Un niño con buenos modales es irresistible, pero que aprendan a tenerlos puede llevar mucho tiempo; por eso es conveniente comenzar a educarlos desde temprana edad. ¿Cómo podemos saber que nuestro hijo está listo para aprender modales? ¿Existe una edad perfecta para esto?
Algunas madres pueden ser muy estrictas en la manera en que educan a sus hijos, quizá consigan formar niños súper educados y de modales impecables; pero en ocasiones es el resultado de métodos extremos educando a través del peligroso miedo. Los pequeños pueden llegar a ser indiscretos, indisciplinados o egoístas, pues es parte de su naturaleza y en gran medida se debe a su inocencia.
No es recomendable que los forcemos a ser de alguna manera en particular, pero siempre es aconsejable que aprendan modales para manejarse dentro del grupo familiar y que sea extensible al resto de la sociedad. Son el respeto, la consideración por otras personas y la amabilidad, las principales destrezas sociales que un niño debe aprender desde pequeño.
¿Cuándo enseñarle modales a los niños?
No hay un capítulo especial en la crianza de los hijos donde se deba comenzar a enseñar modales, al contrario, se trata de un proceso en el cual los pequeños van aprendiendo constantemente a comportarse. Los buenos modales son necesarios para que la interacción con los demás sea efectiva, por eso poco a poco se van incluyendo elementos de estos.
Desde que los pequeños comienzan a comprender el idioma materno, muchas de las palabras que son puestas a prueba por su razón son aquellas que implican una relación con su familia. Saludar, tratar con respeto a padres y hermanos, forma parte de la educación que los pequeños reciben desde sus primeros días.
El ejemplo que le damos también es parte de la educación que damos a diario y sin hacer planes; por eso es conveniente estar atentos a lo que estamos transmitiendo. Es decir, los modales de nuestro hijo serán muy similares a los propios, porque los habrá obtenido cada día de la observación que hace del comportamiento que tenemos.
Sin embargo, existen momentos precisos en los cuales hacemos una intervención; por ejemplo cuando les enseñamos a decir “por favor” y “gracias”, esto lo practicamos desde que son muy pequeños.
Aunque al niño le cueste recordar muchos de los consejos que les damos, con frecuencia aprende a manejarse con cortesía sin mayor problema porque interioriza estos modales apenas sin darse cuenta.
¿Hay una edad para aprender modales?
Por lo general le perdonamos a los niños pequeños que olviden mantener buenos modales en ciertas circunstancias, pero llega una etapa en que ya no suele parecer muy gracioso a la mayoría de las personas. Asumimos que un niño de dos años que apenas puede hablar con claridad, no tendría porque manejar elementos de cortesía, pues todavía no tienen muchas habilidades sociales.
Sin embargo, cuando hablamos de niños que se encuentran en un nivel más avanzado de educación, damos por hecho que hay muchas cosas que deben saber. Pero, en realidad nunca es tarde para aprender; por eso no podemos decir que exista una edad apropiada para comenzar a ser más educados.
En gran medida, los fallos y aciertos de los pequeños en este aspecto, están directamente relacionados con la crianza. En otras palabras, son el reflejo de la educación que recibieron en casa y muchas veces su comportamiento puede ser el vivo ejemplo de sus padres, lo cual deben haber aprendido desde muy temprano en sus vidas.
¿Cómo ayudarlos a mejorar sus modales?
A veces las madres tenemos por delante el reto de educar a padre e hijo, pues lo que le enseñamos al más pequeño, quizá el más grande lo necesite con mayor premura. Si fuera el caso, es posible que tengamos que educar al padre para que no le enseñe malas costumbres al hijo.
Pero, no tiene porque ser así del todo; enseñar buenos modales a nuestros niños es algo en lo que papá, mamá y toda la familia están invitados a procurar. Para buscar mejores resultados, podemos comenzar con poner en práctica los siguientes consejos.
- Seamos el ejemplo a seguir, acostumbremos a comportarnos de la misma manera en que queremos que nuestros hijos se comporten.
- Recordemos que existen modales para cada ocasión; por lo tanto es recomendable que insistamos en cómo desenvolverse en la mesa, también cuando hay visitas, o cuando los adultos están hablando.
- Muchas veces los niños son indiscretos, pero por lo general se debe a desconocimiento de los elementos de la buena educación. Por esto se recomiendan que sepan respetar a los demás, no señalar, reírse o comentar cosas de las personas frente a ellas
- Aunque nos parezca chistoso o que es apenas una travesura infantil, es recomendable no reírnos cuando cometan una imprudencia; pues estaremos trasmitiendo un mensaje equivocado sobre lo que esperamos de ellos.
- Tenemos que reflexionar sobre nuestro propio comportamiento cuando se ve en el hijo un comportamiento poco adecuado. Recuerda que sus ojos te miran todo el tiempo y aprende más de lo que haces que de lo que dices.