estas les hacen sentir bien y, por tanto, no valoran el riesgo de sus acciones, se dejan llevar por la impulsividad y reconocen el esfuerzo a largo plazo.
  • Quieren gustar a los demás. Buscan la manera de gustar a sus amigos porque son una gran influencia para ellos. Son capaces de adaptar sus gustos y pensamientos, aunque estos signifique alejarse de la familia a nivel emocional.
  • Tienen sentimientos de vergüenza. Pueden sentir vergüenza por su físico o por los cambios que ocurren en su cuerpo.
  • Quieren estar solos. La búsqueda de la intimidad se vuelve necesaria y quieren pasar tiempo a solas cuando están en casa o con sus amigos, pero se alejan progresivamente de los padres.
  • Cambios de humor constantes. En un momento pueden estar alegres y reír a carcajadas y, al instante, enfadados o tristes, sumidos en un mar de lágrimas.
  • Son egoístas. Aunque les preocupa la opinión que los demás tienen sobre ellos, son egoístas y solo piensan en ellos mismos.
  • Cambios de pensamiento o comportamiento. En esta etapa también se pueden dar cambios en su forma de pensar para desmarcarse del niño que eran antes y comenzar a identificarse más con el mundo adulto.
  • Aparece la sexualidad. El descubrimiento de la sexualidad también les puede hacer sentir cierta confusión. Puede empezar la época de la masturbación y otros aspectos que se deben tratar con normalidad.
En la preadolescencia, los menores empiezan a tener ideales de querer tener pareja y de vivir el amor, o comienzan a notar los impulsos sexuales.

Los padres deben estar presentes y ser guías

En esta etapa, hay que trabajar mucho la comunicación, la empatía y la asertividad para evitar los conflictos constantes. Los menores necesitarán que los adultos les comprendan en todo momento y que estén a su lado para escucharles. Y, sobre todo, que se conviertan en sus guías siempre que lo requieran. Es una edad compleja, pero es cuando necesitan a sus padres más que nunca, aunque ellos mismos no se den cuenta.

Bibliografía

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  • Pellai, A., Tamborini, B. (2018) La edad del tsunami: Cómo sobrevivir a un hijo preadolescente. Editorial: Paidós
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