Cuando un estudiante no alcanza el nivel requerido para su promoción, se deben tomar medidas. ¿Cómo ayudar a un niño que ha repetido curso? Distintas estrategias apuntan a superar este difícil momento para el alumno, sus padres y profesores.
Repetir, ¿una tragedia?
Cuando un niño repite el año, se lo asocia con flojera, poca inteligencia o problemas emocionales. Las generalidades, sin embargo, nunca son buenas; un niño inmaduro podría necesitar repasar esos conocimientos para garantizar un mejor desempeño en el futuro. Dislexia, hiperactividad o déficit de atención pueden ser las causas.
Para los colegios, la repetición de los alumnos en cursos también puede significar un problema. Deben justificarlo ante las autoridades y, si son subvencionados, ven disminuidos sus ingresos.
En algunos casos, para evitar estos inconvenientes, los alumnos con bajos promedios son promovidos al curso siguiente. Se desatiende, en estos casos, si eso puede representar un fracaso casi seguro en el reto inmediato.
Desmotivación, otra causa
La desmotivación es una causa común del fracaso escolar; el niño no quiere estudiar y debe repetir. En todos estos casos, la orientación es fundamental.
Para detectar si debe quedarse o puede avanzar al siguiente nivel, el docente debe tener una participación activa. La valoración del niño o adolescente como persona, más allá de sus conocimientos, es fundamental.
Los padres deben entender las distintas causas vinculadas con la emocionalidad, que deben ser analizadas pero no siempre castigadas; la sanción es el camino correcto en muchas oportunidades.
Corresponde al colegio, más que a los padres, definir las estrategias para ayudar a un niño que ha repetido curso. El refuerzo pedagógico y psicológico suelen ser las herramientas para su reincorporación en las aulas, pero las evaluaciones sobre el caso deben hacerse en conjunto.
Consejos para evitar la repetición de curso
¿En el colegio de mi papá?
También es conveniente estudiar las exigencias de cada caso. Si el niño no está en capacidad de rendir en ese colegio en el que cursaron sus padres o hermanos, puede ser saludable analizar un traslado.
El temor al sentimiento de fracaso es otra evaluación que hacen los padres. Si disminuye la motivación, los resultados se avizoran muy negativos; por esto, es conveniente ofrecer ayuda psicológica al momento de dar la noticia.
Cambio general de actitud
En vacaciones, el niño debe reforzar contenidos para llegar mejor preparado al inicio del próximo año escolar. Si la repetición del curso no está acompañada de un cambio de actitud del estudiante, padres y profesores, los resultados no serán los esperados.
Es pertinente que los padres mantengan o aumenten la coordinación con los profesores. Se impone el seguimiento detallado a las actividades escolares del alumno, e incluso el apoyo para clases particulares; esto evidenciará el interés y la preocupación por el porvenir de sus hijos.
Recompensar el esfuerzo
La recompensa por el esfuerzo o la sanción deben estar siempre presentes. Si el alumno trabajó duro, una salida de fin de semana puede ser una muy buena idea. La motivación en el esfuerzo, para que se visualicen como conductores de su vida, es otra herramienta que los padres pueden aplicar.
Se debe considerar que la etiqueta de ‘repetidor’ suele ser muy perjudicial. No estamos hablando de personas con alguna enfermedad contagiosa, son jóvenes que deben esforzarse, y así es conveniente hacérselos saber.
“Cuando un niño repite el año, se lo asocia con flojera, poca inteligencia o problemas emocionales. Las generalidades, sin embargo, nunca son buenas”
Serenidad
Los padres deben mantener una actitud serena y escuchar de su hijo las causas de la repetición de curso. También deben conversar con los profesores o tutores.
- Si la causa está vinculada con algún padecimiento como la dislexia, deberán buscar ayuda profesional.
- Si la causa es el bajo rendimiento, habrán de ayudarlo a organizar su tiempo mediante técnicas de estudio.
Por otra parte, es importante transmitir optimismo y confianza. Hay que entender que el niño también sufre con el hecho, se pregunta qué pasará con sus amigos, cuál será su futuro.
Entonces, los castigos deben estar más orientados al esfuerzo que tendrá que hacer y en la responsabilidad que deberá demostrar.
También hay que darles tranquilidad a los pequeños. A sus amigos los seguirá viendo, hará nuevas amistades y también superará escollos. En casos, una reprimenda puede funcionar cuando está decididamente comprobado que la repetición del curso tiene que ver con falta de interés y trabajo por parte del niño.
Para el niño o adolescente, será incómodo iniciar un año escolar con nuevos compañeros. Su autoestima puede sufrir daños si no se trata el tema de la manera correcta; el apoyo de padres, docentes y del colegio será determinante en esta etapa. Ayudar a un niño que ha repetido curso es una tarea que se ha de emprender en conjunto.