¿Obligar a los niños a estudiar es un error o lo mejor para su futuro?

Para los padres, no hay mayor orgullo que sus hijos sean los más sobresalientes de la clase y que luego se decidan por carreras prestigiosas. Sin embargo, obligar a los niños a estudiar puede ocasionar resultados contraproducentes, ya que ellos no se sentirán cómodos y podrían creer que nunca lograrán la aprobación de sus padres.

Niño aburrido en la hora de estudio.

Los padres saben la importancia de que sus hijos estudien y tengan una buena formación académica, ya que así lograrán ser profesionales exitosos. Esto ha llevado a que exijan demasiado de sus pequeños y cometan errores que los afectan emocionalmente. Por eso, muchos padres se preguntan si deberían obligar a los niños a estudiar. Si eres uno de ellos, puedes tomar en cuenta los consejos aquí proporcionados.

Consecuencias de obligar a los niños a estudiar

Es muy frecuente que los padres sientan la necesidad de sobreestimular a sus hijos para que sean más inteligentes. Entonces, quizás los inscriban en actividades extracurriculares como clases de música, canto, deportes, dibujo u otros tipos de cursos.

Sin embargo, estas cosas tal vez no sean lo que a tus hijos les guste, si no lo que a ti te gusta. Esta situación causa frustración en los niños y también una serie de consecuencias. Entre estas, se encuentran:

  • No le provoca asistir a la escuela.
  • Se descontrola su rutina; por ejemplo, la hora de la comida o de ir a dormir.
  • No tienen ningún interés en hacer sus deberes diarios.
  • La relación que tienen con amigos o compañeros de clase se vuelve tensa y distante.
  • Pueden volverse irritables y se molestan fácilmente.
  • Algunos presentan síntomas de hiperactividad.

Muchos padres caen en el error de obligar a los niños a estudiar.

3 cosas que deben evitar los padres

Obligar a los niños a estudiar puede ser la solución más fácil para que estos aprendan, pero no la más acertada. Existen varios métodos que puedes seguir para que tus hijos vean los estudios como una manera de aprender cosas nuevas que les servirán en su vida y no como un castigo del cual quieren escapar. Para lograrlo, es importante que:

No te hagas de maestro

Ese es un papel que cumplen los educadores. Aunque es necesario que estés pendiente de que hagan su tarea completa y que esté sin errores, no debes hacer la tarea por él, pues así el niño no aprenderá a resolver sus propios asuntos y siempre dependerá de que otros lo ayuden. Lo que sí puedes hacer es guiarlo y facilitarle herramientas para hacer sus propias investigaciones.

Deja que aprenda a su propio paso

No te adelantes queriendo exprimir sus capacidades y forzándolos a aprender a leer y escribir a los cuatro años. Piensa que, si en la escuela esa actividad está programada para los niños de siete años, es por algo.

No le des recompensas todo el tiempo

Aunque recompensar a los niños por las buenas calificaciones parezca algo beneficioso, no lo es tanto. Si abusas de esto, el pequeño solo se esforzará por el regalo y, si no obtiene altas notas, se sentirá fracasado.

Por lo tanto, es mejor que le aplaudas y elogies cuando aprueba un examen. En el caso contrario, es aconsejable que te sientes a hablar con él y le muestres qué puede hacer la próxima vez para que no pase lo mismo. De esta manera, verá sus errores como oportunidades para mejorar y no como fracasos.

“Obligar a los niños a estudiar puede ser la solución más fácil para que estos aprendan, pero no la más acertada”

Deja que los niños disfruten su niñez

Es cierto que los estudios son necesarios, pero no son todo en la vida. Si solo te dedicas a obligar a los niños a estudiar, tanto tú como ellos se frustrarán. Por eso, esfuérzate por dedicar tiempo también a otras actividades que son fundamentales en el desarrollo de los niños, tales como:

  • El esparcimiento: es muy importante, pues los ayuda a desarrollar la imaginación y la curiosidad por aprender cosas nuevas. Aprovecha estos momentos para enseñarles datos interesantes; ellos estarán felices de escucharte.
  • Realizar deportes: ayuda a los niños a liberar todo el estrés de las actividades escolares. Pero ten cuidado en exigirle que sea el mejor del equipo; más bien ayúdale a que lo vea como una diversión.
  • Procura que tenga suficiente tiempo para compartir con amigos; de esta manera, aprenderá a tener buenas relaciones con los demás.

Obligar a los niños a estudiar no es la salida más apropiada.
Muchas veces, los padres creen que la falta de interés por los estudios tiene que ver con trastornos psicológicos. Esto no es necesariamente así, ya que es muy probable que, simplemente, sean holgazanes o no les interese hacerlo.

Por lo tanto, es bueno que tomen en cuenta los consejos ya citados. De este modo, a los niños se les despertará el deseo de realizar sus propias tareas y no que otros se lo hagan.

En conclusión, obligar a los niños a estudiar no es lo más apropiado, debe existir un sano equilibrio. Lo mejor es cultivar el deseo de aprender y desarrollar habilidades; solo así los niños harán sus deberes escolares con la mejor actitud, sin necesidad de estar detrás de ellos como vigilantes.

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