Qué son las habilidades blandas y cómo potenciarlas

Aprender y desarrollar las denominadas habilidades blandas permite a las personas desenvolverse mejor en distintos ámbitos.
Qué son las habilidades blandas y cómo potenciarlas
María Matilde

Escrito y verificado por la pedagoga María Matilde.

Última actualización: 11 marzo, 2022

Las habilidades blandas son también conocidas como habilidades transversales, no cognitivas o socioafectivas, o también llamadas “soft skills”. Y son habilidades importantes en la formación de las personas, que hacen referencia a una serie de aptitudes y actitudes relacionadas con rasgos de la personalidad, con valores y con conocimientos.

¿Qué son y en qué consisten las habilidades blandas?

Se trata de un conjunto de destrezas que nos permiten desempeñarnos mejor en las relaciones laborales y sociales. Así, a diferencia de las habilidades duras o cognitivas, relacionadas con un conocimiento técnico y específico, y con el coeficiente intelectual, las habilidades blandas son habilidades socioemocionales, relacionadas con los sentimientos.

Como hemos dicho, las habilidades blandas tienen relación con rasgos de personalidad, con aptitudes, con actitudes y con valores, y nos permiten una mejor comunicación y relación con los demás según ámbitos concretos. En este sentido, quienes han aprendido y desarrollado habilidades blandas son personas:

Niños sonriendo y aprendiendo qué son las habilidades blandas.
  • Flexibles.
  • Capaces de trabajar en equipo y con espíritu colaborativo.
  • Con capacidad de liderazgo.
  • Con capacidad de pensamiento crítico, analítico y reflexivo.
  • Perseverantes.
  • Proactivas, capaces de aportar soluciones y opciones a los problemas.
  • Responsables y comprometidas.
  • Creativas, curiosas y orientadas hacia la innovación.
  • Con capacidad de resiliencia, para aprender y ver el lado positivo de situaciones difíciles y complicadas.
  • Empáticas.
  • Que se adaptan rápidamente a los cambios.
  • Que poseen buena comunicación, diálogo y fluidez verbal.
  • Autónomas.
  • Motivadas.

¿Cómo potenciar las habilidades no cognitivas o socioafectivas?

Para potenciar las habilidades socioafectivas es importante integrar dentro del aula el aprendizaje informal. Es decir, aprovechar momentos educativos en los que se combinen el aprendizaje formal, estrictamente curricular, con el aprendizaje informal.

Esto supone conectar la escuela con el entorno familiar, laboral y social, y plantear actividades educativas para trabajar sobre problemas reales y de la vida cotidiana.

Por lo tanto, existen diversas estrategias y metodologías para el desarrollar y para potenciar en los alumnos las habilidades blandas en el aula, e incluso los padres en el hogar. Como, por ejemplo:

  • Promover en los alumnos el trabajo en equipo y la colaboración.
  • Fomentar el diálogo, el debate, la discusión y la negociación como forma de encontrar soluciones a los problemas y situaciones.
  • Proponer retos que supongan la búsqueda de soluciones y la evaluación de opciones, alternativas y consecuencias.
  • Fomentar la búsqueda y la evaluación de información y fuentes para aprender sobre un tema.
  • Trasladar al ámbito del aula y trabajar con ellas situaciones y problemas de la vida real.
  • Desarollar la inteligencia emocional de los alumnos para que gestionen sus sentimientos. Trabajar sobre sus preocupaciones, miedos y necesidades propias.
  • Hacer uso de los conflictos que surjan en el aula para trabajar la empatía y la diversidad de opiniones y de situaciones.
  • Integrar las TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación) como recurso para favorecer  el desarrollo de habilidades blandas.

¿Por qué es importante potenciar las habilidades blandas?

En una sociedad globalizada, marcada por un uso generalizado de las tecnologías de la información, es necesaria una educación que esté a la altura. En una sociedad que avanza rápidamente, se requiere de un sistema educativo capaz de formar personas que puedan y sepan adaptarse a los cambios constantes.

Para lo cual, es tan necesaria una formación en habilidades duras, identificadas con un conocimiento curricular y académico específico, como una formación en habilidades blandas. Es decir, es también fundamental una formación en habilidades que favorezcan la empleabilidad y sirvan para la vida cotidiana en general.

Así, es importante que desde tempranas edades se fomente el desarrollo de destrezas socioafectivas o no cognitivas, ya que estas habilidades ayudan a las personas a tener una predisposición positiva para resolver problemas que surjan y, con ello, tener una mayor capacidad de adaptación. Porque son habilidades que nos permiten aprender de los errores a partir de una mejor gestión de las emociones y frustraciones.

En definitiva, las habilidades blandas son herramientas útiles que fortalecen nuestra capacidad de interrelación y comunicación con los demás en entornos diversos.


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