El desarrollo cerebral de los bebés va a depender, en gran medida, de la cantidad y calidad de los estímulos que reciba. Así pues, el desarrollo motor está muy vinculado a su inteligencia, por lo que la libertad de movimientos es fundamental y de ahí, la importancia del arrastre.
Te sorprenderá saber que el hecho de que tu pequeño se ponga en marcha desde el momento en el que nace hará que pueda afrontar mejor cada una de las etapas que están por venir.
¿Qué es el arrastre y cuándo aparece?
Alrededor de los 6-7 meses, los bebés empiezan a desplazarse rozando su cuerpo sobre una superficie; a esto se le conoce como arrastre. Se considera el mayor logro en lo referente a movilidad, puesto que el bebé deja de ser dependiente del entorno. A partir de ahora ya no te necesita para alcanzar objetos o para ir en busca de nuevos estímulos.
No obstante, desde el mismo momento en el que nace ya es capaz de desplazarse cuando está boca abajo, por eso se da el breast crawl, que es cuando el pequeño repta instintivamente hacia el pecho.
Ponlo sobre una superficie plana y dura para que pueda ir experimentando y aprendiendo a coordinar lo que, en principio, serán reflejos y. con el tiempo, movimientos voluntarios. Es así como conseguirá desplazarse poco a poco.
Para que el arrastre se dé, has de tener en cuenta que deben ser instantes breves y siempre cuando tu bebé esté bien descansado y alentado por palabras amor. De forma gradual, la distancia se irá alargando, al igual que el tiempo que tu pequeño aguante estar boca abajo.
Hay muchos niños que pasan directamente al gateo sin pasar por el arrastre. ¡No te preocupes! Pese a que son movimientos muy aconsejables para su desarrollo, se ha comprobado que hacia los 2 o 3 años tienen una segunda oportunidad para vivir el arrastre durante sus juegos en el suelo.
Algunos beneficios del arrastre
Más autonomía
Poder moverse sin ayuda de nadie es el primer gesto de autonomía y de autoconfianza. De ahí que esto les proporcione felicidad y seguridad en sí mismos, algo fundamental para llegar a ser independientes. Su capacidad de exploración no tiene fin; no la limites.
Favorecen el desarrollo muscular
Imagina el esfuerzo que tu bebé invierte en arrastrarse o gatear por el suelo. Debes saber que es mucho mayor que el que se necesita para caminar. Es por ello que este es un ejercicio muy recomendable que va a ayudar a mejorar el tono muscular, los tendones y las articulaciones de tu pequeño, al tiempo que trabaja con el equilibrio de la columna vertebral.
El arrastre los prepara para caminar
Esta sincronización rítmica que se requiere con el arrastre preparará al sistema para adquirir el equilibrio y la coordinación necesarios para poder pasar a la bipedestación, o sea, a ponerse en pie.
Mejoran sus habilidades manuales
Te sorprenderá saber que la posición abierta de las manos y la fricción que se ejerce con el suelo provocan el cierre involuntario de estas. Esto se traduce en un mejor manejo de las mismas en las distintas actividades que realizarán en un futuro.
Desarrollan las habilidades visuales y favorecen los procesos lectores
Los bebés llevan la mirada, en primer lugar, al lugar donde posicionan sus manos, estableciendo un punto de enfoque constante de corta distancia. En una segunda instancia, dirigen la mirada hacia el lugar u objeto al que quiere ir. Durante el desplazamiento miran ambos de forma alterna, lo que les permite entrenar los músculos de sus ojos para desarrollar dos procesos visuales:
- La capacidad de convergencia, que permitirá mantener los ojos fijos en un mismo punto cercano durante un tiempo prolongado, para leer, por ejemplo.
- La acomodación, con la que podrán pasar de un punto de fijación ocular cercano a uno lejano, o viceversa, con rapidez. Lo que hacen cuando copian de la pizarra al cuaderno.
El arrastre ayuda a establecer una correcta relación espacio-temporal
Este tipo de desplazamiento que incluye el movimiento de brazos, les ayuda a calcular qué objetos están más cerca o lejos, dependiendo del número de movimientos que necesitan para alcanzarlo. Es una base para el cálculo de distancias y para ubicarse mejor en el espacio.
La libertad de movimiento es importantísima para el correcto desarrollo de los pequeños, por lo que te animamos a que mires el legado de Emmi Pikler. Dales espacios seguros para que puedan hacerlo y siempre desde la pedagogía positiva, incentivando y aplaudiendo sus logros.
Bibliografía
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- López de Letona, C. (2003). Acomodación ocular (1931). Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología, 78(5), 285-286. http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0365-66912003000500010