El legado de Emmi Pikler a los niños: autonomía

Te contamos todo acerca de la pedagogía de Emmi Pikler y lo que nos enseñó acerca del movimiento y el juego libre.
El legado de Emmi Pikler a los niños: autonomía

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 08 diciembre, 2020

La crianza de los niños es siempre uno de los temas que más interesa. Existen tantos aspectos a tomar en cuenta que es común sentir cierto desborde, especialmente cuando hablamos de autonomía, alimentación o el afecto. Es aquí, cuando se buscan referentes que nos ayuden a entender mejor a nuestros hijos, y uno de ellos, sin duda, es Emmi Pikler.

Esta pediatra nacida en Viena se dio cuenta de la importancia de darles a los niños un ambiente sano para que puedan desarrollar todas sus capacidades con la menos interferencias posibles. Si no conoces su pedagogía, te invitamos a que sigas leyendo; la encontrarás fascinante.

¿Quién fue Emmi Pikler?

La pediatra nació en Viena en 1902 y murió en 1982, después de haber dejado un legado invaluable. Trabajó gran parte de su vida en Budapest y en 1946, después de los estragos de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno Húngaro le ofreció encargarse de una casa cuna y así lo hizo hasta el año 1979.

Padres inculcando a su bebé la pedagogía de Emmi Pikler.

Allí llegaban decenas de niños que se habían quedado huérfanos durante la guerra o aquellos cuyas familias no podían hacerse cargo de ellos. La casa se ubicaba en la calle Lóczy, y de ahí que también se conozca así la pedagogía que Pikler nos dejó.

La intención era que los niños crecieran en condiciones lo más parecidas posibles a la de sus hogares. Sin embargo, pronto vio que esta intención se quedaba solo en eso. Los medios que le ofrecieron eran escasos y las enfermeras dedicaban más tiempo a las tareas de logística y organización que al cuidado de los pequeños, algo que chocaba de lleno con su forma de ver las cosas.

La propuesta de Emmi Pikler

Antes de la guerra, debido a sus orígenes judíos, le prohibieron el trabajo en hospitales, así que decidió atender a los niños en el seno de sus hogares. Fue entonces cuando empezó a destacar la importancia de trabajar con niños sanos y promover su desarrollo físico y mental. Así, se evita que aparezcan síntomas o enfermedades.

Decidió instruir a los padres de estos chicos que atendía y observó que los pequeños crecían mas fuertes y mucho más saludables, sin enfermedades.

Así pues, vamos a contarte cuáles son los grandes principios de la filosofía de la pediatra. El absoluto respeto a los niños y la libertad de movimiento en edades tempranas son la clave para entenderlo mejor.

Acompañar sin invadir

Solemos intervenir demasiado en el desarrollo de los pequeños y lo que hacemos es entorpecer su aprendizaje intentando apresurarlo y evitándoles que descubran su propio camino.

En este punto, para ella era vital permitir la motricidad libre, en la que se evita interferir con el movimiento físico a lo largo de la infancia. Gracias a esto, se logran individuos más competentes y respetuosos.

“Intentar enseñar a un niño algo que puede aprender por sí mismo no solo es inútil, sino también perjudicial”.

En este mismo sentido, está el hecho de permitir el juego libre en los pequeños. A través de él ellos se expresan e interactúan con el mundo.

En sus propias palabras: “En el niño, incluso en el bebé, hay por naturaleza un inagotable y creciente interés en el mundo y en sí mismo. No es necesario ‘entretener’ a un bebé. Puede jugar durante horas, días e incluso meses con los objetos que consiga”.

Madres llevando a cabo una educación en casa con sus hijos mediante el método AEIOU.

Emmi Pikler: respeto ante todo

Otro de los puntos claves para esta pediatra es la importancia de un cuidado respetuoso. De esta forma, el adulto responsable siempre deberá poner atención a las señales que el niño presenta. Solo así podrá saber cuáles son sus necesidades o intereses en cada momento: al darles de comer, al cogerlos en brazos, o a la hora de cambiarles el pañal.

Se complementa con la siguiente cita: Es esencial que el niño descubra por sí mismo. Si le ayudamos a resolver todas sus tareas, le quitamos lo más importante para su desarrollo mental. El niño que consigue algo por medio de experimentos autónomos adquiere conocimientos completamente distintos de los que adquiere un niño al que se le ofrece previamente una solución.”

Como has podido ver, la experiencia de Emmi Pikler en el cuidado de los niños, el respeto y la libertad de movimientos es de lo más interesante y nos lleva a tener niños más autónomos y sanos. Existe mucha información al respecto y escuelas que ponen en práctica esta metodología. Sin embargo, es algo que puedes hacer en casa, siempre con el cuidado y la mirada atenta, pero siempre respetando cada etapa de tu pequeño.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.