Actividades de juego libre para niños de 0 a 3 años

El juego libre y espontáneo en niños pequeños es imprescindible para su correcta maduración. Conoce más sobre actividades lúdicas libres para niños en edad infantil.
Actividades de juego libre para niños de 0 a 3 años
María Matilde

Escrito y verificado por la pedagoga María Matilde.

Última actualización: 09 febrero, 2022

Los primeros años de vida de un niño son fundamentales desde el punto de vista de su desarrollo y la principal estrategia para favorecer dicho desarrollo es mediante el juego. Con lo cual, tanto en la casa como en la escuela, que los niños experimenten actividades de juego libre les ayudará a madurar y a desarrollar todas sus potencialidades.

¿Qué son las actividades de juego libre?

El juego libre es la actividad fundamental en la etapa de infantil, ya que el juego para los pequeños no es solo un entretenimiento, sino que significa una forma de explorar y aprender del entorno. El juego supone para los más pequeños el contacto y aprendizaje con los objetos y personas que los rodean.

Ahora bien, hablar de actividades de juego libre significa que son los mismos niños quienes eligen de qué forma jugar. Es decir, los adultos ponen a disposición de los pequeños distintos objetos, materiales y juegos adecuados a sus edades. Y son los mismos niños quienes deciden a qué jugar, con qué tiempos y cómo hacerlo.

Niño practicando el juego libre con barquitos de papel.

Así, mediante actividades de juego libre y espontáneo, con objetos acordes a su etapa evolutiva y en espacios adecuados y seguros, los niños pueden jugar por propia voluntad. De esta forma, los pequeños van interactuando e interpretando la realidad, desarrollando su cognición y su lenguaje y mejorando su capacidad motora.

“Todos los aprendizajes más importantes de la vida se hacen jugando”.

-Francesco Tonucci-

Actividades de juego libre para niños de 0 a 3 años

Existen distintos tipos de actividades de juego libre y cada una de ellas ayuda al desarrollo específico de un área madurativa del niño. Por ello, a continuación se listan algunas actividades de juego libre y algunos ejemplos y se remarcan las habilidades y destrezas que la actividad ayuda a desarrollar.

Juego de mesa

Este tipo de actividad favorece en los niños el desarrollo de su motricidad fina. Juegos como el dominó, los puzles o cualquier otra actividad para encastrar o acomodar piezas o bloques son ideales para el desarrollo cognitivo-motor.

Juego simbólico

Se trata de una actividad lúdica fundamental en la etapa de 0 a 3 años porque el juego simbólico significa para los pequeños la imitación o la evocación de situaciones de la vida real.

Así, los niños fantasean sobre situaciones de la vida cotidiana, como los papás y mamás, la hora de cocinar, o ir de compras, a la par que aprenden habilidades expresivas, afectivas y sociales.

Juego motor

Así como los juegos de mesa permiten el desarrollo de la motricidad fina, los juegos motores ayudan a la motricidad gruesa. Por lo tanto, saltar la comba, jugar con pelotas o andar en bici son juegos perfectos en este sentido, porque influyen en la mejora del desarrollo del equilibrio y la orientación espacio-temporal.

Juego manipulativo

Toda actividad en la que los niños manipulen objetos es positiva para su desarrollo. Y son válidos objetos como lápices, plastilinas, piedras, bloques de madera, fichas o cartas; todos aquellos materiales que permiten a los pequeños un juego totalmente libre. A partir de él van progresivamente mejorando en habilidades motoras finas, lógico-matemáticas y habilidades sensoriales.

Juego con títeres y disfraces

Los títeres y los disfraces entretienen mucho a los niños pequeños. Y, al igual que sucede con el juego simbólico, este tipo de actividad influye en el desarrollo de sus habilidades sociales y en su aprendizaje emocional. Porque los niños pueden jugar representando situaciones que combinan la vida real con sus fantasías y sueños.

Para llevar a cabo actividades lúdicas con títeres o disfraces, son ideales elementos como la ropa de los papás o los abuelos, y construir los títeres con material reciclado.

Juego con historias y cuentos 

La lectura de cuentos cortos y relatos es una actividad idónea para el progresivo desarrollo del lenguaje y la expresión oral en los niños. Así, a lo largo de la etapa de 0 a 3 años los pequeños, a través de los cuentos, aprenden nuevo vocabulario, la pronunciación de sus primeras palabras y a emitir onomatopeyas, hasta poder decir frases completas. Asimismo, logran aprender a usar pronombres y el plural.

Además, es importante que los niños se acostumbren a escuchar cuentos, ya que ello supone el primer paso hacia la enseñanza del hábito de la lectura.

Juego de búsqueda

El escondite es un juego ideal para los niños de 2 a 3 años. El mismo no solo permite el desarrollo físico de los pequeños, sino que además le plantea nuevas situaciones a las cuales debe encontrar una solución. Se pueden divertir juntos aun si finges que no lo encuentras o si te escondes en lugares fáciles de encontrar.

Una variante clásica de este juego es la búsqueda del tesoro. Esta actividad es un poco más desafiante, ya que el niño debe encontrar un objeto a partir de pistas y consejos. Es recomendable elaborar una historia de fantasía que acompañe la búsqueda.

Juego de obstáculos

Realizar una carrera de obstáculos es una actividad divertida para disfrutar en familia. Puedes crear una pista al aire libre con cualquier objeto que estimule el esfuerzo físico en el niño. De igual forma, es posible usar los cojines, las sabanas y las almohadas para diseñar una pista de obstáculos en el interior del hogar.

Madre jugando con su bebé y sacando a su niña interior.

“Nada enciende más la mente de un niño como jugar”.

-Dr. Stuart Brown-

La importancia del juego en el desarrollo infantil

El juego es la estrategia fundamental para el aprendizaje y desarrollo de los más pequeños. A través del juego dejan que se exprese su imaginación, su creatividad y su personalidad. A la par, van desarrollando habilidades motoras y físicas, cognitivas y emocionales.

Además, a través de actividades lúdicas, los niños mejoran su interacción con los demás y, por lo tanto, su socialización. A través del juego, los niños también interactúan con todo su entorno material y físico, y aprenden, así, nociones espaciales para un adecuado uso y dominio del espacio.

En consecuencia, a medida que los pequeños crezcan y sus momentos madurativos lo demanden, serán más adecuadas actividades y juegos dirigidos. Pero en los primeros años de vida de los niños, las actividades de juego libre son las más indicadas, en tanto que permiten que los más pequeños progresen satisfactoriamente en su desarrollo integral.


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