7 deberes de las madrinas

La figura de la madrina no se limita solo a ocasiones religiosas o fechas especiales. Se trata de una figura central en la vida de un niño. Siempre querrá tenerla a su lado para todo lo que necesite.
7 deberes de las madrinas
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 20 febrero, 2019

¿Alguna vez te has preguntado cuáles son los deberes de las madrinas? Más allá de proteger y cuidar a su ahijado, la madrina tiene más responsabilidades adquiridas con el título. Si vas a tener el privilegio de amadrinar a un bebé, deberías prestar atención a las responsabilidades que te esperan.

Ser nombrada madrina es más que obtener un cargo importante de cara a la llegada de un bebé. Ser madrina es adoptar una posición preferente a la hora de acompañar a ese niño o niña en su vida.

Aunque la idea de ser madrina está muy relacionada con la religión, no tiene por qué quedarse en esa tarea. Cuando leas los principales deberes de las madrinas, sabrás mucho más de este título tan reconfortante.

Deberes de las madrinas

  • Dar apoyo, confianza y cariño a tu ahijado. Eres alguien cercano para él, por lo que debes crear un vínculo directo y ofrecerle un espacio de confianza, en el que pueda expresar sus pensamientos y sentimientos. Contigo no puede faltarle el cariño y el apoyo que necesite.
  • Estar presente en su vida de forma activa. No basta con aparecer en el momento en que te nombran madrina y ya está. Las fechas señaladas como cumpleaños o actos importantes para tu ahijado requieren de tu presencia también. No olvides que, en sus recuerdos, aparecerán aquellas personas que han significado algo importante en su vida. No dejes pasar la oportunidad de acompañarle en momentos cruciales.
Los deberes de las madrinas remiten a toda la vida del pequeño.
  • Ser un buen modelo a seguir. Va a ser inevitable que te conviertas en un modelo para tu ahijado. Todas las personas que le rodean se convierten en ejemplo de cómo funciona el mundo y cómo uno debe integrarse en él. Por ello, debes convertirte en aquello que quieres ser: por ti y por él, para ti y para él.
  • Ofrecerle herramientas para la vida. Otra de tus misiones es la de dotar de recursos a tu ahijado para que pueda enfrentarse a las situaciones que aparecerán en su vida. Habilidades como la resiliencia, la empatía o la gestión de las emociones pueden resultar imprescindibles en su día a día.

Otros deberes de las madrinas

Si bien las anteriores podrían tomarse como las nociones básicas de ser madrina, también hay otras cuestiones que se deben considerar. Por ejemplo:

  • Mostrar interés por su educación. En este punto, es importante que entiendas a la educación como el conjunto de aprendizajes que recibirá tu ahijado a lo largo de su vida. Tanto a nivel escolar como a nivel espiritual, moral o religioso. Es importante que sepas acordar con sus padres en qué sentido se va a dirigir la educación de tu ahijado; involúcrate y conoce qué quieren enseñarle y de qué forma.
  • Apoyo a los padres. No olvides que tu labor se desarrolla en consonancia con la labor de los padres, que son, sin duda, las figuras más importantes en el desarrollo del niño o la niña. No consiste en estar de acuerdo en todo, pero sí en darle coherencia a lo que se pretende mostrar a tu ahijado. En caso contrario, las discrepancias pueden llegar a confundirle.
  • Quererle de forma incondicional. Debes ser parte de su vida, de forma que entienda que se le quiere por cómo es, no por lo que hace. Un niño que se siente querido tal y cómo es crecerá con un buen grado de seguridad en sí mismo y sus capacidades. Además, se fortalecerá el vínculo entre vosotros y habrá un amor recíproco e incondicional en ambos sentidos.

“Eres alguien cercano para él, por lo que debes crear un vínculo directo y ofrecerle un espacio de confianza, en el que pueda expresar sus pensamientos y sentimientos”

Ser madrina implica estar unida a la vida de alguien para siempre.

Conclusión sobre el madrinazgo

Ser madrina implica mucho más de lo que, a priori, parece. Aunque tradicionalmente se asocia esta tarea a un título religioso, a día de hoy abarca mucho más.

Sin duda, no es un papel para tomarse a la ligera, ya que supondrá ofrecer al niño o a la niña un pilar más en su red social de apoyo y amor incondicional. Tú debes decidir hasta qué punto estás dispuesta a implicarte en su vida y, sobre todo, de qué forma hacerlo.

Te animamos a aceptar el cargo porque, pese a todo, los deberes de las madrinas son solo una parte de todo lo que implica estar tan cerca de un niño. Con el tiempo y a base de amor incondicional, te convertirás en parte fundamental de su vida.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.