Enseñar a los niños a comer solos hace que los padres tengan más tiempo para llevar a cabo las tareas cotidianas. Liberarse de esta labor diaria es ideal para la vida familiar, ya que significa que todos los miembros de la familia pueden comer al mismo tiempo.
Para que esto sea posible, es necesario que estés presente cuando el niño aprende a comer solo. Lo más importante es que prestes especial atención en cortar la comida en pedazos muy pequeños para evitar cualquier asfixia posible. Además, alabar los esfuerzos del niño le alentará a seguir intentándolo.
Ciertamente, entre los 12 y 15 meses, dependiendo de la evolución de las habilidades motrices, los niños pueden sostener la cuchara y llevársela a la boca. En ese momento, es posible que el pequeño dé sus primeros pasos de gigante en esta transición.
A la edad de dos años, normalmente, también pueden comenzar a usar el tenedor. Te recomendamos dejar el desafío de cortar la comida con un cuchillo hasta más adelante; usar el cuchillo puede ser peligroso y debe hacerse bajo supervisión en todo momento.
5 tips para enseñar a los niños a comer solos
Para conseguir que el pequeño coma solo, es necesario seguir algunas estrategias. Estos son los tips que te recomendamos:
1. Ofrécele alimentos que pueda comer con las manos
El primer paso para que los niños aprendan a comer solos es mediante alimentos que puedan comer con las manos. Estos deben cortarse en pedazos pequeños y fáciles de masticar y tragar. Deben ser alimentos que puedan disolverse fácilmente en la boca.
Cuando el niño es mayor y ya sabe cómo agarrar cosas con las manos, puede ser el momento oportuno de introducir los cubiertos. Para hacerlo posible, lo ideal es cortarle la comida en pequeños trozos y darle un tenedor de plástico.
Existen algunos alimentos fáciles de digerir para el pequeño; pueden ser trozos de fruta madura como el plátano, el mango o el melocotón, las verduras blandas cocidas, como la zanahoria, o pastas y trozos de queso.
2. Prepara su plato favorito
Si observas que tu hijo tiene dificultades para comer sin tu ayuda, posiblemente funcione el hecho de preparar su plato favorito. Ciertamente, será mucho más sencillo que coma por él mismo cuando tiene delante alimentos que llamen su atención.
Ante esta situación, es posible que el plato le motive lo suficiente como para atreverse a recoger el tenedor y comer sin la ayuda de los padres u otros miembros de la familia.
3. Come al lado del pequeño
Para los pequeños, la mejor manera de aprender es mediante la observación de los adultos. Por ello, las comidas familiares representan una excelente oportunidad para que los niños aprendan a comer solos. De esta manera, el pequeño podrá repetir e imitar los movimientos de los mayores mientras disfruta de la compañía de todos.
De hecho, es mucho más recomendable sentarse delante del niño y observarle mientras intenta comer solo. Tener una actitud positiva hará que los niños pequeños estén más seguros de sí mismos y, por lo tanto, aprenderán más rápido a comer de manera individual.
“Entre los 12 y 15 meses, dependiendo de la evolución de las habilidades motrices, los niños pueden sostener la cuchara y llevársela a la boca. A los dos años, normalmente, también pueden comenzar a usar el tenedor”
4. Implica a todos los miembros de la familia
Desde el punto de vista psicológico, para que el niño coma sin tu ayuda, debes hacerle ver que comer es una actividad que hacen los hermanos mayores y adultos. Verás cómo, de este modo, el pequeño pronto comenzará a comer solo.
Todos los miembros de la familia deben implicarse en este proceso. Asimismo, ninguno debe retroceder y terminar alimentando al niño.
5. Prepárate para el desastre
Para enseñar a los niños a comer solos, es necesario prepararse para el desastre. Es posible que, durante este aprendizaje, ensucien la mesa y terminen con sus prendas manchadas.
Para evitar esto, te recomendamos poner un babero sobre ellos, lo que minimizará el daño. Seguramente habrá algunas manchas, pero colocar cubiertas protectoras y baberos en los niños hará este momento más llevadero.
En definitiva, recuerda darle a tu hijo mucho aliento en el camino, sé paciente y elogia todos sus éxitos. Te recomendamos crear un ambiente agradable alrededor de las comidas mediante la introducción de una pequeña rutina simple.